A su padre, el poeta chino Ai Qing, lo condenaron a trabajos forzados el mismo día que nació Ai Weiwei, en 1957. Durante casi veinte años, hasta que murió Mao Tse Tung ( máximo dirigente del Partido Comunista Chino y de la República Popular China ) en 1976, el Gobierno Chino no le permitió escribir y lo marginó por completo.
La familia entera fue enviada a las granjas de Manchuria y después, cerca del desierto del Gobi. Allí su padre pasó cinco años limpiando las letrinas comunes de un pueblo de doscientos habitantes, donde las condiciones de trabajo eran bastante duras. Entre eso y la malnutrición, la salud se convirtió en quebradiza y era una persona que enfermaba fácilmente. Perdió la visión de un ojo… e intentó suicidarse. Vivían en una especie de cueva que para dormir, tenían que excavar con las manos el suelo de tierra y luego cubrirlo con ramas.
Esa es la infancia que tuvo Ai Weiwei. Eran tan pobres que creció en la oscuridad ya que no tenían dinero para comprar ni siquiera velas. Se alumbraban con unas lámparas de gas baratas cuyo humo le dejaba la cara negra. A pesar de todo, su padre le descubrió otros poetas como Neruda, Rimbaud, Whitman ….; gente que le hizo sentir que existían otras posibilidades y que luchar era sinónimo de libertad.
Con Mao y durante tres décadas,» las purgas » ( represión de personas consideradas peligrosas o indeseables) de políticos e intelectuales, como su padre, fueron constantes ; constituyendo hasta hoy un lastre para la evolución de China en términos políticos y sociales. Desde el Movimiento Antiderechista que duró de 1957 a 1959, el Gran Timonel ( Mao ) lanzó sus primeras « purgas políticas «, poco después de haber alentado las críticas y el debate entre los intelectuales ; en China -desde entonces- no se permite la disidencia. La opinión pública no existe y la censura es cada vez más rigurosa. Internet está bajo control total y no se pueden publicar comentarios críticos.
Por eso, Weiwei ha sido un disidente toda su vida, desde que nació. Nadie podía pensar entonces que ese castigo que convirtió la infancia del pequeño en un infierno de privaciones y humillaciones, serviría de impulso vital y creativo a uno de los grandes enemigos del Partido Comunista Chino.
Artista conceptual, pintor y escultor de raíces dadaístas, este hijo de la represión ha hecho de su obra un enfrentamiento permanente con las autoridades de su país, que llevan años intentando frenar su activismo. En 2009, policías de paisano lo golpearon en un hotel de Sichuan, tras haber denunciado la falta de transparencia oficial sobre las víctimas de un terremoto. La paliza le produjo una hemorragia cerebral pero que lejos de moderarse, convirtió la cirugía consiguiente en un documental. Más tarde, fue sometido a arresto domiciliario y privado del pasaporte.
En 2011, tras ser encarcelado sin acusación concreta durante 81 días, pasó un lustro sometido a vigilancia y sin poder salir de su país. El artista respondió esta vez con un irreverente videoclip, disponible en YouTube, titulado « Dumbass » ( cabrón, en inglés ), en el que hace mofa de su estancia en la prisión.
Ai Weiwei, reside en Berlín desde 2015, año en el que una de sus obras superó en una subasta los cuatro millones y medio de euros.
NOTA.- Todos los relatos de esta Serie están basados en hechos reales.
Muy interesante comentario para la reflexión.
Por lo general, ese es el normal comportamiento de TODAS -de izquierdas y de derechas- las dictaduras para con los que disiente.
Como en este bloq se comentaba hace algunas semanas, por imperfecta que resulte una democracia es preferible a cualquier dictadura.
Siempre es momento para gritar alto y claro, ¡¡Viva la democracia!!, sobre todo, pensando en quienes siempre han vivido en democracia y, por suerte no conocen lo contrario.
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Nada que añadir a tu comentario que suscribo en su totalidad. Un abrazo, José Antonio.
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Importante comentario:
Las dictaduras, sean de izquierdas o de derechas, ninguna es buena, más vale una democracia imperfecta que una dictadura buena, que no existe a lo largo de la historia.
Los chinos practican en Hong Kong, un régimen económico capitalista y les va bien, me pregunto ¿ por qué razón? – no lo hacen en práctica, en el resto del país
Hong Kong, es una Administración Fiscal Especial, de La República Popular China.
Hong Kong, es un territorio autónomo, y una antigua colonia británica en el sureste de China.
Su centro urbano activo y densamente poblado es un importante puerto y un centro financiero global, con una paisaje lleno de rascacielos como el distrito de Manhatan o el propio New York (Usa).
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Los disturbios que todos hemos visto en televisión relativos a Hong Kong, eran ocasionados por jóvenes que no querían perder los privilegios democráticos que heredaron de la anterior potencia colonizadora : Inglaterra. Su sistema de gobierno es como de una autonomía que no quieren perder porque se les reconoce derechos y libertades de las que no tienen el resto del territorio chino. Lo que quiere el Gobierno chino es suprimir ese régimen especial para igualarlo con el resto, que es de carácter totalitario.
Muchas gracias por tu comentario, Juan Bartolomé Romero. Un abrazo.
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Que crueldad!!
Pero que ejemplo de lucha por la libertad!!!
Es una historia muy bonita.😍
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Esta realidad cotidiana se ha enmascarado por permitir el capitalismo -su enemigo histórico- que les ha llevado a su espectacular desarrollo económico actual, comparable al que hicieron los japoneses en los años 60 del sigo pasado. Por eso le ha salido el grano de Hong Kong, que tienen un régimen especial y luchan por no perderlo porque para ellos sería retroceder décadas enteras. Por eso hemos visto sus revueltas durante los últimos años.
Gracias por tu comentario, Leyre. Un beso.
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No conocía el caso de este escritor y poeta-en realidad no conozco casi nada de China-pero da igual, nada nuevo bajo el sol…Conozco una ciudadana china, abogada y residente en España desde niña, que hablando de estas cosas-hay libros publicados sobre el régimen de Mao, y no pocos-me confirmó lo de las purgas, y me comentó que algún familiar suyo fue objeto de ellas, aunque no en grado tan severo como el narrado en el blog.
No puedo opinar sobre Mao y su mandato. Lo que sí puedo afirmar-con las reservas oportunas- es que hoy día, 50 años después, China es la primera economía mundial y un país con un alto grado de desarrollo; nada que ver con aquella china de los 50, que su presidente va por el mundo y se le recibe y agasaja con honores, y tiene «mando en plaza».
La china de los emigrantes a EEUU hace 200 años, donde los burdeles estaban llenos de chinas y sus compañeros hacían trabajos de penuria …la china acobardada, masacrada y diezmada varias veces por sus «vecinos» japoneses, la china medieval y atrasada…esa ya no existe. Hong Kong ya no es británico-los ingleses tuvieron, a su pesar, doblegarse porque, si no, «pintaban bastos»..- y Gibraltar sí…para nuestra vergüenza. Ahí lo dejo.
Todo poder es abyecto por su propia naturaleza. No voy a defender al régimen de Mao; pero, a veces, es preciso ser duro–coyunturalmente– en aras de un futuro mejor. Lo tenemos con Franco, en su día vitoreado por la naciente clase media y ahora denostado y acusado de la causa de todos nuestros males…siempre cobarde e hipócrita pueblo español…
La democracia es el menos malo de todos los regímenes hasta ahora establecidos, está claro. Incluso las democracias «baluarte» (EEUU, R.U., Francia..Israel, y poco mas) cometen atrocidades «por la puerta trasera». Venta de armas, negocios sucios, etc El mundo es así y no va a cambiar. Es la naturaleza humana.
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Creo que China está desarrollándose desde que se dió cuenta que la ideología comunista era una ilusión para atraer a los parias de la Tierra y manteniéndolos en la miseria, ellos tampoco prosperaban. Ahora que se abrazan a su enemigo secular -el capitalismo- empiezan a ser tenidos en cuenta por el mundo y a desarrollar ese enorme país tan necesitado de ello. En cuanto inicien la senda democrática serán la primera potencia del globo, con el reconocimiento y aplauso de sus pares.
Gracias por tu comentario, José Manuel. Un abrazo.
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