Rosa, la madre, era viuda y tenía 39 años. Julio, su hijo mayor, 14 años. Madre e hijo habían discutido porque ella no le dejaba ir a un concierto de música rock que se iba a realizar con ocasión de las fiestas del pueblo, próximas a celebrarse.
El chico se reunió con los chavales de su pandilla, mayores que él y los convenció para que le ayudaran a darle una lección a su madre, para que se enterara de una vez » quién era él «.
Julio y dos amigos más, de 16 y 18 años, se presentaron en su casa a la una del mediodía. Rosa estaba en la cocina preparando la comida. Sin mediar palabra, Julio le tapó la boca a su madre -a la que sorprendió por detrás- mientras que sus compañeros se ensañaron con ella. Uno de los amigos, golpeó a la mujer con un bate de béisbol en la cabeza. El otro le clavó varias veces una navaja en el estómago, un costado y un brazo. Julio no le hizo a su madre ni un rasguño aunque tampoco movió un dedo para defenderla.
Los gritos de la mujer alertaron a los vecinos que acudieran a socorrerla, mientras los chicos ganaban el portal y con ello, la calle. Una patrulla policial trasladó a Rosa a un hospital, mientras le decía a los agentes que los autores de la agresión habían sido » los dos amigos de su hijo Julio y su chico «. Según el parte médico, Rosa sufría múltiples contusiones, varias de ellas en el cráneo y cinco cortes, uno de ellos profundo, por arma blanca.Tuvo que permanecer ingresada por espacio de siete dias.
Diez minutos después de la agresión, el hijo se entregó en la Comisaría. A los otros dos hubo que detenerlos.
Durísimo relato. Induce a reflexionar sobre los valores que estamos inculcando a los jóvenes.
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Así es Antonio. La crisis de valores que inunda nuestra sociedad hace que bastantes de nuestros jóvenes deben de conseguir lo que deseen al precio que sea. Gracias por tu comentario.
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A sus 14 años, mi abuelo fue caminando a Madrid (265 km), a trabajar en la carbonería de unos conocidos. Y no es que no tuviera experiencia laboral, no, que ya había trabajado en una guarnicionería, en el pueblo. A sus 14 años, mi padre empezó a trabajar en un comercio del pueblo, pensó que no aguantaría dos meses, pero estuvo toda su vida. Y a mis 14 años, yo no estaba trabajando, sino estudiando en un Aspirantado de La Salle en Salamanca, con lo cual estaba perfectamente feliz, pues estimaba que era «lo mejor” que podía esperar, y perfectamente desgraciado, pues con 11 años me habían desgajado de mi familia, de mi pueblo, de mis amigos de infancia. Pero estaba en unas circunstancias que para sí hubieran querido mis antepasados, y a ellos tenía que dar las gracias. Cuando con esos 14 años fui de vacaciones al pueblo –distante 53 km– era un extraño para los amigos, pues hablaba de una forma muy rara, un extraño para la familia –tíos, primos, abuelos, etc–, pues daba las gracias por todo, y un extraño en mi casa, porque comía lo que me ponían en la mesa –antes no– y, sobre todo, NO HABLABA EN VOZ ALTA.
Cuando un año después salí de La Salle, lo primero que se les ocurrió a mis amigos fue REEDUCARME: entendían que con esas maneras no lo pasaría bien en la vida. Resultó imposible, y bien que nos esforzamos, maestros y alumno. No hubo nada que hacer. Hasta hoy. Y eso que me hubiera gustado decir tacos, pero no me salían.
No hace muchos años, acudí a dar una charla –creo que esa vez fue sobre drogas– a un centro escolar de Salamanca. Entramos en el aula el Director del centro y servidor, y, ya en la tarima, como chicos y chicas (de unos 14 años) no se habían “acomodado” todavía, le pregunté al docente: ¿Tienen costumbre estos chicos y chicas de no ponerse en pie y decir “buenos días” al entrar Vd. u otro profesor, y de sentarse antes de que se les indique? Sí, me contestó.
Pues por ahí –respondí– deberíamos empezar.
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Excelente comentario, Víctor : muy ilustrativo. Gracias por participar.
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No es ni más ni menos que la educación que les estamos dando a nuestros hijos. Hay que partir de la base que la educación se enseña en casa y se complementa en los colegios. Esto viene de muy largo, no es de ahora. Ahora se está acrecentando a pasos agigantados.
Hay que hacer una reflexión sobre los políticos y los medios de comunicación. Ambos tienen mucho que ver. Los políticos con tantos derechos para los jóvenes y POCAS OBLIGACIONES. Los medios en la profusión de las noticias cuando algún menor ha hecho algo delictivo. Salen y salen una y otra vez en dichos medios y, claro, hay que emularlos.
Posiblemente no viene al caso, pero ahi tenemos el caso de Marta del Castillo. Pues bien sus asesinos reciben cartas de sus admiradoras. ¿Es normal?
En fin, es muy complejo. Viene de dos décadas por los menos.
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Amigo Higinio, coincidimos plenamente en tu comentario. Un abrazo.
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Entre todos la matamos, y ella sola se murió. Este dicho popular podría ser el epitafio futuro de España. Digo «podría» porque el futuro es incierto aunque algo tenebroso…Todos tenemos parte de culpa (yo estoy tranquilo porque nunca he votado a esta partitocracia impostada, excepto la primera vez y con desgana).
El problema de fondo, es que la sociedad española en su conjunto es inmadura–al menos con respecto a buena parte de los países de Europa occidental–llevamos, queramos o no, esos cuarenta años de retraso del antiguo régimen. Es algo parecido con Rusia: llevan el retraso de esos 80 años de paréntesis comunista.
Cuando Franco murió, el pueblo confundió la tan ansiada libertad personal y social recuperada–que no política, pues nunca se ha restaurado una verdadera democracia–con la permisividad parental, el colegueo a los profes y no profes, el que a los polis eran amigos y se les podía tutear, etc. Es decir, se perdió el respeto y la buena educación porque aquello eran cosas del pasado represor. A partir de ahí, todo fue evolucionando a peor, y el escenario actual es el que es: Un «petit bordel» como dirían los franceses.
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Muchas gracias José Manuel, por tu comentario. Un abrazo.
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El articulo es fiel reflejo de la sociedad la juventud esta en un libertinaje no libertad, reflejo de la actitu de muchos padres o le ponemos remedios o tendremos que lamentar despues desgracias se tendrian que hacer programas de concienciacion, ya que creo los medios de comunicacion tienen algo de responsabilidad por no decir culpa.
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Alejo: estamos recogiendo los frutos de lo que se sembró hace muchos años. Familias desectructuradas, fracaso escolar, abundancia de «ni-nis» ( ni estudian, ni trabajan ). Como no se corrija ésta tendencia, que ya dura años, mal panorama para el futuro.
Gracias por tu comentario-
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madre mia la historia de rosa me ha dejado sin palabras por eso educacion es muy importante para creer un mundo un poco mejor gracias
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Completamente de acuerdo con tu comentario Koba. Un abrazo
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