En la década de los años 70 del siglo pasado, la propaganda oficial de todo el Gobierno cubano desplegaba una información contagiosa y atrayente para los jóvenes de la época, entre los cuales me incluyo. Se había logrado en la isla caribeña el Paraíso Terrenal -a pesar de ser ateos- donde todo el mundo era feliz.
Luego, con el tiempo descubres que toda Arcadia tiene su mecánica de publicidad atractiva de igual manera que el amor tiene sus símbolos; de que la fiesta sagrada de la Revolución en la que creías realmente ya olía a zapato viejo pese a parecer un sueño martilleado. Cuando aparecieron una ristra de sospechas que pude confirmar, llegué a la conclusión de que las revoluciones las hacen unos pocos que se creen que son todos.
Esta reflexión empezó a iniciarse a finales del mes de noviembre del pasado año cuando el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitó la isla cubana ; porque ese viaje provocó malestar en algunos sectores españoles, expectativas en otros e incluso decepción antes de empezar el mismo. Sobre todo en la disidencia anticastrista.
Con arreglo al programa del viaje, nuestro Presidente no tenía previsto reunirse con ningún opositor -no lo hizo- pese a tener varias peticiones para ello, ni iba a ser solidario -no lo fue- con los presos políticos tan abundantes en la isla. Lo que se traducía en bastante pena después del derroche de energía que venía gastando para exhumar los restos de Franco y acabar con los vestigios del franquismo.
Fue a Cuba a estrechar las manos, divertirse y fotografiarse con los dirigentes de una dictadura oprobiosa que lleva 60 años con un único partido -el comunista- , miles de fusilados y decenas de miles de represaliados políticos, de los cuales más de cien se pudren en las cárceles del país.
A este Edén terrenal lo han denunciado numerosas organizaciones humanitarias por sus continuas violaciones de los derechos humanos, seguidas de las numerosas detenciones arbitrarias, las restricciones para viajar, el trabajo obligatorio de los condenados….y otros minucias parecidas.
Mención aparte se merece citar la nueva esclavitud que hace el Gobierno cubano sobre el personal cualificado -especialmente médicos- que trabaja en el extranjero a través de convenios de colaboración -que más parecen de alquiler de mano de obra- por las condiciones draconianas que imponen a los mismos. Se tienen que ir solos, su familia no puede salir de la isla en cinco años -son realmente rehenes del Gobierno- y ellos se van para ocho años en los que no pueden volver durante ese tiempo. Las autoridades cubanas cobran sus emolumentos y les entregan un tercio de lo percibido. Si alguno tiene la tentación de no regresar, se le retira el correspondiente título oficial para que no pueda ejercer en el país de adopción. A este proceder, en España, se le llama explotación laboral, delito criminal previsto y penado en nuestro Código Penal que lleva emparejado penas de prisión.
Desde que triunfó la Revolución cubana en 1.959, hasta mediados de los años 80 del pasado siglo, al menos una treintena de movimientos guerrilleros surgieron en Hispanoamérica, inspirados, impulsados y financiados por las autoridades castristas. En la implicación de uno de ellos murió el Che Guevara, en Bolivia, en 1.967. En la actualidad no queda ninguno de ellos salvo el Ejército de Liberación Nacional ( ELN ) colombiano que ha pasado de ser una guerrilla insurgente de extrema izquierda cuando se fundó en 1962, a una organización criminal especializada en el tráfico de drogas y secuestros de personas para poder subsistir.
Aquella revolución caribeña cautivó a los mejores políticos, artistas e intelectuales de la época y un tipo de novela esplendorosa brotó bajo su sombra. Hasta el cristianismo participó de su embrujo justiciero con la teoría de la liberación. Pero esa fe parece hoy haber terminado. De ella quedan -cuando mucho- discursos vacíos, promesas y consignas que, de tanto repetirse sin realizarse, han perdido su sentido.
Para quienes creyeron que otro mundo era posible y que la fraternidad podía imponerse al egoísmo ; constatar que sus deseos abonaron la intolerancia, el abuso y la pobreza ; duele y quita el habla. Ha de ser por eso que hoy, la izquierda honesta está muda ante tanto atropello.
El movimiento revolucionario cubano está lleno de charlatanes profesionales que ya han perdido la fe y de gestos que desprovistos de significado, hoy parecen burlas. En Cuba, ya no vive nadie -aún- de la tarjeta de racionamiento mensual, ni del sueldo que el Gobierno paga. Ellos mismo lo resumen así : aquí unos hacen como trabajan y otros hacen como que les pagan. Con el salario oficial que está establecido, el equivalente a unos 26 euros mensuales, los cubanos se mueren de hambre.
La mayor parte de la economía nacional cubana se desarrolla fuera de la estructura oficial comunista. Los que trabajan para una empresa pública lo hacen para tener acceso a los bienes que pasan por ahí: los camioneros al petróleo, los panaderos a la harina, los albañiles al cemento….Luego los roban como hormigas y lo venden en el mercado negro.
Es una costumbre adquirida que hace todo el que puede y que ningún cubano reprocha a otro por hacerlo. Si hubiera que describir el funcionamiento de la economía cubana, habría que decir que, en realidad, se trata de un capitalismo salvaje y libre de impuestos. Este proceso de degradación no es nuevo pero ahora se encuentra en una etapa terminal, ya nadie habla de socialismo y es notorio el renacer de una nueva burguesía.
Aunque las condiciones de vida de la inmensa mayoría de cubanos sigue siendo muy precarias, este pequeño grupo que está protagonizando los cambios, viaja, tiene internet en casa ( lo instalan empresas piratas ) y le sirve de fachada al dinero proveniente de fuera del sistema.
A estas alturas, ya nadie cree en el régimen político cubano porque lo ha matado el orgullo, el autoritarismo, la burocracia, el fundamentalismo, la arrogancia y el control. Quiso ser el Mundo Nuevo y se ha transformado en el conocido Mundo Viejo. Desde hace tiempo, su objetivo no es la justicia social sino la supervivencia y por eso ya no salen en su defensa los espíritus atrevidos e irrespetuoso.
Eso que alguna vez encarnaran los barbudos de Sierra Maestra, hoy les apunta con el dedo y los condena. ¿ Cómo pueden estos viejos seguir hablando de Revolución si luchan, día y noche, para que nada cambie ?.
En Cuba, ha fracasado un intento, un atrevimiento, una esperanza y una pretensión que ya no volverá a presentarse. A los cubanos, la renuncia a la ilusión comunista, los ha matado para siempre. Ya no sigue en pie la tarea de mantener vivo el espíritu de una comunidad, de hacer que cada hombre sea también responsable de los otros y lograr que, la libertad de cada persona no sea enemiga de la de los demás. Ya nadie se atreve a pensar de nuevo, a recuperar la ilusión, solo quieren dejar atrás sin complejos, aquella izquierda fracasada y pervertida.
Sus Majestades Los Reyes de España, visitarán la isla mañana lunes día 11 de los corrientes, ( donde permanecerán hasta el jueves, día 14 ) en viaje programado por el Presidente Sánchez que, ni adrede hubiera sido más inoportuno : al día siguiente de la celebración de unas importantes Elecciones Generales en España. En el Programa del Viaje no figura recibir a ningún miembro de la cada vez más importante disidencia política porque el Gobierno español no quiere molestar a su homólogo cubano. Al igual que hizo Pedro Sánchez cuando estuvo alli.
Menos mal que durante el mismo no se ha previsto ningún contacto con dos de las más ilustres personalidades con las que coincidirán en los Actos del 500 Aniversario de la fundación de La Habana porque Sus Majestades se han negado a fotografiarse con ellos. Son los Presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro y el de Nicaragua, Daniel Ortega.
Habría que recordarle a nuestro hoy Gobierno socialista que tanto usa y abusa de la Memoria que, el Partido Socialista Obrero Español ( PSOE), en 1.978, registró en el Congreso de los Diputados una Moción en la que se oponía al viaje que Sus Majestades Los Reyes de España, entonces Juan Carlos I y Sofía , iban a realizar a Argentina en noviembre de aquel año, en el marco de una gira que también les llevaba a México y Perú.
Aquel viaje fue calificado por el de la vergüenza por visitar a un régimen militar que presidía el General Jorge Rafael Videla y reclamó la comparecencia de Marcelino Oreja entonces Ministro de Asuntos Exteriores, que no hizo más que respaldar la conveniencia de la visita. A continuación, habló Manuel Fraga Iribarne, como representante de la entonces Alianza Popular para apoyar también el viaje.
Una vez en Buenos Aires, nuestro Monarca recibió a La Liga por los Derechos del Hombre, cuyos representantes le plantearon la situación de los desaparecidos del Régimen Militar, entre los cuales también había españoles.
Un común denominador de todas las dictaduras o regímenes totalitarios, es el CONTROL. Hace un tiempo, un reyezuelo de esos (tipo Castro, Kim Jong–Un, etc…, cualquiera, vamos) llamó a su vicepresidente. «Vamos a montar unas elecciones». El vice respondió asombrado: «¿Unas elecciones?» Si. «Pero… ¿unas elecciones pequeñoburguesas?» Sí. «Y si nos las ganan?» «¿Y para qué crees que te he llamado? De que no las puedan ganar, te vas a encargar tú». Hace unos días, ocurrió en uno de esos países “revolucionarios”, donde siempre tiene el poder el Pueblo, pero nunca gobiernan otros que los mismos. Cara al exterior, ha de parecer que convocas unas elecciones democráticas; pero… el Pueblo no puede equivocarse, y para no equivocarse le tienes que conducir al voto que necesita: el tuyo. Y, si aun así se equivoca, montas un número burdo para desbaratar la comedia. Tan burdo, que no haya duda que lo has urdido Tú mismo, es decir, el propio Pueblo soberano que nunca se equivoca (como el Apagón de Bolivia). Pero tampoco hay que jugársela si no te apuran: un partido único (Partido Comunista, BAAS, etc.) te soluciona la papeleta, con el añadido ventajoso de que las elecciones te sirven para depurar material sobrante o gastado, a modo de Purga. Y además puedes sumar un pizquín de humor, como permitir la concurrencia de “otro” partido (p.e., el Partido Agrario de Polonia, concurrente con el Partido Comunista).
Otro axioma común es la existencia de un ENEMIGO. Todos los totalitarismos y/o populismos tienen algún enemigo que define su razón de ser por encima de todo: el Comunismo (para Franco, Pinochet, Videla…), el Capitalismo (para las dictaduras que son o dicen ser marxistas), el pertinaz Bloqueo yanqui, la pertinaz Sequía, etc. Este enemigo ha de ser tenaz, recurrente y peligroso, de tal manera que el Pueblo se convenza de la necesidad de estar “alerta”, “vigilante”, ya que además aquél suele ser astuto e insidioso, mezclándose con piel de cordero entre el inocente rebaño. El Pueblo necesita tu Poder, tu Ejército, tu Policía, que son “su” salvaguarda.
Y por último (aunque hay muchos más ingredientes), la CORRUPCIÓN y el ENRIQUECIMIENTO, que vienen a ser tradicionalmente lo mismo. Pero esto, que suele ocurrir “on line”, viene a conocerse en el futuro, cuando el Dictador (de no haber muerto), y sus allegados, se abanican apaciblemente en el yate no lejos de los ahorros… mientras el Pueblo, lejano ya en todos los sentidos, restaña las heridas.
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Has expuesto todo un manual revolucionario que es el que siguen todos los populismos actuales -antes comunismos-para hacerse y perpetuarse en el poder en nombre del pueblo pero sin el pueblo, no vaya a ser que descubran la pantomima.
Excelente reflexión para diferenciar la realidad de la propaganda. Gracias por tu comentario, Víctor. Un abrazo.
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