Numerosos especialistas y observadores de la problemática que representan en España los Menores Extranjeros No Acompañados ( MENAS en el lenguaje policial ) se quejan de las cifras dispares del número de menores extranjeros que acoge nuestro sistema de protección, según la fuente consultada y el momento en el que se haga. Ello se debe a que hay un elemento muy importante que no se tiene en cuenta y es en virtud de esta situación por la que varía su número: la movilidad de los menores. Motivado porque se nos suele olvidar que, gozan de un sistema abierto en el que pueden salir a la calle a diario, con un horario establecido y que no todos los acogidos respetan.
En los últimos cuatro años ( 2.017 – 2.018 – 2.019 y 2.020 ) son cientos las desapariciones de menores extranjeros que no regresan al Centro donde residen porque muchos de ellos, mayormente adolescentes, se marchan a otras Comunidades Autónomas y hasta otros países, donde creen que van a disponer de mayores recursos y ayudas para conseguir sus fines. Hay niños ingresados de 50 nacionalidades distintas y las desapariciones voluntarias las encabezan los marroquíes, seguidos de los rumanos y españoles.
Este fenómeno empezó a adquirir tintes preocupantes en 2.018, cuando las oleadas de pateras colapsaron nuestra sistema de acogida y cientos de menores se agolparon en salas y pasillos, durmiendo tirados en el suelo. Y el último episodio -por ahora- se ha dado en Ceuta, cuando miles de niños y adolescentes pudieron atravesar la frontera el pasado mes de mayo, que gustosamente habían abierto las autoridades marroquíes.
Ahora, muchos de ellos, especialmente los magrebíes ( más los marroquíes ) utilizan los Centros de Menores como albergues para dormir o como turismo intercentros. El itinerario suele ser La Línea de la Concepción, Sevilla, Granada, Madrid, Bilbao, San Sebastián y Barcelona en el territorio nacional y Francia, Alemania y Suecia, a nivel europeo. Se van donde ellos consideran que van a estar mejor, según el boca a boca. Otros, los menos, vuelven cuando las cosas le han ido mal. Viajeros hay muchos por eso su control resulta tan difícil.
Las avalanchas del 2.018 hicieron desbordar el sistema de protección y el hacinamiento de las instalaciones produjo problemas de convivencia y circunstancias de tensión, dentro y fuera de los edificios, con numerosas solicitudes de auxilio policial. La situación ahora parece controlada pero la presencia de la Policía ha sido constante en los aledaños de los Centros. Los vecinos de los barrios próximos suelen estar bastante divididos entre quienes no quieren a los menores allí y desean que se marchen -los mayoritarios- ; los que se organizan para ayudarlos u otros que se muestran indiferentes.
Un reflejo de que la vida de los niños y adolescentes extranjeros transcurre a la vista de todos es ver como pasan sus dias en las aceras y los bancos de los jardines públicos cercanos a las instalaciones. Algunos de estos chicos, terminan escapándose en virtud de su proyecto emigratorio, No pueden ser retenidos porque la legislación española les reconoce la libertad de movimientos. Hay otros que, parece que se transforman porque han usado tres o cuatro identidades distintas, aprovechando que llegan a España indocumentados, interesadamente, para dificultar su edad y devolución a sus países originarios. Algunos son mayores en Cataluña y llegan a Madrid con otro nombre, afirmando ser menores. Todo esto genera un solapamiento de identidades que anima a pensar en las razones de las desapariciones.
El coste económico de una plaza para un menor -independientemente de su nacionalidad- corresponde en su integridad a las Comunidades Autónomas con carácter exclusivo, como así lo recogen todos los Estatutos de Autonomía. Su importe varía de una región a otra – lo que cada Comunidad apruebe- y no hay un patrón homologable. En la Comunidad de Madrid cuesta 4.203 euros, por ejemplo. Lo habitual es que cubran los siguientes servicios para los menores de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años : alojamiento adecuado, su limpieza, cuatro comidas diarias que respeten sus creencias religiosas y culturales; suministro de ropa y material de aseo ; sanidad completa más gastos médicos a nivel de gafas, sillas de ruedas, prótesis, ortopedia, odontología y ortodoncia ; así como la escolarización completa y el materia necesario. Más pequeñas aportaciones para gastos ordinarios que suelen ser 15-20 euros a la semana.
Finalmente, la Dirección de los Centros se encarga también de facilitar la comunicación de los menores ingresados -niños y adolescentes- con sus familiares de los países de origen para informarles de su situación y evolución del menor. Y desde luego, obtener la documentación necesaria para regularizar su estancia en España.
Según la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado correspondiente a 2.018, presentada públicamente en septiembre de 2.019, a 31 de diciembre de 2.018 había ingresados en los diversos Centros de Menores de todo el territorio nacional 13.796 Menas. El gasto medio de una plaza en estos lugares se puede establecer en unos 150 euros diarios ( 4.500 euros mensuales )- existen instalaciones desde 50 a 300 euros diarios- lo que daría un resultado de casi 800 millones de euros anuales ( exactamente 744.984.000 euros ).
Según el último informe publicado por el Ministerio de Derechos Sociales, correspondiente a 2.019, de los 23.209 niños acogidos en Centros u otros recursos residenciales, el 59,5% eran extranjeros (13.809 ).
Esto es un caos inmigración, al existir 17 planes de integración completamente diferentes, que siguen líneas dispares, y que funcionan de manera irregular
Las competencias actuales a las comunidades autónomas, debe revertir a la competencia nacional del gobierno de España, y de la Comunidad Económica Europea.
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Desde la Constitución Española se asignaron las competencias de Menores a las Comunidades Autónomas y todo el mundo entendió que era adecuado por razones de proximidad. Lo que nadie podía prever entonces era el fenómeno inmigratorio que empezó a llenar los Centros con niños y adolescentes extranjeros y llegar al colapso en 2.018 sin que desde entonces se haya solucionado el asunto, ni se ampliaran el número de plazas. En estas circunstancias veo muy difícil que el Gobierno central eche una mano de un tema que no le va a traer más que complicaciones y desde luego nunca va a revertir la competencia a su favor.
Gracias por tu comentario, Juan. Un abrazo.
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Esta vez no me aguanto más, intolerable que cueste mantener a estos menas más de 4.000 euros mensuales, y que un autónomo después de cotizar 40 años cobre 800 euros, es de cárcel para los que lo autorizan. Que se les dé comida y cama bien, pero temporalmente y después a su país de origen. Estamos llegando al límite de lo humanamente exigible. Una viuda española recibe sobre 400 euros mensuales, y tiene que pagar casa, luz, agua, etc. ¡ vergonzoso e inhumano!. Estoy escribiendo desde el móvil y no saldrá bien redactado, lo siento pero es que se me abren las carnes. ¡ viva nuestro social-comunismo ! , un abrazo amigo y que Dios nos ampare.
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Además del coste de una plaza para los menores extranjeros que es la misma que para los niños españoles, lo que ocurre es que ellos son mayoría y cada vez son y serán más. No bastante con ello, están apareciendo Comunidades Autónomas que están creando sistemas de ayuda para cuando se abandona el centro al alcanzar la mayoría de edad y los están metiendo en el Programa de Renta de Inserción Social ( creación de Podemos ) con una asignación mínima de 400 euros hasta los 21 años. Así estos jóvenes logran permanecer en España para siempre en lugar de marcharse a sus respectivos países una vez formados y contribuir a sacarlos del subdesarrollo. Lamentable. Y encima nos quieren convencer que estos chicos nos van a pagar las pensiones del futuro.
Gracias Fernando por tu comentario. Un abrazo.
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Gracias por ilustrarnos Juan, una vez más. Resulta curioso que tras el ingreso de España en la Unión Europea, estemos sometidos a una especie de suplantación poblacional por nacionalidades extraeuropeas.
Resulta curioso que dichas ayudas no vayan destinadas a familias españolas -europeas- que para sí, ya las quisiéramos. Resulta curioso que hoy, estemos infinitamente peor que hace 40 años, si es que en aquel entonces lo estábamos.
Europa no solo demuestra nuestra perdida de soberanía en casi todos los sentidos, sino el verdadero origen de todos nuestros problemas.
A los hechos me remito. Quien desee ojear las estadísticas de la España de hace 40 años –sobre todo para los que no vivieron aquella época–, les auguro que se llevarán no pocas sorpresas.
En mi opinión España debería de plantearse salir de la Unión Europea más pronto que tarde, como recientemente lo hicieron nuestros vecinos los británicos. Del mismo modo que los británicos se protegen con sus relaciones norteamericanas, España debiera hacer lo mismo pero con Hispanoamérica. En nuestra gran familia hispanoamericana se encuentra nuestro verdadero futuro, legado que nunca debiéramos haber abandonado.
Y no es que no desee formar parte de una comunidad étnica y culturalmente familiar y enriquecedora, como es la europea, pues lo que hoy es la Unión de la vieja Europa, demuestra precisamente el suicidio de la misma. Todos los grandes estadistas hace tiempo que hicieron sus números: En menos de 100 años, los autóctonos habremos sido suplantados por africanos, se trata de un genocidio silencioso. Esto no son teorías conspiracioncitas, !son hechos!
Saludos
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Creo que bastante del desarrollo actual de España se debe a las ayudas que hemos recibido para alcanzar la media europea. Y ahora empezamos nosotros a ser contribuyente neto en lugar de beneficiado neto durante los últimos 40 años. Sin el respaldo de la Unión Europea no habríamos podido parar ni el separatismo vasco, ni el frustrado golpe de Estado catalán, ni muchos menos la última -aunque vendrán mas.- de las crisis con Marruecos. No tenemos ni las ganas, ni la decisión británica de marcharnos de Europa. Aquí los Gobiernos de turno no van más allá de mantenerse durante el mayor tiempo posible y no hay Proyecto de País, ni desde luego Política Exterior. Somos un país mediocre que no cuenta en el escenario internacional. ni en ninguna de las grandes decisiones. En estas condiciones y para mí, mejor ir acompañado que solos. Seríamos un desastre.
En el tema de Hispanoamérica no quiero ni entrar por no llorar. Nuestra izquierda se avergüenza de nuestro legado y es incapaz, siquiera de protestar, por la campaña actual contra nuestros descubridores, atacando sus monumentos por unas turbas indigenistas incultas y manipuladas. Países como o México, Argentina y ahora Perú, dirigen la atención de sus pueblos hacia los conquistadores españoles que dejaron 32 lugares que han alcanzado la calificación de Patrimonio de la Humanidad, mientras que los Imperios británicos, francés, alemán u holandés, no han conseguido ni uno ara loque dejaron allí.
Gracias por tu comentario, JuanGa. Un abrazo.
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