El pasado día 6 de julio, se celebró en Madrid la que ya viene siendo habitual manifestación con la que finalizaba la celebración del Día del Orgullo, conocido popularmente como Orgullo LGTBI ( Lesbianas, Gays, Transexuales Bisexuales e Intersexuales ) a la que se sumó el partido político Ciudadanos con su conocida representante Inés Arrimadas en la cabecera de su pancarta.
Esta participación no fue del agrado de bastante de los asistentes como reacción al acuerdo de Ciudadanos con otra formación política, Vox ( al que tildaban de extrema derecha ) para alcanzar la Vicealcaldía y diversas Concejalías en el Ayuntamiento de Madrid y empezaron a insultarlos y a impedir que circularan en el sentido de la marcha. La situación se puso muy tensa y los miembros de Ciudadanos tuvieron que ser evacuados por la Policía para impedir males mayores dada la ira de quienes les habían rodeado.
Enterado de lo sucedido el Ministro del Interior que también se encontraba en la manifestación, dijo posteriormente y cito textualmente que : pactar con quien de una forma descarada trata de limitar los derechos humanos, tendría consecuencias. Justificando así a los violentos e incitando al odio,
Ciudadanos acusó al Ministro de alentar su hostigamiento, azuzando a la masa contra ellos y denunció ante la Fiscalía General del Estado el acoso sufrido, describiendo las amenazas, insultos, empujones, escupitajos, lanzamiento de envases de latas y botellas y sentadas para impedir sus movimientos a diputados del partido. Un escrache en toda regla con nula protección policial. La denuncia que se presentó recogía los presuntos delitos de amenazas, injurias e incitación al odio.
Como respuesta a todo ello, el Ministerio filtró a medios afines, la existencia de un informe realizado por la Jefatura Superior de Policía de Madrid en el que se aseguraba que no había constancia de que se produjeran agresiones físicas, rebajando lo ocurrido a simples insultos y al lanzamiento de algún botellín de agua.
También decía que los dirigentes de Ciudadanos siempre estuvieron acompañados por agentes de paisano y que lo ocurrido fue por culpa de ellos que, en ningún momento, siguieron las indicaciones policiales. Finalmente, acusaba al grupo político de maniobrar para catalizar la acción mediática y publicitaria. El citado informe iba sin firmar y no identificaba a la Unidad Policial responsable de su emisión.
A mediados del presente mes de diciembre, la Fiscalía de Madrid presentó el resultado de la investigación que motivó la denuncia presentada por estos hechos en el que se CONTRADICE radicalmente la versión del Ministerio al considerar probado que existieron las COACCIONES expresadas por Ciudadanos ; al tiempo que solicitaba el archivo de las actuaciones dado que la Policía no había podido identificar a los autores de las mismas.
Ciudadanos ha cuestionado la autenticidad del informe policial que niega su versión de lo ocurrido y ha hecho públicas sus sospechas de que se trataba de un documento creado específicamente para cubrir la responsabilidad del Ministro, Fernando Grande Marlaska, en las afirmaciones vertidas y pide explicaciones al Gobierno por ello, solicitando la identidad, tanto del quien lo pidió y de quien lo redactó, sin obtener respuesta alguna hasta la fecha.
No dándose por satisfechos Ciudadanos, persevera en su actitud de demanda de información a través del Portal de Transparencia y consigue que el Director General de la Policía le comunique que : no admite a trámite la solicitud formulada en su día, en base a que, se trata de un informe interno cuya divulgación supondría un perjuicio para la seguridad pública puesto que este tipo de documentos contienen datos y análisis que afectan a la seguridad ciudadana para prevenir las actuaciones terroristas que pudieran producirse en una concentración de una gran cantidad de ciudadanos y para evitar actos delictivos en general y por esto resulta evidente que estos datos afectan a la seguridad y no pueden difundirse.
A estas alturas de esta historia nos encontramos con que todo un Ministro del Gobierno -en funciones- de la Nación, denuncia a unos ciudadanos de haber simulado ser víctimas de unos delito que nunca se produjeron y que jurídicamente podría encajar en la figura penal de la acusación y denuncia falsa. Además, realizada por un juez que hasta ahora, gozaba de reconocido prestigio profesional en su larga trayectoria destinado en la Audiencia Nacional y que acaba de destruir por no querer admitir su calentón y pedir disculpas por su error o dimitir directamente. Además, cuando los acusados piden que se les concrete que autoridad les señala y con que fundamento, el Ministerio se niega a hacerlo, alegando seguridad pública.
En esta España nuestra que se ha convertido en un esperpento diario – a veces más de uno- mientras dirige sus destinos Pedro Sánchez, estamos llegando al escalón superior y que es el paroxismo. Me refiero a la burla que supone la redacción de la respuesta ( sublime en su gramática ) que pasa de los riesgos que puedan poner en peligro una manifestación -de las que se dan con tanta frecuencia en Madrid, sin consecuencias- a una amenaza terrorista ( inexistente porque si no la citaría ). La redacción del texto es tan defectuosa que expresa una literatura confusa, ajena al lenguaje policial y cuyos directivos se habrán carcajeado de su lío gramatical.
Es pasmosa la facilidad con que se mezclan conceptos tan sencillos -para los profesionales de la Policía- y entendibles para la población, como seguridad pública, seguridad ciudadana, seguridad nacional, terrorismo y prevención policial. Este atropello de un miembro del Gobierno progresista más avanzado de todos los tiempos que además es magistrado de profesión, demuestra claramente y una vez más, en manos de quienes estamos.
Hace unos dias que se acaba de publicar que, según las indagaciones realizadas ante fuentes policiales próximas al Dispositivo de Seguridad realizado con ocasión de la manifestación citada, el mencionado informe se habría hecho en la estructura del Ministerio ( de ahí que no dominen el lenguaje policial ) sin recoger siquiera el testimonio de ninguno de los agentes que escoltaron aquella tarde a los dirigentes de Ciudadanos para sacarlos de la encerrona en la que se encontraban. Por lo que se puede afirmar con rotundidad que la versión oficial de los hechos comunicada a la ciudadanía es ficticia.
La gravedad de estas revelaciones, ha motivado la solicitud de comparecencia urgente del Ministro Grande Marlaska por parte de Ciudadanos en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para que explique quien fabricó el informe de las agresiones sufridas en la manifestación del Día del Orgullo.