LA APLICACIÓN DEL DERECHO DE ASILO EN ESPAÑA.

Con arreglo a los datos que publica la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, ( CEAR ), el 2.018 fue un año récord en España, en el que se registraron más de 50.000 solicitudes de asilo, exactamente 54.065 y se resolvieron, 11.875. De éstas, solo 2.835 recibieron una Resolución favorable y el resto fueron rechazadas. En el largo camino burocrático, continuaban pendientes desde años anteriores, casi 80.000 ( 78.710, exactamente ). Lo que suponía, el 0,10% de la entonces población española.

Estas cifras, indicaban que España aceptaba solo una de cada cuatro solicitudes, que suponía una tasa de admisión muy inferior a la de los principales países europeos de acogida, siendo en cambio, uno de los de mayor número de solicitudes.

Si hacemos una clasificación de los países originarios de los peticionarios, Venezuela encabezaba la lista con más de 19.000 solicitudes. De ellas, 30 habían sido aceptadas, 1.495 rechazadas y el resto seguían pendientes. Por detrás, se encontraba Colombia con 8.650 peticionarios; Siria, con 2.775 y Honduras con 2.41O.

La tasa de entrada, cayó del 35% al 24% y era la mas baja de los siete países europeos con más peticiones. Alemania era el país que mas derechos reconocía, con el 50% de los expedientes.

Llamaba la atención que los marroquíes aparecieran por segundo año consecutivo, como una de las nacionalidades más numerosas de beneficiarios del estatuto de refugiado. Se trataba de personas a las que se les había concedido protección, por su identidad de género u orientación sexual, aunque también había activistas políticos, víctimas de la represión del régimen marroquí durante las protestas del Rif ( región mediterránea comprendida en el Antiguo Protectorado Español ), avivadas por las desigualdades sociales y económicas de esta zona septentrional de Marruecos .

La posición oficial española, seguía siendo la de siempre….negar esta evidencia, manifestando que: Marruecos, no era un país a cuyos habitantes se les concedía asilo o refugio. Para entonces, de 595 solicitudes pendientes ya se habían concedido 55 casos.

Los datos del año que comentamos y que sirven de referencia, son del año 2.018 y ya revelaban el atasco que sufría la Oficia de Asilo, dependiente del Ministerio del Interior. Los expedientes se resolvían con cuentagotas y había más de dos años de demora para solucionarlos.

En el año 2.019, España, alcanzaba por primera vez, el récord europeo de solicitudes de asilo. La profunda crisis de Venezuela, la violencia que se extendía tanto por Colombia como por otros países centroamericanos, como Honduras, Nicaragua y El Salvador, dispararon los números hasta las 118.000 solicitudes.

El drama de los viajes en patera copaba nuestros telediarios, pero otro fenómeno más silencioso, llegaba a través de los aeropuertos y era y es, uno de los principales desafíos inmigratorios exclusivos de España: son los que buscan refugio en nuestro país, huyendo de la violencia y de la persecución, principalmente de la América hispana.

Conseguir información sobre esta cuestión, se está volviendo difícil e impropio de una democracia como la española porque un Gobierno tan progresista como éste que disfrutamos, fruto de una alianza socialcomunista, no facilita datos, con el fin evidente de no alarmar a la población y hay que estar pendiente de las informaciones que facilita la Oficina Europea de Apoyo al Asilo porque reflejaban unos números de vértigo.

En noviembre de 2.019, se batieron todas las marcas con la llegada de más de 3.600 personas afectadas, a la semana. Y ya en 2.020, durante la tercera semana de enero, se registraron más de 3.700 solicitudes en igual período Se abrió así, un escenario inédito en España, donde no se habían alcanzado cifras similares, ni siquiera en el año 2.015, cuando la guerra de Siria, empujó de golpe hacia Europa, a varios millones de refugiados. Aquel año, Alemania recibía casi 500.000 peticiones y España, apenas llegó a 15.000.

Los cambios de las tendencias migratorias, nunca tienen una sola explicación. Los diversos factores que han hecho que España encabece la recepción de refugiados, comenzó en el Mediterráneo, a la que se añadió la oposición del entonces Presidente norteamericano, Donald Trump, a las caravanas de centroamericanos y sobre todo, la desastrosa situación venezolana a la que ha llevado el régimen de Nicolás Maduro.

Hablar de asilo en España en la actualidad, sigue siendo hablar de Hispanoamérica, donde decenas de miles de personas, huyen de la violencia estructural de sus respectivos países para venir al nuestro, aprovechando los lazos históricos, culturales, religiosos y lingüísticos y donde manifestaban haber encontrado una paz tremenda y una seguridad pública desconocida para ellos. Por esto, de Venezuela provenían el 35%; de Colombia, el 25%; de Honduras, el 5,8%; de Nicaragua, el 5% y de El Salvador, el 4%. Un perfil muy diferente, del de los sirios, afganos o iraquíes que llegan a Grecia, Alemania o Francia.

Ya por entonces, ante el panorama de esta situación que se preveía que se iba a acrecentar con el tiempo, tanto el Defensor del Pueblo español como organizaciones internacionales como ACNUR, ( Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ), llevaban alertando varios años que había que reforzar el sistema de recibimiento porque esas cifras habían cogido a España desprevenida, poniendo al descubierto que la red de acogida y la gestión de expedientes, no solo era obsoleta sino que también seguía siendo insuficiente.

El Ministro de Interior, Fernando Grande Marlasca, reconoció en 2.018 nada más asumir el cargo que la Oficina de Asilo española estaba en una situación lamentable. Aunque la reforzó, no conseguía salir del atasco. Casos que la Ley de Procedimiento Administrativo obligaba a resolver en 6 meses, llegaban hasta los 18 o más.

Las plazas de acogida que gestiona la Secretaría de Estado de Migraciones, estaban y siguen desbordadas y decenas de familias estaban y están, durmiendo en las calles de Madrid, pese a la solidaridad del Ayuntamiento, párrocos, vecinos y activistas.

Volviendo de nuevo a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado ( CEAR ), en el año 2.021, España concedió protección internacional a 7.371 personas, apenas un 10% de los 71.830 expedientes resueltos y quedaban pendientes 104.010. Como se puede apreciar fácilmente, se trata de una cifra escasa y alejada de la media de la Unión Europea, que está en un 35% y eso que la tasa se duplicó desde el 5% del año 2.020. Los solicitantes de asilo, constituyen el 0,14% de la población europea y el 0,13% de la española.

Durante 2.021, solicitaron asilo en España, 65.404 personas, con una caída del 26%, con respecto a 2.020 que el CEAR atribuye a las limitaciones de movilidad por la pandemia china y a la dificultad para acceder a la citas telemáticas para formalizar la petición. Para el año 2.022, se esperaba, sin embargo, no solo volver a cifras previas a la gripe china, sino superarlas y traspasar las 100.000 solicitudes, a las que habría que añadir las producidas por la guerra de Ucrania, ( unas 140.000 ) que ya, por sí mismas han rebasado todas las previsiones imaginables, lo que supondría un crecimiento del 200% o más, con respecto a 2.021.

Por países de origen, las solicitudes más numerosas siguen siendo de Hispanoamérica, encabezándolas Colombia, con 20.320 peticionarios; seguida de cerca por Venezuela, con 19.025; Honduras, con 6.750; Marruecos con 6.355 y Malí con 6.040. La mayoría de solicitantes, como se ve, llegaron a través del Aeropuerto de Madrid-Barajas.

Tal y como estaba previsto, la Oficina de Asilo y Refugio recibió durante 2.0212 un total de 118.842 solicitudes de protección internacional y concedió 35.150. La inmensa mayoría de ellas a personas procedentes de Venezuela, seguidas a muy larga distancia por Malí. Se trata de la mayor cifra de solicitudes desde que hay registros y es un 81,5% superior a las de 2.021 y eso que no incluyen a las 101.037 personas que pidieron amparo por la invasión de Ucrania por Rusia.

LA LEY DEL REVANCHISMO HISTÓRICO.

Los hechos históricos son indiscutibles porque ocurrieron. Y en la mayoría de los casos, pueden datarse y localizarse con bastante precisión. Pero sus causas, consecuencias y hasta el mero desarrollo de los mismos son interpretables. Y lo son desde diversos puntos de vista. No se lee igual la historia si el enfoque que damos a su análisis es social, jurídico, laboral, económico o artístico, entre otros muchos. Y de ese enfoque, dependerá su valoración que además, no ha de ser única sino complementaria a las demás.

Esa y no otra, es la labor de los investigadores: indagar metódicamente, examinar los hechos, aportar pruebas documentales que soporten su interpretación y ofrecer a la sociedad toda la información posible aunque vaya tamizada por las propias ideas del autor porque no analizará igual la Revolución Industrial, un liberal que un socialista o un conservador que un marxista. Pero siempre, se tratará de una interpretación honrada y sujeta a la crítica de los demás porque la Historia no es monolítica.

Un ejemplo claro de ello, lo tenemos en las Cuevas de Altamira, donde la mayoría de estudiosos de su época creyeron que era un engaño, hasta que empezaron a descubrir otras similares sobre todo, en el Mediodía francés. Estaban ante la prehistoria europea y no la veían. Tenían que llegar las cuevas francesas de Chauvet y Lascaux para que percibieran que se encontraban ante lo desconocido. Se trataba del arte prehistórico que representaba la única ventana abierta para comprender el mundo simbólico, incluso cotidiano, de nuestros antepasados remotos que llegaron a Europa hace unos 40.000 años y que dejaron un testimonio de su época pintando en las paredes de sus cuevas.

Ley de Memoria o de dictadura histórica? • Confidencial Andaluz

Querer reescribir la historia y hacerla al gusto propio no es nada nuevo. Lo hicieron los romanos y sobre todo los británicos cuando sufrían derrotas en sus campañas militares. Registraban solo las victorias. Últimamente, el episodio más infame se dio en la Rusia Soviética, sobre todo en la etapa de ese carnicero llamado Stalin que no quedó al descubierto hasta que llegó Nikita Kruschev y liberalizó la Historia Oficial de la dictadura del proletariado. Entonces, supimos cómo se la gastaba el Padrecito de la Patria, como le llamaban en la propaganda oficial, convertido en el mayor genocida conocido hasta ahora, entre asesinatos y desplazamientos de pueblos enteros, a ese paraíso terrenal que era y es Siberia.

Ese mismo cinismo, aunque aún más pedestre, es el que se ha introducido con la revanchista e inútil versión del PSOE y Podemos, de la Ley de Memoria Histórica, con el añadido de Bildu a última hora, con el único propósito de destruir el edificio constitucional que se construyó con la Ley de Amnistía de 1.977, apoyado por toda la izquierda de entonces que esa sí se había enfrentado al franquismo.

Aquella ley de Punto Final, nos ha permitido disfrutar de uno de los períodos de paz y convivencia más largos de la reciente Historia de España y el desarrollo político de un Estado de Derecho convertido en una de las democracias más avanzadas del mundo. La Transición Política de un Estado autoritario a otro democrático a la manera española, se sigue estudiando como modelo político a seguir en la Universidades más prestigiosas de los cinco continentes, especialmente norteamericanas.

El antifranquismo de la actual izquierda, es tan absurdo e ineficaz como podría serlo la oposición celtíbera a la ocupación romana de la península ibérica. Pero oculta, una inadmisible tentación antidemocrática y totalitaria: la de imponer su visión de la Historia de España, negando la libertad de interpretarla de otro modo. Una versión oficial de los hechos que castiga a quien disienta de ellos. Comunismo total.

Pero lo que creo más reprochable de esta nueva Ley, es que obvie las referencias al terrorismo, después de ser el enemigo público número de uno de la España reciente. Por eso, ha ocasionado gran malestar y preocupación en la ciudadanía en general y también político no solo entre los partidos de la derecha sino que también en varios sectores de la izquierda incluidos los socialistas, desde donde se han lanzado varios manifiestos de repulsa en el que hacen hincapié en ese acuerdo con Bildu, herederos de quienes en esa época utilizaban la violencia terrorista como método sistemático de actuación, con las consecuencias dramáticas bien recordadas por todos, sin que este grupo político aún no haya formulado una condena expresa de aquellos crímenes. ¿ Qué tipo de memoria se pretende de la Historia de España en la que el terrorismo no figura ?. Está claro que, esta Ley atenta contra los principios democráticos y no resuelve ningún problema sino que genera más división y más discordia entre los españoles.

¡ HAY QUE VER, LO ANTIGUOS QUE SON ESTOS COMUNISTAS… POSMODERNOS !.

Una de las principales proclamas del antiguo dirigente de Podemos aunque siempre presente, Pablo Iglesias, que ha logrado dejar huella en la izquierda posmoderna, suponía que la Transición Política española hacia la democracia y el Régimen del 78, como él lo denominaba, no era nada más una continuidad del franquismo y una sumisión ante sus herederos. De ahí el empeño, tanto de los socialistas actuales como de los comunistas enmascarados, de intentar perseguir los supuestos crímenes de entonces para que no queden impunes, aprovechando que se estaba tramitando esa ignominia que es la Ley de Memoria Democrática.

Creo adecuado que se mencione, una vez más, la incoherencia de los comunistas españoles en su nuevo intento de aparecer como defensores de los valores democráticos, en un plataforma política que no es más que un disfraz del totalitarismo pasado, presente y futuro.

El 9 de agosto de 2.020, con ocasión de la celebración de las elecciones generales en Bielorrusia, la mayor parte de la comunidad internacional y los más reputados defensores de los derechos humanos, las consideraron fraudulentas. El Partido Comunista Español ( PCE ), sostuvo que el régimen autoritario de Alexander Lukashenko, era víctima de un viejo plan de Estados Unidos y la Unión Europea para desestabilizar el país.

Qué ha quedado de la posmodernidad?

En la página electrónica oficial del PCE, puede leerse que el imperialismo mundial persigue con una cruel campaña mediática a Daniel Ortega que se habría impuesto a intentonas golpistas en las últimas elecciones de Nicaragua cuando todo el mundo sabe que fue un fraude mayúsculo. Y que las marchas pacíficas en Cuba por la libertad del año 2021, serían una injerencia de Estados Unidos contra el Gobierno legítimo de la isla. Como queda expuesto, el PCE tiene una doble vara de medir, según de que se trate un hermano ideológico o no.

La contribución comunista a la instauración de la democracia en España fue valiosa por imprescindible. Aquel período, los necesitaba para que fuera creíble y su aportación fue muy importante. Después, vinieron tiempos muy malos para los seguidores de esta ideología: la caída del Muro de Berlín y el estallido del modelo de sociedad soviético. Ambos acontecimientos destrozaron a tanto ingenuo intelectual que había creído la fantasía comunista.

La respuesta comunista española, a aquellos nuevos tiempos de adaptación, fue la creación de Izquierda Unida ( IU ), controlada por un PCE que nunca se disolvió. El Coordinador General, Julio Anguita, elaboró entonces la teoría de las dos orillas. En una estaría el neoliberalismo del Partido Popular ( PP ) y del Partido Socialista Obrero Español ( PSOE ) y en la otra, Izquierda Unida, defensora de los trabajadores. El siguiente declive convirtió a IU en una fuerza subalterna de Podemos. De las dos orillas, hemos pasado al asalto de los cielos, al lograr formar Gobierno con Pedro Sánchez.

Entrevista a Mario Amorós: “Pasionaria encarnó, como ninguna otra mujer en  el siglo XX, la causa del comunismo y el heroísmo del pueblo republicano  español” |

Ahora que todas las encuestas anuncian la caída de Podemos, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que nunca ha negado su militancia comunista, sigue la doctrina de su idolatrado Anguita para seguir dividiendo a los españoles en dilemas tan antiguos como: los pobres contra los ricos; los de abajo contra los de arriba; la nueva política que ellos representan contra la vieja política de los demás y así hasta el cansancio…..pero siempre enredando. Envuelven un zapato viejo en papel de regalo.

El 18 de mayo de 2.022, presentó su proyecto, al que denomina SUMAR -su embrión andaluz ha dado como resultado RESTAR- al margen de los tradicionales partidos políticos y cuya ideología se ha encargado de ocultar, en la ambigüedad que le caracteriza aunque las formaciones que la apoyan, ( Podemos, Izquierda Unida y Más País y una docena más de grupúsculos ) son todas de la extrema izquierda -a la izquierda de la izquierda. que sutiles- y ese espacio no es otro que el que ocupa el comunismo, con sus diversas ramas.

Aunque yo pensaba que esta mujer lo que quería, en realidad, era refundar esa Casa Común de todos los comunistas, que se llama Izquierda Unida, me he quedado de piedra, cuando ha soltado eso de lo que persigue es conseguir un Movimiento Social… si cambiamos lo de Social por Nacional, volvemos a Franco…Estos gallegos.

Un partido político tan perseguido por el franquismo, como es el comunista, no debería de olvidar el lenguaje que imponen sus admirados hermanos sudamericanos cuando consiguen el poder: todo opositor a sus gobernanzas, es un traidor a la Patria… o debo de decir, Matria.

El pasado 12 de enero, Yolanda Díaz presentó las primeras conclusiones de los 35 Grupos de Trabajo de SUMAR que llevaban cinco meses elaborando una serie de propuestas para dotar de contenido a su proyecto político. Dejó bien claro, una vez más, que no se mueve por la coyuntura de las convocatorias electorales sino que ella trabaja a diez años vista, buscando la unidad de las fuerzas progresistas para evitar que gobierne la derecha.

En este contexto, en el que de nuevo apareció la discrepancia con Unidas Podemos por el control de los tiempos y el anuncio formal de su candidatura. Es por eso por lo que no puedo dejar de mencionar la anécdota gaditana -también hay otras versiones- más propia de sus chirigotas ahora que se acercan los Carnavales que dice que: en España, si metes a cinco comunistas en un taxi, cuando llegan a su destino, han montado cinco partidos políticos y dos coaliciones. y la realidad de la extrema izquierda nacional es esa. No sabe estar unida, no sabe compartir principios, fines y metas… al final, todos quieren demostrar que son más de izquierdas que el otro y el resultado es que terminan más divididos que cuando empezaron.

MIRANDO LA INMIGRACIÓN DESDE EL OTRO LADO

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Los inmigrantes, abandonan su familia y su país con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, debido a diferentes causas : de violencia, de discriminación de derechos, de persecución de cualquier tipo ( raza, religión, orientación sexual… ), de hambre, de tráfico de seres humanos, etc.

Hasta que lleguen al país de destino, normalmente, recorrerán otros antes y tardarán meses o incluso años. En todo el trayecto, lo más probable es que se encuentren con el desarraigo y la explotación sexual o laboral, cosa muy común cuando se encuentran mucho tiempo en la ilegalidad.

Muchos de ellos, acabarán trastornados en su salud mental, debido a las barreras que se encuentran: la soledad, la ruptura familiar para los solteros, el abandono de esposa e hijos para los casados, una nueva lengua, una nueva cultura y muchos sentimientos cruzados. Están aquí pero también allí, en los dos lados.

Muchos vienen del mundo rural, con sus tradiciones ancestrales y se encuentran con sociedades secularizadas, egoístas y decadentes; y por eso, hay choques con mucho impacto. De repente, un joven llega a una tierra nueva y sus valores cambian por completo con respecto a las raíces que sostenían su vida.

La inmigración, es un asunto complejo, con muchas consecuencias, tanto positivas como negativas. Por la redes sociales funcionan muchas noticias falsas que hacen aumentar las actitudes xenófobas y racistas, con argumentos manipulados tales como que están llegando muchos inmigrantes irregulares y que no caben más. Olvidando que tanto España como Europa se van muriendo poco a poco, debido a sus bajas tasas de natalidad.

Sobre esto, hay que decir que con arreglo a los datos oficiales de la Organización de Naciones Unidas ( ONU ) y de la Comisión de Ayuda al Refugiado ( ACNUR ), en el año 2.918, a Europa llegaron 118.000 inmigrantes por mar, principalmente a España, Italia y Grecia. Después, la pandemia china ha afectado a la inmigración de manera importante, reduciendo el número de llegadas ilegales a la Unión Europea, llegando a las cifras más bajas desde 2.009 que fue cuando empezaron a recogerse.

Si miramos un poco para atrás, se puede ver que en el año 2.014, llegaron 247.000; en 2.015 un millón; en 2.016, 360.000. Si damos un salto hasta 2.021, llegaron 112.600, que suponían un 30% más que el año anterior de 2.020. Con arreglo a las cifras, se puede afirmar que cada vez llegan menos inmigrantes. Sin embargo, lo que se está transmitiendo a la sociedad es lo contrario. La razón más clara, parece ser, es que la inmigración es una moneda para conseguir un rédito electoral y por ello provoca miedo, rechazo y tensión.

Las organizaciones de ayuda a este sector, no se cansan de repetir que, en España, no se quedan ni siquiera la mitad de los que vienen y según sus estimaciones, el 66% se van a otros países europeos, principalmente a Francia, que nos devuelve, de media, un centenar de inmigrantes subsaharianos diarios, por los Puestos Fronterizos pirenaicos de Irún y La Junquera. Aunque consiguen pasar al tercer o cuarto intento.

Y señalan que, normalmente, el inmigrante tiene un sueño y a partir de él, ha construido un proyecto migratorio. Ha recogido la información necesaria, a través de la familia, compatriotas, de las redes sociales, de los medios de comunicación… y está decidido a que se cumpla, a pesar de las dificultades que sabe se va encontrar.

Por lo tanto, el inmigrante no viene a ciegas, conoce donde y como quiere ir y que es lo que se va a encontrar – probablemente- por el camino. Todo eso, le hace soportable la realidad de lo que está viviendo en cada momento. Ese ansia de mejora, no lo frena ni el número de muertos ( 769 en 2.018 ) de los que llegan por mar, ni los desaparecidos y que, en 2.021 fueron 3.157, que suponían un 36% más que en 2.020 que llegaron a 2.326. Y como acabamos de ver hace poco en el caso de Melilla, tampoco el resultado de su asaltos a las alambradas fronterizas de Ceuta y Melilla.

Tampoco, a los menores les para que nuestros Centros para ellos estén desbordados, atendiendo hasta el triple de su capacidad, muchos de ellos. Luego, los chicos se escapan y van deambulando de un sitio para otro. Otros, caen las garras de las mafias que los explotan a todos los niveles, sea en el ámbito laboral o sexual. Una verdadera tragedia para quién se presume que deberían de crecer con normalidad y armonía para labrarse su futuro.

El debate, hace tiempo que está abierto, sobre todo para el necesario desarrollo de África, que es de donde proceden la mayoría que llega por mar. Si la gente más joven emigra, si los más valientes y preparados abandonan su país; eso supone una sangría que ninguna nación se puede permitir. De esta manera, vaciándose, el continente africano nunca podrá prosperar y estará destinado a facilitar mano de obra fácil y barata a los europeos.

Si desde España, por la parte que le toca como puerta de entrada y de Europa, como destino de bastantes de ellos, no se toman medidas en origen y en colaboración con los países respectivos, sin olvidar a los de tránsito, no se va a frenar el grado de frustración que siente esta gente al considerarse marginada de la imagen de seguridad y bienestar que proyectan las televisiones en sus receptores familiares y les confirman los amigos y vecinos que consiguieron llegar, cuando cada año regresan al pueblo cargados de regalos para repartir,

Me estoy refiriendo a millones de personas que, además se van a ver afectadas por la próxima hambruna que ha pronosticado la Unión Europea, para la mayor parte de ese continente como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia y los consiguientes problemas logísticos de transporte y distribución de los cereales ucranianos.