LLÁMAME FASCISTA Y…ÉCHATE A DORMIR.

¿ Que estás en desacuerdo con alguien… ? : llámalo fascista y así te evitas tener que apoyar tu afirmación con hechos. Con este calificativo ya va arreglado y tú no necesitas de más ayuda. Hace años que fascismo es una de las palabras más buscadas en cualquier tipo de diccionario, con la surrealista salvedad que experimenta un notable incremento, tras la elección de algún Presidente nuevo: Trump, en los Estados Unidos de América del Norte; Bolsonaro, en Brasil…y en España, cuando se quiere vengar el pasado, haciendo exhumar los restos de Franco.

Aunque se tenga la impresión de que ha existido siempre, lo cierto es que el fascismo tiene una fecha y un lugar de nacimiento, que explicarían, tanto su aparición como su posterior arraigo y expansión. Fue Benito Mussolini quién en marzo de 1.919, creó los Fascis di Combattimento, entremezclando consignas políticas de signo opuesto como socialistas, anarquistas y comunistas ; depuradas en el alambique de la experiencia para quedarse con lo esencial: un nacionalismo cerril, un autoritarismo radical y el recurso a la acción violenta ante cualquier conato de oposición o resistencia.

La semilla fascista, halla terrenos propicios en aquellos abonados por el descontento y los prejuicios  y por eso, en la Italia de hace un siglo, que estaba devastada por una fortísima crisis social, política y económica, Mussolini supo extraer el máximo rendimiento de aquellas condiciones favorables para el extremismo.

Otro tanto, haría una década después , un tal Adolf Hitler en Alemania, aderezando la receta fascista con un racismo exasperado e irracional. Una pieza suelta que encajaba bien en el puzzle. El fascismo es la teoría del odio y necesita un chivo expiatorio en quién volcarse.

Calle Ancha: Contra los fachas

Llevamos ya unos años en los que la palabra fascista y su variante popular facha, está siendo utilizada, a diestro y siniestro, para descalificar no solo al adversario, sino al vecino o amigo que no piensa como yo, que soy el que está en posesión de la verdad, claro.

El uso genérico y despreocupado de este término, conlleva ciertos riesgos, puesto que se incorpora a nuestra vida diaria, empleándose en muchas de nuestras conversaciones que nada tienen que ver con la política y se banaliza una ideología que es cualquier cosa menos banal. Las palabras fascista y fascismo, deberían poner la carne de gallina, siempre.

Por desgracia, hablar de fascismo hoy, es imperativo de actualidad y dada la gratuidad con la que se hace, debería de emplearse en su justa medida y no por seguir el eco de nuestros cavernícolas nacionalistas e indocumentados del socialismo y de la  la extrema izquierda, que de tanto leer libros marxistas, se les ha empanado la mente y no han entendido nada.

Las grandes oleadas migratorias procedentes de zonas en conflicto en África y Oriente Medio y los atentados terroristas llevados a cabo por grupos radicales islámicos en cualquier parte del mundo, están creando el caldo de cultivo propicio para el auge de grupos nacionalistas racistas con su famoso lema nosotros sí, ellos no ; que está aumentando el fuego de distanciamiento hacia el proyecto de una Europa Unida y solidaria.

En los Estados Unidos de América del Norte, ocurre también por esa especie de gorila de discoteca que aún tienen como Presidente y que suspendería todas las asignaturas de cualquier curso de Derecho Internacional, impartido en la Universidad que él eligiese. Aunque fuese amiga, -que allí también las hay- recibiría calabazas.

16 comentarios sobre “LLÁMAME FASCISTA Y…ÉCHATE A DORMIR.

    1. Me alegro que te guste, Leyre. He tratado de aclarar conceptos sobre el uso arbitrario y gratuito que nuestra indocumentada izquierda utilizada con tanta frecuencia para descalificar al contrario. Si lo piensa bien, resulta que los fascistas… son ellos.
      Gracias por tu comentario. Un beso.

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  1. Excelente articulo, como todos los que nos deleitas, tan completo y bien explicado cabe poco que añadir,
    a tu lograda experiencia profesional y sabiduría didáctica.

    Los términos «facha» o «facistas» como se ve en la foto se refieren a Benito Mussolini.

    Nos quieren confundir y adoctrinar a nuestros hijos en la escuela, en la política bolivariana sociata comunista, que no es de recibo, menos mal, que ahora recula el Gobierno y no es ya, obligatoria que la comunidad se vacune contra el COVID 19, de los que muchos serán reacios o alérgicos a esta vacuna, es una decisión personal y voluntaria, afecta a los derechos constitucionales, fundamentales y libertades de las personas.

    Bravo, con tu precio articulazo, que todos estos puedas luego recoger y publicar en un libro de resonado
    éxito nacional o internacional, que te auguro al presente.

    Que no nos engañen con la política sectaria que
    pretende imponer el actual Gobierno contrapuesto entre socialistas, comunistas, separatistas, anarquistas, y demás que componen este puzle ideológico, que nos quieren imponer.

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    1. De eso se trata, que cada uno de nosotros intente dar la respuesta adecuada a esta pandilla de ignorantes que nos gobiernan y que encima van de adelantados de los tiempos. No hacen más que actuar por venganza, removiendo y destruyendo el pasado, menospreciando los problemas actuales que a todos de verdad nos preocupan: virus chino, desempleo, inmigración…
      Gracias por tu comentario, Juan. Un abrazo.

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    1. De eso se trata, de responder a esta tropa que nos adoctrina y gobierna. Que no les importa nada más que permanecer en el poder, que lo mantendrán cueste lo que cueste y que hay que comprometerse -cada uno en el ámbito de sus competencias- a combatir este borreguismo que nos regalan a diario y del que se consideran pastores. De manera pacífica y democrática pero con espíritu crítico siempre. Que se note que estamos en un Estado de Derecho y que sabemos lo que queremos y lo que rechazamos .
      Gracias Carlos por tu comentario. Un saludo.

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  2. Hola Juan, soy Santa, totalmente de acuerdo y enhorabuena por este articulo y los demás, la clavas siempre colega. Pero, tú crees q han leído mucho libros marxistas?. Yo creo q se saben la ley del embudo y poco más. Un abrazo a tod@s

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    1. A pesar de todo, sigo pensando que sí han leído libros marxistas. Pero solo esta clase de libros, lo que hace que tengan esta versión tan distorsionada de la realidad. Omiten -interesadamente, claro- que las lecciones que nos quieren aplicar son del siglo pasado; que se desmoronaron ellas solitas y que ya están en los libros de historia como una teoría más del …hambre, eso sí, en nombre del pueblo. Para que veas como se trata ahora todas esos fundamentos cavernícolas, el otro día, en la Biblioteca Regional, al preguntar por los libros marxistas-leninistas, me enviaron a la estantería de….ciencia ficción.
      Gracias José Antonio, por tu comentario. Un abrazo.

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  3. No hay cosa peor para los que utilizan el término “fascista” como insulto, que adentrarse en la propia ideología fascista, desmenuzarla, y luego presentársela emplatada a los revolucionarios de salón. Siempre les sacas los colores. En primer lugar, debemos tener la conciencia de que no es una ideología que tenga detrás un Carlos Marx, p.e., y tiene la ventaja de que podemos usarla a discreción. Es SENCILLA, sus entresijos se entienden bien. En segundo lugar, no nos lleva mucho tiempo encontrar en ella un LÍDER, claro, rotundo, con buena verborrea, que engatusa a las masas y muestra más forma teatral que fondo intelectual, y no comparte ni de lejos su posición con nadie en el partido, después en el poder. En tercer lugar, siempre tiene una MASA popular detrás, entusiasta, poco exigente, disciplinada y obediente. En cuarto lugar, ya desde el principio, usan la VIOLENCIA y el amedrentamiento de manera generosa, sin pararse mucho a justificarlos. Por último, el fascismo requiere de manera inexcusable de algún que otro ENEMIGO, no de ellos por supuesto, sino de la patria, de la nación, del pueblo.
    Quienes utilizan el término “fascista” con profusión, suelen emplearlo a modo de invectiva y azote contra personas o clases conservadoras, burguesas, autoritarias, etc., pero el fascismo no tiene nada que ver con ellos. Puntualmente, estas clases pueden adaptarse a él, pero aborrecen su uniformidad e inestabilidad, con la conciencia de que estas aventuras suelen terminar mal. Su caldo de cultivo son las clases menos favorecidas, desclasadas u oportunistas, que buscan medrar vía palos. Nada que ver con la derecha conservadora, por muy “ultra” o reaccionaria que sea, o con el mundo militar. El fascismo, por regla general, va por otros derroteros.

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    1. Como bien dices, los fascistas son ellos. El fascio es una cóctel comunista, socialista y anarquista. Si le añades el racismo entonces llegamos al nazismo hitleriano. Pero la manipulación histórica de la izquierda ha logrado utilizar como insulto las fuentes de las que beben y que los parieron. Jugada maquiavélica con resultado espectacular. Vivir para ver. y los demás vamos y nos lo creemos….
      Gracias por tu comentario, Víctor. Un abrazo.

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  4. Hola Juan Francisco, hay una parte del artículo que comparto, y otra no.
    Verás, no es casual que desde el año 1945 se venga trabajando contra el fascismo a modo de insulto recurrente, sin que nadie tenga ni pajorera idea de su oculto propósito. No voy ni siquiera, a dar lecciones del verdadero origen tanto ideológico como etimológico, de la dichosa palabrita y lo que representa.
    Los vencedores del 45 -al igual que los del 78 en versión española, han hecho un buen trabajo. Todo el mundo cree saber -por los libros de historia y las mil y una películas-, qué es el fascismo. Es más, pobre de aquel, que crea saber -y encima expresar- lo contrario. Tanto es así que, podría incurrir en un delito y acabar en priSión. Pero a eso unos lo llaman democracia… y otros… ¿libertad de expresión?
    Resulta curioso que el antifascismo se haya convertido en un neo fascismo, aunque por ahora, no alcancemos a verlo.

    Podían haber satanizado el trotskismo, leninismo, marxismo, estalinismo, castrismo, anglicismo, !o incluso al prestamismo financiero! pero no lo hicieron porque todos eran y son, las múltiples patas con sus infinitos tentáculos de una misma cabeza.
    Curiosamente, la internacional comunista junto al supra capitalismo, fueron los que derrotaron a los nacionalismos proteccionistas anti globalistas, mal llamados fascismos.
    Si existe una expresión ideológica de odio por antonomasia, de intolerancia, de genocidio a todo opositor, anti demócrata, y tirana, no puede ser otra que el comunismo. Y he aquí un breve inciso -Hitler ganó las elecciones democráticamente y en pocos años obtuvo hasta el 98% de los votos del pueblo más culto de Europa-. La enorme estela de más de 100 millones de muertos asesinados por el comunismo, son hechos reconocidos por la desclasificación de miles de archivos soviéticos. Claro que, la secta mesiánica que se considera «elegida para gobernar la tierra», no sólo fundó la ideología Marxista -y todos sus derivados-, sino que la financió a través de la banca supracapitalista o lo que es lo mismo, su poderosísima finanza internacional.
    Nuestras democracias, que no son otra cosa que sus franquicias financieras, -puestas en escena por los mismos sectarios de la gran conjura mundial- lucharon y derrotaron -junto al otro brazo del mismo propósito-, contra esos malditos nacionalismos proteccionistas (fascismos) que buscaron nada menos que: preservar las soberanías de sus identidades -gentes-, tradiciones, economías, y territorios. Curiosamente, el fascismo era un socialismo nacionalista al igual que el la versión germana lo fue el nazismo, o en versión española el nacional sindicalismo.
    La falange española fue nuestro peculiar filofascismo o, nacionalismo proteccionista español. José Antonio Primo de Rivera fue todo un ejemplo de fascismo satánico; muriendo fusilado por pensar diferente en manos de los tolerantes. También fue todo un ejemplo de incitación al odio y al belicismo cuando sus últimas palabras frente al pelotón de fusilamiento fueron: «ojalá mi sangre sea la última que riegue las tierras de España».
    Y colorín colorado, el fasci-cuento se ha acabado.

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  5. Querido Juan Fran, enhorabuena por tu síntesis del significado histórico de la palabra fascista, pero creo que en la España actual, se utiliza con más rabia, con más odio si cabe, contra todo aquel que se atreva a discrepar contra la izquierda en general, sus pactos, sus políticas, sus recortes de libertades. Todo aquel que, como es mi (creo que nuestro caso), ame una España unida y su enseña nacional, roja y gualda, es rápidamente descalificado con el apelativo de fascista, de facha, con el ánimo de seguir dividiendo, de seguir anclados en nuestra ya lejana guerra civil, en resumen, seguir insistiendo en las dos Españas, que señalaba Machado.
    Son muy hábiles los de izquierdas, y manejan mejor la Agitprop. El fascismo es algo deleznable, que ciertamente lo es, y se lo aplican indebida, pero intencionadamente a las posiciones ideológicas de centro, derecha, liberales, pero han sabido blanquear al comunismo, que ha sido la mayor aberración política y causante del mayor genocidio de todos los tiempos, y así los podemitas y los de izquierda unida se declaran con orgullo comunistas, o incluso marxistas o Leninistas, como si esas posiciones fueran las más democráticas del mundo.
    País, que diría el gran Forges.
    Un fuerte abrazo, amigo

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    1. Una vez más coincidimos en el diagnóstico y tratamiento del uso de la palabra fascista y su versión popular de facha. Nuestra izquierda radical que es en lo que se han convertido los socialista de Pedro Sánchez y los ultras y demás hordas bolcheviques que conforman ese batiburrillo que es Podemos, han recuperado este término que estaba muerto y se lo atribuyen a toda la derecha española que lo ha aceptado sin rechistar cuando esa ideología es de todo menos conservadora. Igual ha ocurrido con la recuperación de Franco -45 años después de su fallecimiento- porque sus deseos de venganza no han desparecido todavía. Aún no le perdonan que ganara la Guerra Civil. Llamar a los seguidores franquistas de fascistas no es más que una más de las mentiras en las que se se mueve este nuevo Frente Popular. Una más. Porque atribuirle a Franco ideas socialistas, anarquistas y comunistas que es donde bebió Mussolini -el creador del fascio- es ser tonto del todo como dice el genial José Mota en uno de sus videos que pululan por ahí. El problema es que ha tenido éxito porque -en mi opinión- la derecha está acomplejada y no tiene capacidad de réplica alguna, respondiendo a todos los insultos que le llegan de esta pandilla de ignorantes que nos Gobiernan en la actualidad.
      Gracias Paco por tu comentario, como siempre. Un abrazo.

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  6. Buenas
    Vaya por delante que considero el calificativo en cuestión una verdadera idiotez anacrónica y sobre todo una muestra de la ignorancia supina por parte de los que lo emplean con profusión como insulto en nuestro país.

    Sin embargo, considero que no se ha entrado en el fondo del término–que es lo verdaderamente importante como concepto político– y se ha derivado hacia sus manifestaciones diversas, digamos, externas o incluso históricas de todos conocidas, sobre todo en la primera mitad del pasado siglo en Europa (sin olvidar España y Portugal donde perduró mas tiempo). Debo también añadir que el fascismo, en sus inicios, tuvo bastantes simpatizantes en diversos países europeos–incluidos Francia, Reino Unido–e incluso en EEUU tuvo su eco importante.

    El concepto, la idea esencial del término, se refiere a que UN SOLO partido político se apodera del Estado y lo hace suyo, algo de su propiedad. En España ocurrió con Franco y su famoso Movimiento Nacional al final de la guerra civil, partido creado por el dictador, que aglutinó–anulando y disolviendo a su vez– a diversos partidos anteriores a la contienda de ideología «fascistoide» (Falange y otros) para que no le hiciesen sombra.
    El régimen de Franco era, nos guste o no, fascismo en estado puro, si bien en los sesenta se edulcoró un poco–en lo externo, en la estética y solo en eso–debido a la evolución socio-política de occidente.
    De ahí viene el carácter peyorativo en España, ya que la izquierda, llamando fascista a alguien, lo pretende identificar con la antigua derecha reaccionaria del franquismo.
    Y ya para terminar, aunque no sea políticamente correcto decirlo, hay que reconocer que e España el fascismo NO se ha acabado, ha dejado poso, revestido y travestido ahora de «democracia» cuando, en realidad, es un fascismo multi-partido y de tiempos modernos, es decir, los partidos se han adueñado del Estado haciéndolo suyo, y el pueblo aborregado, dócil, acobardado pinta muy poco, realmente casi nada en el terreno político.

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    1. Poco que añadir a lo que me parece acertada reflexión pero no olvides que he querido sujetarme al título y no ir más lejos porque der hacerlo escaparía a los objetivos que persigue este blog. Solo he pretendido poner de manifiesto el discurso del odio que han instaurado esta pandilla de indocumentados que nos gobierna, haciendo política del pasado que no volverá y olvidándose del presente y sobre todo del futuro. Así tienen entretenido al personal para que no se percate de las barbaridades que están haciendo.
      Gracias por tu comentario, José Manuel. Saludos.

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