En el capitulo anterior, había dejado una pregunta sin contestar: ¿ cuales son las razones que explican la criminalidad oculta ?. ¿ Por qué el ciudadano prefiere no denunciar ante la Policía el haber sido víctima de un delito ?.
Voy a intentar dar algunas respuestas:
a).- Algunos delincuentes, tras asaltar a la víctima, la amenazan de muerte para que no denuncie el hecho. A veces, se apoderan del DNI del perjudicado para que se sienta coaccionado al saber que conocen su domicilio y restantes datos, con lo que el temor a una posterior venganza -en él o en su familia- muy bien puede tener como consecuencia, el hecho de no poner lo sucedido en conocimiento de la Policía.
b).- Se puede afirmar, a tenor del resultado de la mayor parte de las encuestas realizadas que el ciudadano en general, siente una gran desconfianza -hoy en día- hacia la administración de la justicia.. El proceso normal que la sociedad demanda, según las mismas encuestas, sería: comisión del delito – detención policial – juicio equitativo y condena adecuada. Y esto, por múltiples causas, se sabe que no siempre es así.
c).- Cuando una frase arraiga en la sociedad es porque posee un contenido, un fondo innegable de veracidad. El dicho aplicado a los delincuentes de que entran por una puerta y salen por otra, se ha repetido y se repite hasta la saciedad, con lo que parece que se está defraudando el deseo de justicia de la víctima.
d).- La cifra negra de aquéllos delitos contra la propiedad en la que los delincuentes se apoderan de dinero en metálico -sobre todo si la cantidad es pequeña- , es la más abultada. El perjudicado sabe perfectamente que, en la mayoría de los casos, no va a recuperarlo y ello puede decidirle a no denunciar.
e).- También hay que reconocer las múltiples molestias que pueden causarse al denunciante de un hecho, muchas veces por la falta de coordinación administrativa interna de la Policía , entre la denuncia que se hace ante unos agentes e investigación de la denuncia que se hace ante otros y no quiero dejar de reconocer que los mismos Policías no siempre hemos estado exentos de culpa en este sentido.
f).- Equivocadamente, el ciudadano estima inútil denunciar un hecho cuando presume que la Policía no va a detener al autor. A este respecto, sería deseable alguna campaña publicitaria que hiciera llegar a la sociedad, el gran interés que tiene la Policía por conocer todos los delitos que se cometen. Mal se puede planificar la lucha contra la delincuencia cuando se ignora dónde, cómo, cuando y qué delitos se llevan a cabo.
g).- Respecto al mal entendido temor hacia la Policía, hay personas que no se atreven a ir a la Comisaría, bien a denunciar un hecho delictivo o a informar si es delictivo el hecho en el que se han visto envueltos. Evidentemente, hay que acercar mucho más la Comisaría al ciudadano aunque en los últimos años se han logrado importantes avances a través de los Programas de Participación Ciudadana.
Sin ánimo de haber querido ser exhaustivo, si he querido mostrar las causas principales de aquellas infracciones penales que la Policía no llega a saber y por ello, no puede combatir. Cuando llegan quejas ciudadanas sobre inseguridad pública en cualquier barrio o zona de la ciudad, lo primero que hace la Policía es consultar la Estadística Criminal Policial y lo habitual es que las quejas no coincidan con las denuncias.
Muy bien explicado … haciendo uso de una narrativa comprensible para todos los ciudadanos.
Enhorabuena !
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Muchas gracias Javier por tu comentario.
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Totalmente de acuerdo. Desconocimiento total, por parte del ciudadano, de la importancia de la denuncia.
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Muchas gracias, José Antonio. Un abrazo.
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Un porcentaje muy alto de denuncias se puede resolver por Internet: me refiero a los delitos leves contra la propiedad. En lugar de esperar en la Oficina de Denuncias ¡a veces horas!, se debería poder denunciar, con plena validez, por Internet, o bien acudiendo a esa Oficina y rellenar un formulario, llevándose el denunciante una copia. Tiempos modernos. Y la Dirección General de la Policía lo sabe. ¿Por qué no se hace así? Por el sistema de denuncias policiales, que genera un resultado de ESTADÍSTICA. Con la estadística hemos topado, Sancho. En estas cosas, y en otras múltiples… ¿por qué no mira el Ministerio del Interior a lo que nos rodea? ¿por qué el delincuente genera tantos derechos al mismo tiempo que la víctima los pierde? ¿por qué la reincidencia no implica ingreso inmediato en prisión en delitos flagrantes o con pruebas abrumadoras? ¿por qué se estima tanto la reinserción cuando no deja de ser una entelequia, algo que decimos que debe existir pero que sabemos que no existe, como los alienígenas? Abundan los casos en España de delincuentes detenidos 70 u 80 veces, en ocasiones más de cien, y no se les cae la cara de vergüenza ni al partido que gobierna, ni a los partidos de la oposición. No se trata desde luego de castigar por maldad, sino de dar cumplimiento CABAL al Código Penal. Parece al menos que se nos quiere convencer de que el Mal es absolutamente ineludible, y que el castigo, cuando «no hay más remedio que aplicarlo», ha de ser lo más corto y bondadoso posible. En definitiva, asumir entre todos los ciudadanos la pena. Los ciudadanos «del común», porque el que tiene alguna posibilidad, se rodea de mil medidas de seguridad.
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Estimado Víctor, hace varios años que la Dirección General de la Policía para facilitar las denuncias del ciudadano, estableció, a través de internet, la Oficina Virtual de Denuncias en la que puede denunciar una relación muy corta de hechos pero muy numerosa en cuanto a víctimas y que por su importancia voy a reproducir aquí:
– Pérdida, sustracción y recuperación de documentos y efectos.
_ Sustracción y recuperación de vehículos, así como de efectos de su interior.
_ Sustracciones en establecimientos y domicilios.
Y para los turistas extranjeros, el teléfono 902.10.21.12 . en cuatro idiomas: inglés, francés, alemán e italiano.
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Sí, lo sé. Pero en la práctica no funcionaba. O no funcionaba en lo que yo conocía, por motivos que ahora mismo se me escapan. La verdad es que el sistema lógico yo lo veía así, en el tema «hurtos al descuido» (porcentaje muy alto de hechos denunciados): la víctima acude a la Comisaría, rellena un impreso autocopiativo, se lleva el ejemplar «verde», y santas pascuas. Lo revisa el funcionario de noche (que suele tener menos trabajo) por si hay algo de interés, y por la mañana al archivo. Y, además, como los impresos van numerados, se genera la estadística correspondiente. Eso, por no nombrar Internet, que funcionaría de modo similar. También en mi experiencia, un porcentaje alto de denuncias era falso, porque el ciudadano se ahorraba unos euros. El Jefe solía incitar al responsable de la O. de Denuncias a -en la práctica- regatear con el denunciante, dudar de la veracidad de lo que iba a denunciar, etc… Penoso, pero cierto. Y todo por una estadística que, de verdad, importaba poco, porque quien quiere engañar y engañarse lo hace con facilidad: el problema no estaba en el denunciante, sino en el chorizo, que campaba a sus anchas -y campa- con toda la alegría del mundo.
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Estimado Víctor, interesante reflexión la tuya basada en la experiencia diaria.Un abrazo.
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Muchas gracias por ese blog me alegro mucho que yo a partir de ese blog pues aconsejare sobre todo los inmigrantes que muchas veces somos víctimas y por el miedo nos callamos gracias
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Gran artículo que recoge con un argot cercano la citada problemática.
El tiempo de espera en las ODAC, factor clave…
¿Cuantos robos se denunciarían si la interposición de la correspondiente denuncia no fuera un requisito necesario para el cobro de los seguros?
El aumento de personal en las ODAC y su correcta formación…un primer paso.
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De nuevo María José, coincidencia plena en el diagnóstico del problema. Se nota cuando uno trata con una gran profesional. Un abrazo.
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