Desde la Edad Media, existía la Santa Hermandad que era algo así como una especie de Policía integrada por vecinos que iban en cuadrillas y que debían velar para que no se cometieran delitos en los caminos y ámbitos rurales. Una variedad de guardias de su época que si no actuaban a tiempo los malhechores quedaban impunes por lo que su habitual retraso llegó a ser objeto de crítica y lamento proverbial.
Esta milicia, armada y creada por Isabel la Católica para luchar contra los ladrones y bandoleros en el campo del Reino de Castilla, estaba formada por los vecinos de diferentes pueblos del camino que contribuían proporcionalmente a su mantenimiento, utilizaba procedimientos sumarísimos contra los delincuentes y se convirtió en una institución muy temida. Estuvo activa casi cuatro siglos.
En el Reino de Aragón no tendría tanto éxito. En 1480, especialmente en Huesca, se produjeron graves altercados que provocaron una enorme inseguridad. Su rey Fernando II el Católico, esposo de Isabel La Católica, se veía incapaz de lograr cierto orden con sus propias fuerzas que estaban empeñadas en la larga Guerra de Granada que no culminaron hasta el 2 de enero de 1492. Dado el buen resultado que la Santa Hermandad estaba dando en el Reino de Castilla, decidió crearla también en el suyo, entrando en funcionamiento el 1 de enero de 1488.

La oposición de la nobleza y otros estamentos a esta nueva institución que se veía como un instrumento de la monarquía para ejercer un mayor poder absoluto que estaba fuera de la jurisdicción de los fueros y su control, provocó que en las Cortes de Tarazona de 1495, se admitiera la supresión de la Santa Hermandad por un período de diez años aunque en diciembre de 1506 Fernando volvió a implantarla en un segundo intento pero la animadversión hacia esta institución no había decrecido con el tiempo y finalmente fue suprimida por las Cortes de Monzón en 1510.
Mientras tanto, siguió en funcionamiento en el Reino de Castilla nada menos que hasta el año 1834, momento en que fue disuelta de forma oficial aunque hacía ya una década de su práctica desaparición. Pero durante mucho tiempo y a pesar de las dificultades, fue una organización policial realmente importante sobre todo en zonas rurales.
El uniforme de la Santa Hermandad destacaba porque llevaba un chaleco de cuero que dejaba ver la camisa interior que tenía las mangas de color verde. De ahí que cuando llegaban tarde a una situación delictiva, se utilizaba irónicamente la expresión: ¡ A buenas horas mangas verdes !. El origen de esta frase tiene ya medio milenio de historia y se remonta a los tiempos de los Reyes Católicos. Según parece, era bastante habitual que esta especie de policía rural llegase tarde a detener a los delincuentes.

Esta expresión tan curiosa que se utiliza frecuentemente en español, tiene un significado claro ya que se emplea cuando la solución ha venido por otra vía o no llega oportunamente o ya no tiene interés. Es decir, que se lo decimos a alguien que quiere resolver algo que ya hemos aclarado nosotros o que ya no hace falta que intervenga. Su sentido además, encierra una crítica a nuestro interlocutor porque se censura la demora en atender las necesidades o solucionar los problemas.
La Santa Hermandad está considerada como el primer cuerpo policial de Europa y siempre tuvo muy mala imagen ante la población. Existió desde 1476 hasta 1824 cuando nació la Policía General del Reino, bajo la monarquía de Fernando VII. Se constituyó como una corporación que reunía en ella otras hermandades que ya existían dedicadas a perseguir malhechores.
Por aquel entonces, el sistema de comunicaciones era muy deficiente formado, en muchas ocasiones, por caminos que seguían las antiguas calzadas romanas construidas muchos siglos antes por no hablar de que el transporte terrestre más veloz era el caballo. Esto hacía que cuando se producía el altercado, entre que llegaba la noticia a los miembros de la Santa Hermandad y estos acudían al escenario de los hechos, estos ya hacia tiempo que se habían perpetrado y poco podían hacer por evitarlo.

Existió un Consejo de Hermandad, creado como órgano supremo cuyas competencias eran todas las relacionadas con la Santa Hermandad, desde su nacimiento en las Cortes de Madrigal en 1476, presididas por Isabel La Católica. Desapareció en 1498, debido al fracaso mismo del sistema que querían implantar, en parte debido a la presión fiscal que recaía sobre los pueblos y por el fin de las circunstancias excepcionales que habían incurrido en su creación con motivo de los preparativos de la Guerra de Granada.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Santa_Hermandad
Excelente artículo de la Santa Hermandad, desconocía su historia. Gracias, don Juan, por ilustrarnos.
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Gracias a ti por leerlo. Un abrazo.
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Gracias por la tan curiosa ilustración. Me pregunto si la Santa hermandad tuvo también lugar en América.
Un abrazo Juan.
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La Santa Hermandad también se implantó en Hispanoamérica. Empezó por Nueva España y llegó hasta el Río de la Pla
ta, es decir, todo el territorio americano hispano.
Gracias por tu comentario, JuanGa. Un abrazo.
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