La torpeza política de nuestros gobernantes actuales, han puesto de moda la figura de Franco y de su legado para denostarlo. Ahora, se insulta a los rivales con la expresión : ¡ eres un franquista ! ; lo que indica el desconocimiento de unos personajes que van de superiores. Tengo que recordar aquél dicho popular y tan español, de que : la ignorancia da mucha fe.
Cualquier acercamiento a este personaje, sea militar, sea a su caudillaje, sea a su Régimen ; no puede venir de prejuicios establecidos, ni desde la óptica deseada, sino desde la perspectiva histórica, que es la lente que le da la vuelta a muchas cosas que creíamos asumidas.
La militancia franquista o republicana es muy perniciosa para la labor histórica. Por eso, critico la manera con que se ha enfocado la exhumación de los restos de Francisco Franco, del Valle de los Caídos, donde nunca debieron de estar, porque no era un caído de la Guerra Civil y el monumento era un homenaje a todos los fallecidos de uno y otro bando. Franco, hay que recordarlo, murió 36 años después de finalizar la contienda fratricida.
Para sacar sus restos de la tumba actual, hay que hacerlo con mucho cuidado porque ganar batallas contra muertos es muy mala política y aparece siempre como un acto político de revancha. Una victoria pírrica. Tratándose de una figura relevante de nuestra Historia – mal que le pese a muchos- toda actuación contra él requiere consenso político, parlamentario e intergeneracional. A veces, es mejor no hacer nada que hacerlo rápido y mal.
La información disponible hasta ahora, indica que Franco quería ser enterrado en las cercanías de su residencia oficial de El Pardo, en la zona de Mingorrubio, en el término municipal de Madrid. El panteón se construyó en ese lugar, en 1.969, en la creencia que él fallecería antes que su esposa, a la que llevaba 8 años de edad y cuyos restos reposan allí, desde el año 1.988 en que falleció.
Fue el entonces Presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro quién, en el ultimo momento, decidió llevarlo al Valle de los Caídos, poniendo al Rey Juan Carlos I en una tesitura a la que no se podía negar y de la que no era partidario. A la familia Franco no la consultaron, fue una decisión del Gobierno.
Por eso ahora está costando tanto trabajo sacarlo de allí, sin haberlo pactado con la familia y armando tanto ruido. Es lo que ocurre cuando la política de la memoria no se hace con acuerdos transversales, pierden todos.
A nuestros radicales de la izquierda hay que recordarles que, nuestra democracia no es heredera de la Segunda República por más que se empeñen sino del agotamiento del franquismo y del proceso de negociación entre los dirigentes reformistas del Régimen y los de la oposición que forzaron, no una reforma del mismo, sino su desmantelamiento.
La Constitución Española de 1.978, que algunos todavía no han leído y otros deberían de releer porque no se han enterado, es radicalmente contraria a los principios del franquismo aunque el proceso para llegar a ella haya sido de negociación y no de ruptura como a muchos les hubiera gustado. El resultado es de un calado tan radical como si hubiera habido un desplome.
Aquello fue posible porque la correlación de fuerzas, tras las primeras elecciones generales, obligó a un proceso constituyente y por eso ahora disfrutamos de un grado mayor de democracia, tolerancia y derechos civiles que en países en los que hubo una revolución, como es el caso de Portugal.
Eso explicaría por qué hay todavía mucha gente -partidos políticos incluidos- a los que les cuesta mucho condenar el franquismo; porque nadie se traga que nos traten de imponer ese cuento de hadas de que todos eran buenos menos cuatro generales que se echaron al monte.
Porque durante el mandato de Franco, media España era franquista y la otra media estaba callada. Los ejercicios de antifranquismo retrospectivo tienen poco alcance moral y nulo interés historiográfico.
Como bien dices, su voluntad, al parecer, era esa, la de estar enterrado en El Pardo, por lo que esta escoria revanchista e indocumentada, lograría respetar la voluntad de Franco. Por otro lado, creo que sus restos no están allí
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Gracias, José Ramón por tu comentario. Un abrazo.
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Nada que cuestionar, comparto plenamente tu análisis de la exhumacion del Caudillo, un fuerte abrazo
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Muchas gracias por tu comentario, Fali. Me alegra que coincidamos en este asunto. Es un placer. Un abrazo.
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Me encanta!!!!
Cada uno ahora que seque sus propias conclusiones!!!!!
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Gracias Leyre por tu comentario.
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Hola Juan
Acabo de leer tu pequeña crónica tomando en casa un café en una mañana tranquila de domingo. Me ha gustado, y en líneas generales la suscribo. Franco realmente no creo que hoy día interese a nadie (salvo a restos de nostálgicos patéticos) y es lógico; lo que no impide que se intente sacar rédito político a su figura incluido la ubicación de sus restos por la izquierda. Pero todo es pura fachada, falsaria, y que esconde sus perversos y ocultos fines, que es la propaganda política. La gente yo creo que ya está harta, inmune a estos mensajes.
La llamada «izquierda»-término ya algo trasnochado y manido que se intenta recuperar sin demasiado entusiasmo por la sociedad actual-narcisista ella, y siempre creyéndose en posesión de la verdad-su «verdad»-nunca acabó de digerir su derrota en la lamentable guerra civil.Y mucho menos, que el régimen perdurase tanto tiempo sin especial descontento de aquella población, casi toda ella ignorante en lo cultural e indolente-o quizá sabia- en su modo de vivir el día a día sustrayéndose de la política, como mas o menos sigue hoy día. Es nuestro ADN mediterráneo.
Y una parte de esa segunda o tercera generación, sin haber vivido el régimen, lo denostan; y, sobre todo, tratan de vivir de eso, pues casi todos ellos son activistas-yo diría cuentistas-políticos…
Franco debería ser enterrado junto a su mujer o donde dijese su familia. Ya hace años que se debería haber hecho, pero de un modo discreto y sin crear demasiados problemas. Eso es.
Pero han llegado estos «listos», y han tratado de ser los adalides del antifranquismo, pero la jugada les ha fallado, les ha salido el tiro por la culata; y ahora, sonrojados en su derrota, están callados y un poco avergonzados.
Esto no tiene mas vuelta de hoja.
Franco está muerto y bien muerto está. Y a correr y mirar hacia adelante, que menudo pastel se está montando y pergeñando en el país, gracias a esta «caca» de Constitución que tenemos. Mucho artículo estéril, mucho bla bla bla…y en lo tocante a lo realmente relevante-la división de poderes, sistema electoral, y estructura político-geográfica del país-un desatino total. Una bomba de relojería. En esto, amigo, siento disentir de ti. Y me temo que llevo razón.
Saludos.
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Muchas gracias por tu comentario, José Manuel. Ya sabes que disentir -en si mismo- es bueno, te apartas del pensamiento único y exhibes tu singularidad. Demuestras su formación y no te dejas manipular. Viva la discrepancia y el derecho a ejercerla.
Un abrazo.
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España tiene un problema. La insensatez de la actual generación de «niñatos» que están en la primera línea política.
Una vez más, repito, que con estos dirigentes políticos, en España no hubiese habido; ni pactos de la Moncloa, ni Constitución, en definitiva no hubiese habido transición.
No me importa absolutamente nada, que estos, se estén cargando y dilapidando a sus respectivos partidos, lo grave, y eso sí me preocupa, es que guiados por ellos estamos llegando a la fractura social. Y el asunto tratado sirva como ejemplo.
Y gracia a la Constitución del 78 que no les permite hacer más barrabasadas.
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Buena reflexión la tuya, José Antonio, como siempre. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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¿Dónde querría esta persona estar enterrada? No lo sé, y tampoco me quita el sueño. Podríamos, a falta de una nota del sujeto, suponer que su familia no desearía desde luego que lo fuera en una cuneta de carretera, o en los márgenes de un cementerio, o en un mísero barranco de algún lugar olvidado. Por de pronto no estaría de más que las personas que sí están en sitio “no adecuado” fueran llevadas a uno digno de ellas, porque YA SABEMOS que no tuvieron ocasión personal de dejar nota que expresara su voluntad.
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Si relees el artículo, queda reflejado donde el personaje y su familia tenían proyectado ser enterrado porque para eso hicieron un panteón familiar específico. Si no está allí es por otras razones que también explico. Referente a los otros fallecidos – a los que yo no he hecho ninguna referencia- los hay localizados y notificados a sus familiares y otros de los que se desconoce su paradero y en virtud de la Ley de Memoria Histórica, se trata de hallar para entregárselos a los suyos, que son los verdaderos deudores. Los muertos son de sus familiares y no del Gobierno de turno.
Como siempre, Víctor, gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Sí, el personaje comentaría alguna vez su deseo de reposar en Mingorrubio, pero dado su ser gallego, quiso dejar ese anhelo en una nube, no ponerlo negro sobre blanco. Y ahora yace entre difuntos blancos y difuntos rojos, como si su estancia entre ellos tratara de ser apaciguadora. Los primeros entraron en una guerra que no emergió de una convulsión social (de abajo arriba) sino de una calculada conveniencia (perfectamente estudiada en la numerosísima bibliografía al respecto, donde se recoge también el deseo de los REBELDES de dar el golpe de estado de la forma más brutal posible –véase la figura de Emilio Mola–) muy planificada y financiada. Los segundos, los “rojos” (según la terminología franquista posterior, que tendría cierto prurito en denominarlos simplemente combatientes republicanos), se encontraron con una agresión a la que malamente podían hacer frente por motivos también muy bien conocidos.
Estoy de acuerdo en que es un tema que debería de hallarse (NO DORMIR, que los temas históricos están para ser estudiados, no relegados) en las estanterías de Historia de España (y Mundial, que no estamos solos), no en las trincheras políticas. Pero la vida es así, son heridas que en la transición no quedaron bien cerradas (POR MIEDO, cosa comprensible), y ahora sangran un poquito. Para que dejen de hacerlo, creo que sería mejor llevar a los difuntos (del color que sean) a lugar adecuado para su reposo. Ese, en mi opinión, no lo es, ni siquiera para Franco.
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Nada que añadir a tu comentario. Entrar en tu especialidad es un error para mí que no pienso cometer. Ahí está tu opinión bien expuesta y para mí, no hay nada más que decir.
Víctor, gracias por tu comentario, como siempre. Un abrazo.
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No, Juan, en absoluto es un error que opines de cuestiones históricas, donde en todo caso tendrías tu propia opinión, siempre válida y muy respetable. El tema desde luego es palpitante aún hoy en día. En Historia (la de aquí y todas) es básico el conocimiento de los HECHOS, en forma de documentos, testigos, pruebas materiales (¡nos «suena», claro!), etc., pero a renglón seguido se ha de tener en cuenta la necesaria INTERPRETACIÓN de los mismos, que lógicamente varía para cada persona, y que NO SOLO ha de dejarse en el ámbito de los estudiosos o profesionales de la Historia. El apunte sobre Emilio Mola lo he recogido de fuentes documentales fiables (es decir, no se le achaca la real o supuesta brutalidad como simple opinión, sino basada en datos de la documentación histórica). Por lo demás, mi criterio es que todas las personas merecemos un enterramiento digno, sean cuales sean nuestros “méritos”.
Por su repercusión histórica, Francisco Franco Bahamonde será durante mucho tiempo (SIGLOS, amigo Juan) un personaje controvertido y fuente de abundantísima bibliografía. Ten presente que un personaje (aunque distante del anterior, y no solo en el tiempo) como Felipe II genera y generará kilómetros de estanterías repletas y controversias sin fin, y eso que han pasado 421 años de su fallecimiento. Pero claro, polémicas, en este caso, circunscritas al puro ámbito histórico… por lo general. Un abrazo.
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Apreciado JUAN tú lo has dicho:
«La Constitución Española de 1.978, que algunos todavía no han leído y otros deberían de releer porque no se han enterado, es radicalmente contraria a los principios del franquismo aunque el proceso para llegar a ella haya sido de negociación y no de ruptura como a muchos les hubiera gustado. »
Por tanto es hora de pasar página. No es de recibo que con cargo a los presupuestos generales del Estado se mantengan monumentos y ordenes religiosas dedicadas a la loa de un dictador. Basta de transigir con privilegios octenidos de las sangre vertida por españoles de uno y otro bando. Basta de mirar a otro lado y consentir que esta familia se comporte como si España fuera suya o les debiese algo. No, españa es nuestra y no les debe nada.
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El problema que yo he planteado en este asunto es de formalidades, no de fines. Se trata de que, siguiendo el espíritu de nuestra transición política, los asuntos que puedan crear polémicas o divisiones se hablen, se negocien, se busquen soluciones duraderas entre las partes en conflicto. Todo este lío de Franco se ha formado -en mi opinión- por el exceso de soberbia del Gobierno actual que como muestra de su poder quieren disponer de un muerto sin contar con su familia y como se está viendo, eso no se puede hacer en un Estado de Derecho como el nuestro. Prueba de ello es que el Gobierno sale y Franco permanece. Vaya torpeza más grande y encima en período electoral….
De todas formas, Pepe, gracias por tu comentario. Un abrazo.
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