Como consecuencia de la crisis de refugiados sirios del año 2.015, se introdujeron controles fronterizos europeos, de manera temporal, que expiraron el pasado 11 de noviembre.
Pero la continuidad de la amenaza terrorista yihadista y sobre todo, la desconfianza de los países centroeuropeos hacia sus socios que controlan la Frontera Sur Exterior de la Zona Schengen, tales como Grecia, Italia y España ; amenazan con perpetuar unos controles fronterizos que convierten en papel mojado los Acuerdos de Schengen sobre el Espacio Europeo Libre de Fronteras Interiores, que entraron en vigor en 1.995.
Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega comunicaron por escrito al Consejo Europeo su firme intención de mantener los controles fronterizos interiores hasta por lo menos el presente mes de mayo de 2.019. A ellos se unió Francia, que ya lo hizo en octubre, válido hasta el pasado mes de abril.
La Comisión Europea no ocultó su malestar por la adopción de esta medida que debilitaba a la Zona Schengen considerada, junto a la moneda única, uno de los logros más importantes en la historia de la integración del continente europeo. Añadiendo que había que considerarlo como un paso atrás la prórroga continua de estos controles desde hace cuatro años.
El organismo comunitario mantiene la presión sobre los seis países que se han blindado para que sustituyan la petición sistemática de documentación en las fronteras interiores por otras medidas de vigilancia y cooperación policial menos intrusivas pero igual de eficaces. Pero las decisiones de renovación de los controles dejan claro que ninguno de los seis socios citados, ve posibilidad de a corto plazo, de levantar las barreras.
Las cartas enviadas por estos países a la Comisión en las que comunicaban su decisión, son todo un alegato de quejas y reproches contra los Estados de la periferia encargados de evitar la porosidad del perímetro fronterizo sur exterior debido a su situación geográfica. Las acusaciones van desde la falta de control para evitar los denominados movimientos secundarios, es decir, cuando los inmigrantes entran en un país periférico de la Unión Europea ( UE ) y siguen su camino sin ser controlados ; hasta la constancia de un importante incremento en el uso de documentación falsificada que pasa desapercibida en la Fronteras Exteriores de Schengen.
La amenaza yihadista, sobre todo en Francia, también es esgrimida como motivo para no permitir la libre circulación de personas, sin trabas.
La realidad es que, tras estas excusas que son ciertas, lo que persiguen los países centroeuropeos con la supresión temporal del Espacio Schengen, es tan solo una estrategia para garantizarse la posibilidad de expulsar a los inmigrantes que lleguen procedentes del país vecino.
Tras el fracaso de la regulación de estas devoluciones conocida como Dublín-II, que preveía la devolución con acuerdo mutuo, los países del interior prefieren cerrar las fronteras y forzar el retorno al socio comunitario por el que ha pasado el inmigrante.
Estos seis países se han mostrado dispuestos a levantarlos tan pronto como mejore la situación pero de momento, lo que en 2.015 empezó como una decisión coyuntural ya ha cumplido cuatro años y Bruselas teme que sean solo los primeros.
El nuevo ejecutivo europeo resultante de las elecciones del próximo domingo día 26, deberá de enfrentarse a este y otros problemas de distinta índole que han ido quedando pendientes para la nueva agenda política.
Considero que aunque sea un paso hacia atrás «los 6» no van mal encaminados como medida restrictiva de acceso a sus fronteras ante la amenaza terrorista. Puede que esté diciendo una barbaridad, pero de que manera si no se puede frenar la amenaza a la que estamos sometidos????
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Los países centroeuropeos se han visto obligados a tomar esas medidas ante la inacción de la Comisión Europea. La Política Inmigratoria Común ha sido un fracaso tras otro y la debilidad del Consejo ha hecho el resto. Ante la inmigración ilimitada que se nos viene encima se necesita un claro y enérgico proyecto común contra estas avalanchas y una autoridad firme que lo sostenga, sancionando -si fuera necesario- a los países incumplidores. Mientras no sea así, cada socio europeo buscará soluciones por su cuenta -como ocurre ahora- sin tener en cuenta si afecta o no a sus vecinos. Las elecciones europeas del próximo domingo tendrán que enfrentarse a este reto que visto hasta hoy, no ha entrado en la campaña española.
Gracias Leyre por tu comentario.
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Si cada uno actuamos por nuestra cuenta no estaremos en el camino correcto 😦
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Hola, asunto muy interesante y polémico, sin duda; y no menor como ya se puso de manifiesto en el chat semanas pasadas.
Italia ahora debe tener cierto blindaje de sus «frontera mediterránea» (llamémosla así…), pero la situación en Grecia -intuyo- debe ser «manifiestamente mejorable». Y la de España ya sabemos como está: sin comentarios.
Ciertamente, tenemos que esperar a ver qué pasa tras las elecciones al Parlamento europeo dentro de unos días. Me temo que «pintan bastos», como se suele decir, y que se va a producir un giro a la derecha -por llamarlo de alguna manera- lo que conllevará aún mas al endurecimiento de la situación. La gente va tomando conciencia de que la «invasión» a Europa-sobre todo musulmana-no es ninguna broma, y eso se va a notar en los resultados.
Por ello, creo que la actual situación (me refiero a los controles existentes, inter-comunitarios, dentro de la zona Schengen) no solo se van a mantener- y con cierta razón, creo yo- sino que se van a endurecer y algún país se va a sumar a los restrictivos y existentes, sobre todo por el Norte. Mal que le pese a Alemania…
Yo creo que es mejor así. El «buenismo» de la llamada socialdemocracia está llegando a su fin. Me sumo a VOX y a Trump: Inmigración sí, pero con control y profesionalmente selectiva. De otra manera nos comerán poco a poco.
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Poco que añadir a lo que has manifestado. Es previsible una mayor potenciación de las Fronteras Exteriores para garantizar la libertad de circulación por la Europa de Schengen. La política inmigratoria debe de ser común y respetada por todos. Como digo en el articulo, el Acuerdo de Schengen es uno de los mayores logros de la Unión Europea que ha supuesto la eliminación de barreras y controles, que han llevado riqueza y modernidad a todos los países asociados. Y, en mi opinión, se debe de mantener porque creo que es el camino a seguir. Veremos que pasa después de las elecciones europeas.
Gracias José Manuel, por tu comentario. Un abrazo.
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Los problemas importantes, o se abordan de forma global y conjunta o difícilmente serán capaces de encontrar soluciones válidas.
Europa, tan solo es Unión ó Comunidad, si lo es, a efectos económicos. En lo político cada país va «a su puñetera bola», y así les luce el pelo.
Con el tema de las fronteras y la Comunidad Europea, ocurre como en las comunidades de vecinos cuando hay un problema de goteras, para quien vive en el primero, no es problema de la comunidad, sino de los vecinos de la última planta que son los que se mojan.
Que se elabore y se aplique una política común, o que se permita a cada país a protegerse y defenderse como mejor lo crea conveniente, pero después que no vengan tocando las narices con sanciones y violaciones de derechos.
Y después de la elecciones europeas del próximo fin de semana, mi opinión es; nada nuevo bajo el sol y más de lo mismo. Cada eurodiputado 9.000 €/mensuales, más gastos y prebendas.
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Nada que añadir a tu comentario, José Antonio. Gracias por hacerlo.
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