Lugar destinado a la divulgación policial en el que se tratan aspectos estructurales de la Policía Española y se relatan historias de las víctimas de los delitos.
La Semana Santa católica tiene su origen en otra acontecida durante el Pésaj ( Pascua judía que recuerda la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud egipcia ) del año treinta después de Cristo ( d. C. ) que fue escenario de un meditado plan. En término generales, las funciones de cada uno habían quedado claramente repartidas para que no hubiera sorpresas. Los jefes de los saduceos ( secta judía cuyos miembros ocupaban los principales puestos sacerdotales ) Anás y Caifás, -que controlaban el Templo de Jerusalén- llegaron a la conclusión que era necesaria la muerte de un tal Jesús de Nazaret.
Alegaron para ello que la predicación del Reino de Dios por parte de este galileo podía provocar la suspicacia de los romanos y acabar generando un conflicto perjudicial para Israel. La realidad era más compleja ya que Jesús predicaba la teshuvá de los profetas ( volver a los orígenes del judaísmo ) que no era más que la necesidad de que el ser humano se volviera hacia Dios y le dejara ser el rey de su vida, cambiándola radicalmente. Semejante cercanía entre Dios y cualquiera convertía al Templo de Jerusalén en innecesario y a sus sacerdotes en inútiles.
Como además se rumoreaba que Jesús podía ser el Mesías prometido y que incluso curaba a los enfermos y expulsaba a los demonios de sus mentes, su suerte quedó echada. Dado que el invasor romano había prohibido a las autoridades religiosas el privilegio de ejecutar la pena capital, los saduceos decidieron que una vez apresado Jesús lo entregarían al gobernador romano para que este lo condenara a muerte.
La detención, el interrogatorio y la cesión a los romanos fue fácil pero entonces apareció el primer escollo. Poncio Pilato, el Prefecto romano, no estaba dispuesto a crucificar a nadie por una cuestión religiosa relacionada con el extraño Dios de los judíos que ni siquiera permitía que lo representaran.
Los saduceos salvaron el obstáculo afirmando que como iba diciendo a la gente que era el Mesías, Jesús se proclamaba Rey de los judíos y esa condición era incompatible con la del Emperador romano. El gobernador no quedó convecido pero preocupado por si se generaba un problema de orden público, dispuso la muerte de Jesús en la cruz siguiendo la tradición romana para que no solo se le matara de esta manera sino también para mutilar y deshonrar el aspecto físico del condenado ya que el control sobre el propio cuerpo era vital en las culturas antiguas y denotaba la pérdida del honor.
En apariencia, todo este asunto había quedado zanjado conforme al plan previsto, sin embargo, al cabo de tres dias la tumba de Jesús apareció vacía y decenas de personas comenzaron a decir que lo habían visto de regreso del Hades ( reino del dios griego ) y que incluso habían comido con él.
Pasada una década, ninguno de los principales saduceos ostentaba su cargo y Pilato también había sido destituido y llamado a Roma. A esas alturas, los seguidores de Jesús habían llegado a la capital de Imperio Romano y su número había aumentado tanto que el Emperador Claudio tuvo que expulsarlos. Cuarenta años después las legiones romanas de Tito destruyeron el Templo de Jerusalén y con él se extinguieron los saduceos después de casi tres siglos de existencia.
Pocas veces habrá salido tan mal un plan. Prueba de ello es lo que recuerda esta Semana Santa.
A pesar de vivir ya en el siglo XXI aún no se ha logrado la adecuada conexión entre las dos culturas que dividen a la sociedad moderna -las ciencias y las humanidades- suponiendo un grave problema para la resolución de los conflictos que afectan a la convivencia diaria y al bienestar de la población. Aunque esta falta de relación no es de ahora, sí ha tomado una nueva forma: la separación de los intelectuales de la política. Pocas veces habían estado alejados tanto los librepensantes y los asuntos de los ciudadanos.
Los pensadores críticos son hoy una especie en vías de extinción. Temen la política y se diría que la política muestra una indiferencia absoluta por todo lo que se pudiera denominar intelectual. Hay otros muchos que piensan que estos tiempos corresponden a un declive de la razón crítica; que los estudiosos se han distanciado de la esfera pública para acercarse a un mundo cada vez más profesionalizado y más empresarial; que están perdiendo su autoridad moral para dirigirse al poder al tiempo que se muestran incapaces de realizar sus funciones de una manera independiente y valorativa. Nunca se habían mostrado tan profundamente opuestas la conciencia crítica y el espacio público.
Parece que todos los eruditos de hoy pensaran que puesto que todas las verdades morales son relativas ya no hay necesidad de ser la voz ética de un mundo sin voz. El afán de algunos de ellos de aparentar que lo políticamente correcto y sensato es desestimar la importancia que tienen los imperativos morales en el mundo de la política no es más que una forma de hacer coincidir las necesidades humanitarias urgentes del mundo en el que vivimos con las suyas propias para promocionar su carrera profesional o su proyección social. Empleados, funcionarios, autónomos, profesionales liberales… se encuentran encadenados a la rueda de un medio de vida respetable que paradójicamente frena su capacidad para la crítica en un contexto ordinario.
Para ser más preciso, los intereses personales han destruido los llamados intereses públicos de los pensadores. Al olvidarse de la política de una forma tan rápida y sin dejar lugar para el arrepentimiento, se han transformado en defensores de la cultura de masas carentes de todo sentido de censura. Es por ello por lo que los llamados politólogos y expertos culturales han venido a sustituirlos como actores sociológicos en el mundo contemporáneo.
A los intelectuales ya no les interesa reflexionar sobre los problemas que nos rodean y debatir sobre los valores morales porque su único interés no pasa más allá de un comentario de los hechos. Así, en la era de la globalización dominada por las redes sociales y la comunicación tecnológica en la que las opiniones disidentes suelen estar acalladas, una epidemia de conformismo ha paralizado por completo la vida pública, convitiéndola en una entidad impulsada única y exclusivamemnte por el mercado.
Si se quiere recordar la evolución del compromiso de los eruditos en la historia europea del siglo pasado, el XX, habría que empezar por el asunto Dreyfus ( militar francés acusado de espionaje ) y la aparición de lo que desde entonces se llama la categoría de intelectual. A partir de ahí, todo el mundo estaba de acuerdo en que el intelectual tenía que comprometerse porque su labor era defender los valores universales por encima de la política del momento; que era un sujeto que operaba dentro de un marco moral y se atiene a unos valores trascendentales, libre de las impurezas de la política que debe de atacar la injusticia, el prejuicio y la intolerancia de la vida pública; restaurando la función que Sócrates había reservado para el filósofo: defender la universalidad de la búsqueda de la verdad y luchar contra la violencia.
El método del maestro griego era dominar la violencia con el uso del diálogo frente a las convicciones políticas, empezando por la honestidad de abrirse a la pluralidad humana para reconocer las diferencias que existen entre las personas y eso presupone otro valor igualmente esencial a la condición de intelectual: el respeto.
Una de las tareas del intelectual es cómo reformar y mejorar la sociedad de su tiempo. Su empeño primordial debe centrarse en la educación cívica de los demás ciudadanos para la responsabilidad que entraña la participación democrática en la gobernanza aunque muchos de ellos consideren que lo que llamamos examen juicioso es un ejercico inútil. Si no se lee y seejerce el espíritu analítico, la Historia podría convertirse en una simple repetición de los errores humanos. Por el contrario, cuando se comprometen con la Historia, no solo necesitan una mente abierta sino también reflexiva, capaz de entender que las verdades pueden ser parciales y razonar sobre ello.
Con este planteamiento, la pregunta es: ¿ cómo se puede hablar de preservar la ética en la esfera pública y no abandonarla cuando han dejado de existir los absolutos morales ?. La respuesta más aceptada es el problema del mal y sus implicaciones políticas, siendo hoy un desafío importante para el mundo político y la integridad moral de los intelectuales. Aunque todas las personas son responsables de las calamidades e injusticias de este mundo que nos ha tocado vivir, el papel del pensador en los ámbitos gubernativo y social conlleva una mayor responsabilidad moral, casi una especie de héroe pues hace falta tener una gran valentía para enfrentarse a las responsabilidades que se adquieren en la vida pública.
Muchos creen que ser hoy un crítico comprometido con la manera de gobernar a la población no es nada del otro mundo porque ser demócrata y vivir en una democracia no supone ningún riesgo pero dado que no puede haber una democratización y una globalización reales si no están acompañadas de una labor verdadera de reproches por parte de observadores en su función de contrapoderes, ser hoy un espectador analítico significa ejercer de conciencia moral de estos tiempos que nos ha tocado vivir.
Por eso, para los intelectuales comprometidos la auténtica lucha no se limita a estar a favor o en contra de la política que se haga sino que se trata -sobre todo- de una batalla en defensa de lo humanitario frente a lo inhumano; de tener el arrojo de alzar la voz en nombre de la convivencia y en contra de la injusticia. Por esta razón, aunque el concepto haya perdido la fuerza que tuvo en el momento del caso Dreyfus, se ha de mantener la función del intelectual público. Mientras que se siga creyendo que la esperanza no es una palabra inútil, los intelectuales no dejarán de ser necesarios en todas las sociedades.
A Esquilo, dramaturgo de la antigua Grecia, se le atribuye la frase de que la primera víctima de la guerra es la verdad. Había luchado contra los persas en las míticas batallas de Maratón y Salamina y sabía de lo que hablaba. Este principio que tienen grabado a fuego en su mente todos los correponsales de guerra se les enseña en la facultad universitaria bien pronto. Hoy podemos verlo en los principales medios de información También podría decirse que la verdad es víctima recurrente en cualquier sociedad organizada porque la mentira política es un arte tan viejo como la civilización.
La verdad es un concepto escurridizo en metafísica y cambiante en ciencia. Un nuevo descubrimiento puede anular lo que se daba por cierto hasta ese momento pero en el día a día, se trata de un asunto diferente: hay cosas que han ocurrido y otras que no, pero los hechos -reales o no- influyen en nuestra percepción y por lo tanto en nuestra opinión.
Desde la misma antigüedad, la verdad y la mentira se han mezclado muchas veces y esas realidades falsas han inferido en el presente. Llegados hasta este punto, conviene hacer una distinción entre noticias falsas y propaganda porque aunque ambas crecen y se multiplican en el mismo ecosistema no son exactamente iguales.
La propaganda busca convencer, ser eficaz y para eso utiliza todo tipo de instrumentos desde el arte hasta el cine, los pasquines o las redes sociales. Las noticias falsas son una rama de esa propaganda y lo que persigue es engañar, crear otra realidad. La preocupación por la forma en la que estos engaños cuajan y por los mecanismos a través de los que se crean y se multiplican no es de ahora. Los estudios más serios sobre este fenómeno aparecieron en el siglo pasado.
Pienso que un error solo se propaga y amplifica cuando encuentra un caldo de cultivo favorable en la sociedad. Las noticias falsas necesitan gente que quiera creerlas. Traigamos aquí tres ejemplos muy claros: la guerra de Cuba (1.898 ) con la manipulación de los periódicos; la guerra de Vietnam ( 1.975 ) con el incidente del golfo de Tonkín ( fraude norteamericano para provocar la escalada de la guerra ) y la invasión de Iraq ( 2.003 ) con las inexistentes armas de destrucción masiva. Es curioso resaltar que estos tres conflictos bélicos en los que se metió Estados Unidos empezaron con excusas inventadas.
Con ellas, se creó una psicosis de guerra, de cambiar la Historia por medio del sensacionalismo logrando así la circulación millonaria de los periódicos con su correpondiente venta masiva y patadas en el estómago del lector. Desde entonces, surgió un cierto escepticismo hacia ellos que se prolonga hasta nuestros dias con aquellos que creen erróneamente que la prensa cuenta mentiras y las redes sociales verdades. Esa desconfianza hacia lo que contaban, la misma que ahora nutre a los que buscan esa otra verdad en Facebook que para muchos es la única ventana al mundo.
Una de las grandes tragedias del siglo XX como fueron las matanzas promovidas por los grandes totalitarismos, logró esconderse detrás de noticias falsas. Las dictaduras nazi y soviética no solo fabricaron falsedades tremendas sino que fueron capaces que construir otra realidad en la que lo verdadero y lo falso eran elementos accesorios.
Pongamos por ejemplo la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ( URSS ) donde la revolución rusa no solo abolió la propiedad privada sino que también se eliminó la realidad. Hoy en día puede resultar inexplicable que mientras Stalin asesinaba en masa y deportaba a millones de personas de sus regiones naturales, la bondad del socialismo se mantenía como dogma en grandes sectores del mundo occidental. En este caso, de buena o mala fe, demasiada gente pensó que la realidad era una noticia falsa
El rédito político de las noticias falsas es grande y lo fue mucho antes que apareciera internet pero siempre ha necesitado del suficiente entorno de la población predipuesto a creérselo. Las mentiras que se cuelan y convencen a las masas no llegaron con las redes sociales.
Todo lo anterior suena hoy a introducción histórica si contemplamos el panorama político nacional y hojeamos los giros y volantazos que el Presidente del Gobierno socialcomunista que disfrutamos ha hecho para mantenerse en el poder. Donde dije digo, digo Juntos Por Cataluña, el decreto ómnibus, la cuestión de confianza y por último la cesión de extranjería y fronteras al Gobierno autonómico catalán.
La posmodernidad y su concepto flexible de verdad y mentira parecen hacerse carne en Pedro Sánchez a tenor de las ocasiones que ha incumplido sus promesas y poniendo en juego su credibilidad, ha homenajeado a aquellos principios fluctuantes del visionario Groucho Marx: si no le gustan estos, no se preocupe porque tengo otros.
Ya en 2.023, el propio Presidente manifestó públicamente en la radio que él no mentía, que era incapaz de vender a quien fuese para mantenerse en el poder pero que ante determinadas cuestiones sí había realizado cambios de opinión y rectificaciones. Si se hace una antología de urgencia nos vamos a encontrar ya bien pronto, en 2.018, en la moción de censura contra Mariano Rajoy, necesaria para formar un Gobierno transitorio que convocara elecciones cuanto antes, vista la degradación política de aquel momento. Estamos en mayo y Sánchez convoca elecciones en febrero de 2.019 cuando no le queda más remedio al quedarse sin apoyo parlamentario.
Con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo 5 veces o 20. Esto lo dijo en televisión en 2.015 y lo fue repitiendo por donde pasaba hasta el año 2.019. En 2.020, el Gobierno socialcomunista de PSOE-Podemos pacta con Blidu su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. En 2.023, ocurre lo mismo para apoyar su investidura.
En 2.019, un Pedro Sánchez con su careta de sensible e íntimo, afirma rotundamente que él no puede pactar con los cachorros comunistas de Podemos porque no dormiría por las noches, además manifiesta su mala relación política con su entonces dirigente, Pablo Iglesias. Tres meses después y sin inmutarse lo más mínimo forma una alianza con él y lo nombre Vicepresidente del Gobierno.
En el debate electoral y ante las cámaras de televisión, el cuatro de noviembre de 2.019, dijo con rotundidad sobre Carlos Puigdemón: me comprometo, hoy aquí, a traerlo de vuelta a España y que rinda cuentas ante la justicia española. Ahora es su sotén y báculo parlamentario. En efecto, permitió que volviera a España durante unas horas el pasado ocho de agosto de 2.024 para exhibirse en uno de los capítulos más humillantes de la reciente política española. Ahora, Pedro Sánchez manda a sus emisarios al refugio belga del prófugo de la justicia para acordar con él sus políticas,
En mayo de 2.018 y en televisión, Sánchez asegura que los hechos acaecidos en Cataluña, el uno de octubre de 2.017, constituían claramente un delito de rebelión. Año y medio después, en octubre de 2.018, aquel supuesto golpe de estado no podía serlo porque no se hizo por militares o civiles armados a la orden de militares. Pocos dias después, la Fiscalía del Estado ya no acusa a aquellos dirigentes catalanes de rebelión porque el Presidente los necesita para formar mayoría en el Congreso de los Diputados.
El 21 de julio de 2.023, a menos de 48 horas de las elecciones generales, Sánchez proclama: el independentismo catalán pedía la amnistía y no la ha obtenido y negaba que si ganaba las elecciones, fuera a ir más allá del indultos condicionados. El 28 de octubre, anuncia que hay que hacer de la necesidad virtud y la amnistía es la única vía posible para que haya Gobierno socialista. Los dirigentes del proceso separatista deben de ser amnistiados en nombre de España y en defensa de la convivencia.
Desde que empezó el presente año de 2.025 volvemos a las andadas y aunque el listón está alto, no se debe nunca dejar de soñar. Pedro Sánchez, tras fracasar en el Congreso de los Diputados para aprobar el decreto omnibús por la negativa de sus socios de gobierno y de apoyo parlamentario, niega que vaya a trocearlo para sacarlo adelante como le pedía la oposición. Semanas después hace exactamente lo contrario y logra que se apruebe.
Y para completar el fangómetro presidencial, nos encontramos con la reciente delegación de competencias al Gobierno regional catalán en materia de inmigración y fronteras tras haberlo negado por activa, pasiva y perifráctica, ya que se trata de funciones exclusivas del Estado que no se pueden ceder. Sánchez, dijo en enero de 2.024: todo lo que tiene que ver con el control de fronteras no se puede transferir, siguiendo la estela del Tribunal Constitucional que en la sentencia del modificado Estatuto catalán estableció que la cesión de la inmigración es claramente inconstitucional porque es una competencia exclusiva del Estado.
Ese fenómeno atmosférico que siempre hemos llamado gota fría existe desde el principio de los tiempos y continuará hasta el fin de los mismos. Hasta el pasado año de 2.024, se ha repetido en 27 ocasiones y en lo que va de 2.025 son ya siete desde que existen referencias históricas y siempre se han producido de la misma manera, a través de un choque a altos niveles de la atmósfera entre el aire frío que viene del norte, bien del Polo Norte o de Siberia, y la evaporación del agua del mar Mediterráneo que aún se mantiene caliente en otoño.
Ese choque es lo que provoca las enormes precipitaciones y siempre ha sido así. Ahora también. Y no tiene nada que ver con esa gente calentóloga que todo lo que pasa se lo atribuyen a un inventado cambio climático. Llama mucho la atención que lo que siempre se ha llamado gota fría ahora sea dana ( siglas de depresión aislada en niveles altos ) con la pretensión de que si se cambia el nombre al fenómeno parece nuevo.
Igual ocurre lo que hasta 1.998 se ha conocido como calentamiento global porque decían que nuestro planeta se calentaba pero como no era así sino todo lo contrario ya que hubo una pausa que duró hasta el año 2.016 que la temperatura no subía y entonces los ideólogos fundamentalistas pensaron que como no se cumplían sus profecías, lo mejor era cambiar de nombre y pasarlo a emergencia climática y así se trataba de una cosa nueva.
Si todo esto es debido al CO2 como afirman, deberían de explicar a qué ha sido debida la pausa mencionada y no lo hacen porque no pueden. Después del año 2016, cuando se produjo El Niño, que fue especialmente fuerte, motivó una elevación de temperatura que después bajó hasta que ha llegado otro Niño tan duro como el anterior en 2.022 y además provocó la erupción del volcán submarino que ya hemos olvidado ( Hunga-Tonga, Hunga-Ha`pai, ubicado en Tonga, al sur del Pacífico ) y proyectó hasta la estratosfera enormes cantidades de vapor de agua que es el gas de efecto invernadero más abundante y más potente del que no habla nadie porque ese gas no puede ser gravado con algún nuevo impuesto que es al fin y al cabo el fondo de la cuestión: recaudar más.
Una vez establecido el objetivo y como no se atreven a poner impuestos al agua porque afortunadamente está en todas partes y el vapor de agua también: ¿ Qué es lo que queda ?. La respuesta es evidente: sobre las emisiones de CO2 antropogénicas, es decir, del ser humano y ya está, el discurso oficial va a ir por ahí, por el camino del CO2. Una vez aclarado el fin que se persigue queda por definir la manera de lograrlo: castigando a las economías occidentales con esta letanía.
Para los incrédulos que cuestionan todo lo anterior no tienen nada más que leerse las actas de las reuniones de las Naciones Unidas ( ONU ) donde dicen de manera clara que toda esta teoría que se han montado con la Agenda 2030 y que antes era 2050, no tiene nada que ver con el clima sino con el cambio de las estructuras de poder en todo el mundo.
La guerra sin cuartel que se ha declarado a la quema de combustibles fósiles como medio para la producción de electricidad en este sistema de vida en el que estamos instalados, se está llevando con la generación de energía por medio de las vías solar y eólica que además de llenar de chatarra toda esa naturaleza que dicen defender hasta extremos radicales, son ineficaces y exigen otras energías de respaldo que solo pueden dar aquellas centrales que se alimentan con combustibles fósiles.
La realidad ha demostrado que ningún país puede sobrevivir solo con esas energías alternativas como está pasando ya en Alemania y Reino Unidoc que ya se están planteando volver a la denostada fuerza nuclear. Y despúes irán todos los demás países según vayan reconociendo el fracaso de la política energética seguida hasta ahora que se ha impuesto con el calificativo de sostenible. La base del desarrollo de las sociedades modernas pasa por tener una corriente barata que, de momento, solo dan los combustibles fósiles.
La víspera de la nochebuena de 2018, el grupo de expertos enviado por la Organización de Estados Americanos ( OEA ) para estudiar la situación del país fue expulsado de Nicaragua por haber documentado decenas de asesinatos y considerar que el régimen sandinista debía de ser juzgado por cometer crímenes de lesa humanidad. Después de seis meses de trabajo, el adelanto de las conclusiones no gustó al tirano Daniel Ortega y por eso se impidió sus presentación pública ya que se le consideraba como el coordinador principal de la represión de su pueblo.
Según el informe, la Policía había abierto fuego de manera sistemática contra la población en general además de poner en marcha una campaña de castigo en la que habian incluido torturas y agresione sexuales en las cárceles. Delitos que debían de ser juzgados como graves violaciones contra los derechos humanos.
El Grupo Interdisciplinar de Expertos Independientes ( GIEI ) pudo averiguar que la mayoría de las muertes y lesiones graves fueron responsabilidad de la Policía Nacional Nicaragüense cuyos efectivos actuaron directamente contra los ciudadanos y también de manera coordinada con grupos armados paramilitares.
Los especialistas señalaban que el surgimiento de las protestas en abril del año 2017 no fue producto de acontecimientos aislados sino de años de prácticas que fueron coartando las libertades y concentrando todo el poder en el Presidente Ortega y su Vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo. Esto fue generando y acumulando un descontento social que se expresa a través de los años en diferentes manifestaciones públicas que fueron reprimidas de forma violenta por la Policía Nacional y sus grupos de choque.
El expediente descubría la metodología de la opresión aplicada por los paramilitares afines al Gobierno contra las protestas ciudadanas y la complicidad policial que intervenía controlando la zona haciendo cordones de seguridad, desviando la circulando rodada, usando gases lacrimógenos sin encabezar la agresión pero dejando que sucediera. Pero cuando fracasó el método porque fueron aumentando las protestas en la calle, Ortega ordenó que aumentara la represión y la violencia llegando al uso desproporcionado e indiscrimando de las armas de fuego que se dirigieron directamentes a los manifestantes.
Este procedimiento ocasionó 109 muertos, más de 1.400 heridos de bala y 690 detenidos, entre el 18 de abril y el 30 de mayo. La gran mayoría de las muertes que se dieron en esos 42 dias fueron por disparos de fusiles y pistolas acompañados de cargas policiales y de los grupos paramilitares. Esta estrategia de sometimiento no se limitó a la Policía Nacional sino que incluyó malos tratos y abusos sexuales en las prisiones, manipulación judicial y hasta despidos en los centros sanitarios que atendieron a los participantes heridos en las protestas que encabezaron casi siempre los estudiantes.
De las muertes violentas, 100 no fueron judicializadas quedando impunes y en los seis casos que sí lo fueron fue porque se trataba de víctimas relacionadas con el partido del Gobierno o eran funcionarios del Estado. Para el GIEI, las conductas de Daniel Ortega, Rosario Murillo, algunos ministros y jefes policiales debían de considerarse como crímenes de lesa humanidad y ninguno de ellos debería de alcanzar nunca ninguna amnistía.
La publicación de este informe que estaba prevista que se realizara en la capital de la República, en Managua, al final se tuvo que hacer en Washington, ( Estados Unidos ) después de estar entrevistando durante seis meses a víctimas, sus familias y testigos de los hechos denunciados. Hablaron con activistas de derechos humanos, revisaron miles de documentos y consultaron con expertos internacionales.
Tras conocer estas brutalidades, el 19 de diciembre de 2.020 el Pleno del Parlamento Europeo instó al Gobierno de Nicaragua a poner fin a esta despiadada represión contra los manifestantes y la oposición política y pidió a la Comisión Europea que pusiera en marcha la clausula automática del Acuerdo de Asociación Unión Europea ( UE ) – Centroamérica, lo que suponía iniciar el proceso para suspender a Nicaragua de esta colaboración comercial.
La Resolución aprobada incluía además la puesta en libertad de todos los presos políticos, el desmantelamiento de todas las fuerzas paramilitares que operaban en el país y un diálogo real entre las autoridades y los componentes de la oposición política integrados en la denominada Alianza Cívica.
Como era previsible, a este pronunciamiento parlamentario votaron en contra los eurodiputados españoles pertenecientes a Izquierda Unida ( IU ), EH-Bildu, Podemos y En Común, poniendo de manifiesto una vez más, la frontera ideológica a los derechos humanos que establecen nuestros comunistas, separatistas y demás autodenominados progresistas.
Para quienes piensen que lo relatado es pura historia hay que recordarles que el pasado 16 de enero de 2025, se ha publicado otro informe en San José, la capital de Costa Rica, sobre la actual situación política en Nicaragua por parte de la Asociación de Derechos Humanos ( HRW en sus siglas en inglés ) en el que afirma que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el poder desde 2007, ha intensificado la coacción contra opositores y ha ampliado el uso del exilio forzado y la revocación de la ciudadanía como formas de atacar a sus críticos,
El mandatario, de 79 años que sigue gobernando junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, también sigue cerrando organizaciones no gubernamentales (ONG) y universidades, y aplicando otros métodos sistemáticos de censura y persecución contra críticos y opositores, según ese informe. En noviembre pasado -indica HRW-, Ortega propuso una reforma constitucional que ampliaba los poderes presidenciales y limitaba los derechos fundamentales.
Esos cambios establecerán una «copresidencia» con Murillo y les otorgarían el poder de “coordinar” los demás poderes del Estado. Esa enmienda, según HRW, parece diseñada para brindar cobertura legal a muchas de las infracciones sistemáticas de derechos humanos por parte del gobierno, como privar de la nacionalidad nicaragüenses a los llamados «traidores a la patria», y censurar a la prensa.
El informe de HRW recuerda también que en septiembre pasado el gobierno sandinista expulsó a 135 presos políticos a Guatemala y los despojó de su nacionalidad y de sus bienes, incumpliendo el derecho internacional. Más de 450 personas han sido privadas de la nacionalidad nicaragüense desde febrero de 2023 y muchas han quedado como apátridas, según ese organismo. Otros 46 opositores políticos siguen encarcelados, incluidos algunos líderes indígenas como los exdiputados Brooklyn Rivera y Nancy Elizabeth Henríquez, así como el exasesor presidencial sobre asuntos indígenas Steadman Fagoth.
Asimismo, el documento alerta de que una reforma del Código Penal permite procesar a los nicaragüenses que estén en el extranjero y que sean acusados de cometer delitos de «criminalidad organizada» en Nicaragua. Esa ley, apunta HRW, podría abrir la puerta para procesar a críticos en el exilio, incluidos aquellos que el gobierno ha expulsado.
Sobre la libertad de religión, señala el informe, el Gobierno ha intensificado su campaña contra las instituciones religiosas, especialmente la Iglesia católica. Desde octubre de 2023, Nicaragua ha obligado a exiliarse a más de 200 figuras religiosas, las ha deportado o ha prohibido su regreso al país. Destaca el caso del obispo Rolando Álvarez, un crítico abierto del gobierno que había sido detenido arbitrariamente en agosto de 2022 y sentenciado a 26 años de prisión sin el debido proceso y que fue enviado al Vaticano en enero de 2024 junto a 19 miembros del clero católico.
En total, las autoridades han detenido y posteriormente expulsado a 46 sacerdotes y obispos desde 2018. La persecución religiosa alcanzó a grupos protestantes y evangélicos. En agosto, las autoridades liberaron y expulsaron a 11 pastores de una iglesia evangélica que estaban encarcelados desde diciembre de 2023.
En su informe, HRW advierte además que los defensores de derechos humanos, periodistas y críticos son blanco de amenazas de muerte, agresiones, intimidación, acoso, vigilancia, detención arbitraria, procesamiento, privación de la nacionalidad, expulsión y denegación de entrada a Nicaragua.
El Gobierno ha cerrado más de 560 ONG, de las cuales 150 lo fueron en un solo día de agosto. Estas representan casi el 20 % las ONG que operan en Nicaragua, según las últimas cifras disponibles de 2018.También han clausurado al menos 58 medios de comunicación desde 2018, y entre enero y junio de 2024, 26 periodistas huyeron del país, con lo que el número total de trabajadores de medios que han tenido que salir de Nicaragua desde 2018 asciende a 263.
Entretanto, los líderes indígenas y afrodescendientes se enfrentan a campañas de difamación, vigilancia, acoso, detenciones arbitrarias, procesamientos por motivos políticos y prohibiciones de entrada a Nicaragua. En octubre de 2023, el Consejo Supremo Electoral despojó de su personalidad jurídica al partido político indígena YATAMA. Días antes, la policía detuvo a dos de los principales líderes, Brooklyn Rivera y Nancy Henríquez.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre Nicaragua, establecido por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2022, documentó 67 incidentes violentos contra pueblos indígenas en los territorios miskitu y mayangna desde abril de 2018 hasta marzo de 2024, incluidos asesinatos, lesiones, violencia sexual y secuestros.
Esta afirmación, por extraña que a algunos les parezca, es la realidad. Otra cosa es lo que nos cuentan para asustarnos y hacernos depender de quienes sustentan teorías catastrofistas sin fundamento sólido y es por lo que la comunidad científica está tan dividida en dos ramas: positivistas y negacionistas. Ya se sabe que toda teoría tiene sus seguidores y sus detractores. Lo peor de todo es que los que defienden el próximo apocalipsis de no seguir sus directrices desprecian a los que lo cuestionan y los tildan de ignorantes. No sé si les suena eso de la superioridad moral…para ver por donde vienen los tiros.
Esas inundaciones que se produjeron a finales de octubre pasado siguen presentando cifras escandalosas en todos lor órdenes: centenares de fallecidos, varios desaparecidos todavía y miles de millones de euros ( se habla ya de 17.000 millones ) en daños materiales, casi 70 poblaciones afectadas, puentes hundidos, carreteras cortadas y así un largo etc; y surge -inmediatamente- la pregunta si sepodía haber evitado o al menos, limitado en lo posible este desastre provocado por la naturaleza.
La respuesta unánime de los técnicos en la materia ( arquitectos e ingenieros, principalmente ) esque sí porque de haberse hecho las obras y servicios previstas desde hace años y suspendidas por un interés político ideológico, muchas consecuencias de las intensas lluvias y consiguientes desbordamientos de barrancos y cauces hubiesen sido otras y desde luego, empezando por lo principal, el número de fallecidos y desaparecidos hubiera sido otro muchisimo menor.
Todo el mundo de esta comunidad -geólogos y geógrafos inluidos- conoce como se evitan estos fenómenos y pasan, obligatoriamente, por los planes urbanísticos bien fundados porque saben que todo el levante español tiene un régimen torrencial. Lo ocurrido en Valencia no tiene nada que ver con el inventado cambio climático sino con el desarrollo urbanístico. El problema no lo ha provocado la naturaleza sino el ser humano que con la expansión económica de las últimas décadas y la consiguiente extensión de los pueblos y ciudades no se ha hecho de manera razonable y respetuosa con el medio ambiente. El urbanismo ha ocupado el lugar del ecosistema y estas son las consecuencias.
Los especialistas que saben de estos asuntos, han manifestado de manera unánime que por qué no se ha hecho lo que se tenía que hacer y estaba previsto durante los últimos años para evitar desastres de esta magnitud y lo demás, especialmente la guerra de declaraciones de las distintas administraciones públicas implicadas son excusas, florituras para ver quién gana el relato de los hechos que es lo que a los políticos les importa. El supuesto cambio climático no tiene nada que vercon lo ocurrido y de haberlo también tendría que haberse hecho. Desgracias de este tipo se repetirán en el futuro y no debe de pasar lo de ahora porque el agua tiene memoria, como dicen los que saben de estas cosas.
La clase política y especialmente los que gobiernan, deben de tener en cuenta que los planes hidrológicos y contra avenidas que se deben de realizar en España hay que desproveerlos de cualquier ideología y guerra interterritorial porque lo que está en juego es muy serio: la vida y hacienda de los españoles que debe de ser el objetivo primordial de las autoridades competentes.
Prueba de ello en este caso concreto, es que si se hubiera construido el pantano de Cheste como estaba previsto y que se desechó porque costaba unos 100 millones de euros, si se compara con lo que pasado, no es solo vergonzoso sino que además hubiera aminorado bastante esta catástrofe. Digo esto porque fue la variable de coste-beneficio lo que lo impidió. Pero es que además, si sigue sin construirse esta calamidad volverá a ocurrir dentro de dos, tres o cuatro décadas porque lo pasado no será la última vez y así está manifestándose la naturaleza desde hace siglos y ninguna demagogia ideológica la va a cambiar
A la solución de impedir en la medida de lo posible estos fenómenos atmósfericos, no ayudan nada las declaraciones que hizo el actual secretario general de las Naciones Unidas ( ONU ), el portugués Antonio Guterres, que afirmaba algo así como que las manos del hombre han abierto las puertas del infierno climático. Manifestaciones de este tipo indican no solo un posicionamiento doctrinal impropio de su cargo que exige mayor mesura y sobre todo neutralidad política en un tema tan controvertido que varios investigadores científicos que han conseguido varios premios Nobel lo han calificado de inexistente y alarmista.
Si se entra de lleno en el campo de la teoría del no hace mucho calentamiento de la Tierra que ahora ha pasado a ser cambio climático sin explicación convincente alguna, los expertos en la materia recuerdan que la Tierra lleva 50 millones de años enfriándose llegando a tener 14 grados más de temperatura que la actual. La que hay ahora es bajísima respecto a la normal en la historia geológica tal y como recogen los gráficos existentes y que constituyen una fuente básica de consulta.
Y añaden que el planeta no tiene por sí un comportamiento desastroso y es tremendamente tranquilo. Sus fenómenos naturales son muy lentos. Las placas tectónicas se mueven -de media-dos milímetros o tres al año y el nivel del mar sube o baja en igual cantidad. Lo mismo ocurre con la temperatura que el año pasado subió 1,69 grados. Lo que de verdad puede producir un cataclismo es que caiga un meteorito y eso a fecha de hoy es imparable.
Para ellos y lo dicen con total seguridad y firmeza, todas estas cosas hay que tomárselas con tranquilidad y no va a pasar nada raro porque en el futuro, ni vamos a morir ahogados, ni tampoco fritos. Seguiremos emitiendo CO2 y no va a pasar nada malo. Ocurrirá lo que el planeta decida que va a pasar en cada momento y sus habitantes van a vivir su vida como siempre, desarrollando sus actividades habituales y olvidando esa especie de losa que es la ansiedad climática que se ha creado artificialmente a base de tanto machacar la idea de que vamos derechos a un infierno meteorológico que acabará con la extinción de las especies porque el supuesto cambio climático no mata, lo que sí mata son las políticas ambientalesdictadas por los políticos extremistas.
En la madrugada del 20 de noviembre de 1975, Francisco Franco fallecía en una cama hospitalaria madrileña tras dirigir los destinos de España durante casi 40 años. Lógicamente, a su autoridad no escapó el fútbol y dejó un debate eterno: ¿ Ayudó más al Real Madrid o al Barcelona ?.
El fútbol siempre ha sido un escenario ideal para los diferentes sistemas políticos y un hábil instrumento de propaganda. Así pasó también con la instauración de la Segunda República española, en abril de 1931, cuando muchos clubes perdieron el calificativo de Real en su denominación y desapareció la corona regia en sus escudos.
Y eso también fue lo que hizo Franco ante la relevancia adquirida por el denominado deporte rey en nuestro país. Con la llegada del franquismo no solo se cambiaron los nombres de los equipos o sus emblemas sino que se trató de borrar de un plumazo a cualquier personaje futbolístico vinculado a la República. Algo que afectó y mucho al Real Madrid.
Sin embargo, en Barcelona siempre se repite como un mantra las supuestas ayudas que Franco hizo durante su mandato al equipo blanco pero han borrado de un plumazo los beneficios otorgados por el entonces Jefe del Estado a la entidad blaugrana, cuando la realidad fue que sin Franco el Barcelona no hubiera podido superar sus diferentes crisis económicas.
Curiosamente, el equipo dominante durante la Segunda República fue el Real Madrid. A lo largo del tiempo que estuvo vigente este régimen político, de 1931 a 1936, ( durante el período de la Guerra Civil se suspendió la competición ) los azulgranas no consiguieron ningún título de Liga mientras que el Real Madrid obtuvo dos, quedando invicto en uno de ellos.
El Madrid consiguió también dos Copas de la República, ganando una de ellas en una final contra el Barsa. Los azulgranas que fueron el club que más Copas del Generalísimo levantó durante la época franquista, no consiguieron ninguna durante el tiempo republicano.
Pero además, la llegada de Franco al poder dio estabilidad a los culés frente a un Real Madrid desmantelado ya que muchos de sus jugadores eran rojos ( contrarios a los azules o nacionales partidarios de Franco ) y acabaron en el exilio o encarcelados. El 4 de agosto de 1936, el club blanco fue incautado por las milicias republicanas ( grupos irregulares armados de procedencia comunista, anarquista y socialista ) que lo mantuvieron hasta el 28 de marzo de 1939, cuando las tropas nacionales entraron en Madrid.
El equipo merengue estuvo a punto de ser desmantelado por Franco porque al término de la guerra, la sede social había desaparecido en un bombardeo y sus trofeos habían sido robados; las gradas del estadio se habían deshecho para obtener madera y el dinero de la entidad se había gastado en donativos de guerra para la República. De aquella plantilla solo quedaban cuatro jugadores: Lecue, Sauto, Bonet y Quincoces. El resto, había desaparecido.
Un ejemplo de la persecución que sufrieron algunos jugadores madrileños por ser partidarios de la República, fue Perico Escobal ( afiliado a Izquierda Republicana ), defensa y capitán del Real Madrid en los años 20 y jugador de la selección española en los Juegos Olímpicos de París en 1924, que murió olvidado en Nueva York, en el año 2002, donde vivía., a los 98 años, tras su exilio cubano. Le llamaban El Faquir y tenía fama de galante, seductor y gran conversador. Había sido condenado a 30 años de cárcel y esquivó la muerte por fusilamiento hasta en cuatro ocasiones. Defendió la camiseta merengue durante ocho temporadas, intentó crear un sindicato de futbolistas y llegó a ser amigo íntimo de Santiago Bernabéu.
Otro ejemplo, sería el coronel Antonio Ortega Gutiérrez que fue presidente comunista interino del Real Madrid, ( de 1937 a 1938 ), durante la incautación miliciana y que fue fusilado en Alicante en 1939. Su nombre no aparece en el listado de presidentes del club porque no fue elegido por la masa social. Era un militar que había participado en la Guerra Civil española en el bando republicano. Fue Gobernador Civil de Guipúzcoa y durante una parte de la contienda, ascendió a la categoría de coronel, mandando varias unidades del Ejército Popular de la República y también fue nombrado Director General de Seguridad con el Gobierno republicano de Juan Negrín.
Siempre se ha hablado de que el franquismo facilitó la llegada de Alfredo Di Stéfano al Real Madrid pero los barcelonistas suelen olvidar las ayudas que se brindaron al Barcelona para que se hiciera con los servicios de Kubala, jugador húngaro que llegó a España en 1950 como parte de un equipo de futbolistas que huían de ese paraíso terrenal que era el llamado Telón de Acero comunista. El Real Madrid estuvo interesado en ficharlo porque era uno de los mejores jugadores de Europa pero la Federación Española de Fútbol se lo impidió.
En el Barcelona, estaba de entrenador su suegro, Ferdinand Daucik, que se valió de las buenas relaciones del secretario técnico del club Pep Samitier con el entorno de Franco para que Kubala recibiera la nacionalidad española y los permisos federativos para poder jugar. Llegó a ser una estrella del fútbol catalán y de la selección española.
En 1.973, un año antes de que el Barsa entregara a Franco su tercera medalla de oro, El presidente del Real Madrid Santiago Bernabéu proyectó construir un nuevo estadio y vender los terrenos que entonces ocupaba. La maqueta fue presentada a Franco pero no apoyó la idea del presidente madrileño y la recalificación necesaria fue rechazada, al contrario de lo que le habia ocurrido al Barcelona que sí la había obtenido.
Hasta 1.975 que fue cuando murió Franco, el Real Madrid había ganado 21 títulos nacionales y el Barcelona 20. Fue el año en el que los madrileños consiguieron un doblete. En 1.977, en una de las últimas entrevistas de Santiago Bernabéu declaró: ¿ El equipo del Régimen ?, lo que han hecho los Gobiernos de Franco es explotarnos y nunca nos han dado ni cinco céntimos.
Con resolver los problemas que permitieron conseguir el dinero para la construcción del Camp Nou ( Nuevo Campo ) no terminaron los favores del régimen franquista al Barsa. En 1971, el Consejo Nacional de Deportes presidido por Juan Gich, acordó conceder al club barcelonés -a fondo perdido- 43 millones de pesetas ( una enormidad para la época ) para que pudiese construir el Palau Blaugrana ( Palacio Azulgrana por los colores de la camiseta del club ) y el Palacio de Hielo.
Para tener una idea de la importancia de esta cantidad de dinero, se puede comparar con la reforma que ha realizado el Real Madrid en su estadio -el Santiago Bernabéu- con un presupuesto inicial de 575 millones de euros que al final se ha tenido que doblar ( 1.170 millones ) equivalentes a casi doscientos mil millones de las antiguas pesetas, una obra menos ambiciosa que el emprendida entonces por el club catalán.
Quince dias antes de la inauguración oficial de dichas instalaciones deportivas el 23 de octubre de 1.971, le fue entregada a Franco la medalla de oro del Palau Blaugrana ( bautizado así, en catalán ) en agradecimiento por pagar la construcción de los dos edificios. El pabellón, fue estrenado en un acto protocolario que presidió el vicesecretario general del Movimiento Nacional, Manuel Valdés Larrañaga, falangista de la vieja guardia.
El Palau Blaugrana es un pabellón cubierto con capacidad para 7.585 espectadores, donde disputan sus partidos oficiales los primeros equipos de las secciones deportivas de baloncesto, balonmano, hockey sobre patines y fútbol sala del club. Está situado en el interior del complejo que acoge al Camp Nou. Allí se ha vivido la consecución de la mayoría de las 32 Copas de Europa, 64 Ligas y 64 Copas del Rey obtenidas por dichas secciones, además de innumerables trofeos nacionales e internacionales de menor entidad.
El Palacio de Hielo tiene un aforo de 1.256 espectadores y es donde entrenan y juegan sus partidos los equipos de la sección de hockey sobre hielo. La instalación es anexa y está comunicada con el Palau Blaugrana. Ha sido escenario de diversos torneos internacionales de hockey sobre hielo y de patinaje artístico. Es el único lugar de la ciudad condal donde se puede practicar este deporte.
Tres años más tarde, la junta directiva del Barcelona agasajó nuevamente al Jefe del Estado con ocasión de la audiencia concedida por Franco a los representantes del club azulgrana el día 27 de febrero de 1974 a instancias del club. La visita estuvo encabezada por el presidente Agustín Montal, acompañado de Juan Gich y José Utrera Molina, ministro y Secretario General de Movimiento Nacional, así como los más altos cargos del deporte español y catalán, con motivo del 75 aniversario del nacimiento del Fútbol Club Barcelona.
El objeto de la visita era entregar a Franco la medalla de oro del 75 aniversario y a Utrera Molina la medalla conmemorativa de los recintos deportivos barceloneses por la contribución que el Gobierno central había hecho para sufragar los gastos para la construcción de ambos, tal y como el presidente del Barsa reconoció en el acto oficial.
Además, el Barcelona había goleado 5-0 al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu diez dias antes y por eso sonreían tan satisfechos en la foto de la portada del periódico La Vanguardia los directivos que posaban con el Generalísimo mientras le entregaban la medalla de oro del club. ¡ Qué tiempos aquellos !.
Franco fallecía en la madrugada del 20 de noviembre de 1975 y Jaume Rosell, padre del que llegaría a ser presidente, Sandro Rosell, avisó de inmediato al empleado Eduard Combas para que mandara retirar la placa de los Caídos por Dios y por España ( uno de los lemas del franquismo ) de las instalaciones del Barsa y el busto del Caudillo que había en las oficinas del Barcelona. ¡ Amigo que no produce…!.
Aunque a muchos catalanes y otros seguidores del Barcelona Fútbol Club, lo desconozcan o prefieran ignorarlo, Franco salvó al Barsa de la quiebra y de extinguirse. Por eso, el club de fútbol le llegó a entregar la medalla de oro del Palau Blaugrana en agradecimiento a la ayuda recibida para construir los edificios del club.
En la actualidad y por segunda vez en la historia, el club de fútbol está en peligro de desaparecer como consecuencia de su falta de recursos y su mala gestión financiera. Se ha filtrado en algún medido de comunicación social que su deuda ronda la barbaridad de unos 2.500 millones de euros. Hace casi 60 años, el propio Francisco Franco salvó al conjunto de su primera bancarrota. La actual Junta Directiva del Barsa ¿ debería de ignorarlo ?. Con Franco, el Barsa vivía mejor.
Ahora, el club abanderado del separatismo catalán apenas cuenta con liquidez en sus arcas. Sus deudas son muchas y muy elevadas. A la Agencia Tributaria le debe más de 40 millones de euros, por ejemplo. En los años 60 del siglo pasado, el Barsa debía 230 millones de pesetas pero el ahora denostado régimen autoritario acudió en su auxilio.
En los años 50 de igual siglo, el Barcelona tenía su sede en el campo de Les Corts y jugaban en sus filas los conocidos Basora, César, Moreno, Manchón y Lazlo Kubala. Este último, fichado en el año 1950 y que era un verdadero fenómeno del balompié húngaro, de 23 años y profundas convicciones religiosas que había logrado escapar de las garras del comunismo soviético que aplastaba a su país para venir a refugiarse a la España franquista.
El estadio se había quedado pequeño a pesar de disponer de 60.000 localidades. En septiembre de 1950, el Barcelona firmó la opción de compra de unos terrenos situados entre la Riera Blanca y la calle de la Maternidad por un precio de algo más de 10 millones de las pesetas de entonces. Para poder llevar a cabo la construcción de su nuevo estadio, era necesaria la recalificación de los terrenos donde estaba el campo de Les Corts, hasta entonces zona verde, en terreno edificable y proceder a su venta.
Comenzó así una larga serie de reuniones entre los directivos barcelonistas y las autoridades municipales para lograr una solución a los deseos del Barsa. En marzo de 1951, tomó posesión de la alcaldía del Barcelona, Antonio María Simarro, ex-combatiente del bando nacional en la pasada Guerra Civil y hombre del confianza del régimen de Franco que con el entonces presidente del equipo, Francisco Miró-Sans, acordó también la recalificación de los terrenos comprados por los azulgranas.
Para ello, fue necesario la supresión de varias calles que debían de atravesar los terrenos del futuro Camp Nou. El 28 de marzo de 1954 se puso la primera piedra del nuevo estadio en un acto multitudinario. Aquel mismo año, el Barsa entregó a Franco su insignia de oro y brillantes.
Resueltos los primeros problemas técnicos y urbanísticos quedaba pendiente el tema del dinero para construir el nuevo campo. Para ello fue necesaria una nueva recalificación del terreno de Les Corts al que el ayuntamiento se negaba a otorgar un trato tan favorable al club barcelonés pero al que no tuvo más remedio que ceder en agosto de 1962, tras sufrir muchas presiones.
Esta nueva recalificación había resuelto un problema de fondos que de otro modo hubiera sido insalvable y que habría condenado -seguramente- a la desaparición del club. En agradecimiento, el Barcelona concedió al entonces alcalde, José María de Porcioles la categoría de Socio de Honor
Con la venta del terreno de Les Corts, el equipo iba a tener -en teoría- el dinero para construir el Camp Nou pero algunas entidades recurrieron la decisión del ayuntamiento poniendo en peligro la resolución municipal. El pleito contra la disposición del consistorio y la previsible duración incontrolable había roto los sueños de los barcelonistas.
Ante esto, al club no le quedó más remedio que elevar el nivel político para que pasara de asunto barcelonés a asunto nacional para intentar resolver sus problemas. Para ello, lograron contactar con Torcuato Fernández Miranda, a la sazón Director General de Promoción Social y muy bien situado ante el Gobierno central. Fue él el que logró que esta cuestión llegase ante el Consejo de Ministros. En una reunión celebrada en el Pazo de Meirás ( residencia veraniega de Franco en Galicia ), el Gobierno presidido por el general aprobó en agosto de 1965, la ayuda que el Barcelona demandaba, acordando la recalificación del solar de Les Corts por la que se aprobaba el cambio de uso.
Por su inestimable favor, Fernández Miranda fue nombrado Socio de Honor del Club. También nombraron así a Franco poco después. El club terminó por vender sus terrenos ya recalificados por 228 millones de pesetas a una constructora y con eso pagó el Camp Nou actual.
Pero ahí no acabó la lista de favores de Franco al Barsa, hubo más y más….
Llama la atención de que en una de las naciones más democráticas del mundo actual y especialmente en esos templos de la cultura y la ciencia como son sus universidades en los Estados Unidos de América del Norte, haya prendido esa forma de censura posmoderna de fermento filosófico que es la corrección politica, con arraigo de una manera muy poderosa y del que viene otro fenómeno, no menos dañino, como es la posverdad, la mentira deliberada.
Esto, aunque lo parezca, no es ninguna broma. El que va a ser el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, es un adalid de la posverdad y ya sabemos a donde ha conducido esa política que consideraba totalmente obsoleta la noción de la verdad de las cosas. El prestigiosos periódico de aquel país, el Washington Post, registró 30.000 mentiras lanzadas por Trump en las redes sociales durante su anterior mandato.
Lo novedoso de esta nueva censura es que no la ejerce un poder establecido sino que emana de instancias que vienen de la sociedad civil: grupos, tendencias, sectas e incluso a veces, personas influyentes que se consideran con poder para afirmar lo que se puede decir, pensar y hacer. Este tipo de reproche se ha extendido al resto de la sociedad y tiene también elementos de represión que criminaliza a quien se salga de ella.
Surgió a través de la influencia que el filósofo francés Jacques Derrida y su teoría de la deconstrucción cobró en los campus universitarios norteamericanos tras el fracaso sufrido en Europa. Esa teoría ha contaminado ampliamente los Departamentos de Humanidades y Ciencias Sociales docentes y ha creado el caldo de cultivo para el predominio de la posverdad.
Esta dominación se ha hecho famosa a través de la palabra cancelación, según la cual, a los que no entran por el aro de la corrección política los someten a una especie de muerte civil, de ostracismo, se los tacha, borra y persigue, en lo que se refiere a la consideración pública.
¿ Significa todo esto que las universidades norteamericanas están en declive ?. Nada de eso, siguen siendo el paraíso para el enseñante y el alumno: disponen todos los medios tecnológicos, económicos, unas bibliotecas impresionantes, un reducido número de alumnos y una libertad absoluta para elegir los temas y para expresarse en la cátedra. Perviven los aspectos económicos y materiales que no han ido a menos pero ha desaparecido prácticamente, el clima de libertad de pensamiento y de libertad de cátedra.
Aunque existe el temor de que la corrección política y la posverdad acaben contaminando a todo el mundo, dado su éxito también en el Reino Unido, en Europa no tiene el mismo arraigo porque parece que aquí se disponen de algunos antivirus para frenarla. En España, tenemos a Unidas Podemos que no logra implantarla pese a las millonarias campañas realizadas con el erario público en sus tiempos de coalición de Gobierno de la Nación. No ocurre lo mismo con la posverdad. Eso es muy difícil conseguirlo sobre todo en el campo político.
Ya lo adelantó Maquiavelo con su El Príncipe en el siglo XVI, cuando dice que la mentira esconsustancial al gobernante y que puede hacerlo porque siempre habrá gente deseando que le mientan en lugar de enfrentarse con la verdad de las cosas.
Ante esta situación no hay que dejarse intimidar. Tenemos todos que reaccionar. Si lo hacemos, si no nos mordemos la lengua, si no aceptamos que alguien quiera censurarnos e imponernos algo. Y si algunos se empeñan en hacernos comulgar con ruedas de molino, decirles claramente que eso es una mentira.
Tomemos como ejemplo, el denominado lenguaje inclusivo. Por más que lo intenten y sin tener el menor sentido del ridículo más absoluto, hablar con la e, no se está imponiendo socialmente y desde luego, nunca se va a trasladar a un diccionario. Todavía no hay el número suficiente de insensatos que piensen que los centenares de millones de hablantes de español, abandonen la lengua que aprendieron de sus padres y en vez de decir, ellos y ellas, digan elles. Se trata de otro fracaso de ese grupo totalitarista que es Unidas Podemos pese a la repercusión mediática que daba el disponer de un ministerio del Gobierno y centenares de millones de euros del presupuesto nacional.
Eso no va a pasar, ni aunque impongan una dictadura feroz con fuertes multas a los disidentes. La lengua, la hacen los hablantes y por eso tienen un sentido común de su propia lengua. En las encuestan de opinión que se han hecho en España hasta ahora, todas revelan que más del 90% de los entrevistados son contrarios al lenguaje inclusivo.
Se trata de propuestas que vienen de iniciativas de grupos y pulsiones ideológicas y no de lingüistas que saben como funciona un idioma. En un reciente libro de una conocida feminista catalana, afirmaba que decir elles en lugar de ellos y ellas, no hace avanzar en nada la condición de la mujer, ni de quienes no se identifican, ni con hombres, ni con mujeres.