LOS RETOS POLICIALES DE LA EUROPA DEL FUTURO ( 1 ): LA SOCIEDAD ACTUAL.

A finales del año 2007, al tiempo que el Consejo de Europa resolvía con el Tratado de Lisboa el grave conflicto internacional abierto con el fracaso de la Unión Europea, el mismo Consejo encargó a un Grupo de Reflexión dirigido por el ex-presidente español Felipe González, la elaboración de un Informe sobre los Retos y las Soluciones de la Unión Europea para los próximos 20 años.

El citado Informe fue presentado al Consejo en junio de 2010 como Proyecto Europa 2030 y desde entonces, un espeso y sonoro silencio se ha hecho sobre él. En el documento se exponían, entre otros Capítulos, el correspondiente a los Retos Policiales de la Europa del Futuro que son el objeto del presente trabajo.

Lo primero que se hacía era explicar cómo está la sociedad actual que está evolucionando desde hace unos años de la sociedad post-moderna a la sociedad post-occidental y consiste en una resistencia -vigilante y recelosa- de todas las agresiones que se supone suscita el progreso de las nuevas tecnologías y de las ciencias programáticas. Especialmente, a causa de la apología de la velocidad contra los valores reflexivos del respeto, el silencio, la soledad, la lentitud, el escrúpulo y la discreción.

El post-modernismo, pese a la acritud con la que había sido discutido, encontró primero su legitimidad en la fórmula expresada por Albert Camus -al final de su discurso- en Suecia, durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel en 1957. Camus estimaba que para su generación, lo importante era conservar el mundo más que reformarlo. A partir de esa concepción, todas las variantes de pensamientos y comportamientos han sido concebidas apuntando hacia una especie de progresismo reaccionario o de reacción reformista.

Como decía el intelectual europeo Michel Foucault, él siempre había soñado con poder realizar la síntesis entre el sabio griego, el profeta judío y el legislador romano porque el primero habría aportado La Razón; el segundo la visión del Mal y el tercero el Derecho. Y esto hasta el tiempo en que se intentó otra síntesis -esta si exitosa- entre la Luz de la aportación crítica y las Luces del mensaje revolucionario. Ahora bien, como lamentaba Foucault, estas síntesis son imposibles de realizar en nuestra época e incluso de concebir. Con esta afirmación, vislumbraba ya el otoño de occidente.

Desde todas estas actitudes occidentales, las civilizaciones de los otros continentes no solo eran consideradas mágicas y dignas de una exploración maravillosa sino también contempladas con un sentimiento de superioridad irreprimible. Los viajeros que recorrieron China, la India, Bizancio y el Imperio Otomano, dieron fe de lo contrario. El arte de vivir de aquellos países suscitó admiración y envidia.

De hecho fue hace dos siglos, desde la explosión de su economía, su desarrollo y sus riquezas; cuando los occidentales se replegaron en un islote de arrogancia en el corazón de los océanos de civilizaciones diferentes, a veces para conquistar y a veces a evangelizar. La post-modernidad podía ser entonces un sueño de esteta ante la belleza de los peligros tecnológicos pero aún estábamos en la era occidental.

En ese momento, Europa estaba sufriendo de lleno el final de esa era con el derrumbamiento de sus imperios coloniales y la llegada a su territorio de hombres y mujeres a los que había colonizado y que en razón a su número preferían vivir en comunidades propias, fieles a la cultura de su país de origen.

En 1980, durante la campaña electoral de Francoise Miterrand a la Presidencia de la República Francesa, un cartel que representaba un pueblecito al amparo de una iglesia católica cubrió todos los muros. Miterrand era socialista y en principio anticlerical. Hoy un cartel así no sería posible. Sería juzgado como agresivo y ofensivo para la cada vez mayor colonia musulmana cuando entonces ni las minorías protestantes pusieron objeción alguna.

La era post-occidental está anunciando además la presencia de chinos, indios y brasileños que le están arrebatando lentamente a occidente y por tanto a Estados Unidos antes que a nadie, la centralidad de una civilización que garantizaba su hegemonía intelectual. He aquí que ahora estadounidenses y europeos que juntos representan menos del 20% de la población mundial, están a punto de verse privados de su superioridad material y también militar en nombre de valores que no son los suyos, descubriendo así occidente que sin el poder ya no encarna el ideal.

8 comentarios sobre “LOS RETOS POLICIALES DE LA EUROPA DEL FUTURO ( 1 ): LA SOCIEDAD ACTUAL.

  1. Creo que los mayores retos que tenemos como operadores de seguridad, dentro de creación de inteligencia policial, son los radicalismo y con ello los independismo.
    Hoy este país está pendiente de su futuro que lo dictará un independista, golpista.

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  2. Querido amigo Juan Francisco, acabo de leer tu artículo en el que relatas datos muy interesantes, tanto de la situación actual como de la del futuro que tan cercano vemos algunos.

    Tengo que pecar un poco de quizás antiguo, y también de vivir añorando tiempos pasados, pero es que observo con preocupación un futuro, en el que nuestros valores, costumbres, religión y forma de vida ,los cuales hemos ofrecido a todos los inmigrantes, que han elegido nuestra nación para tener una nueva vida y un futuro mejor, del que le podían ofrecer en su lugar de origen.

    Creo que lo normal para cualquiera que abandone su nación, y elija un lugar donde empezar una nueva vida con esperanza y futuro, es que se le exija integrarse en las costumbres y forma de vida de ese lugar, pero la actualidad nos refleja algo muy diferente, ya que ocurre todo lo contrario, en concreto con personas de otra religión totalmente diferente a la nuestra, y que nos intentan imponer con bastante éxito y sin el freno de nuestras autoridades.

    La llamada conquista silenciosa va siguiendo una ruta trazada, y los guetos de etnias en nuestras ciudades, se están convirtiendo a pasos agigantados en lugares donde nadie se atreve a entrar, y la policía que tiene los medios para controlar estas situaciones, se ve frenada por el gobierno más comunista que socialista, que les desautoriza para su cometido en defensa de nuestros ciudadanos.

    Los inmigrantes que proceden de naciones donde el idioma o la religión es como la nuestra, normalmente se integran y llegan a formar parte de nosotros con la naturalidad que procede, y salvo algunas excepciones la convivencia y el trabajo, que ayuda en la mano de obra muy necesitada, sobre todo en trabajos que los españoles no quieren hacer.

    Como casi siempre mucha demagogia y palabrería, pero pocas soluciones efectivas por parte de los gobernantes de turno.

    Un abrazo, felicidades por tu artículo y feliz verano. Tu amigo Fernando.

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  3. Al país que vayas, tienes que adaptarte a su lengua, cultura e idiosincrasia, el mismo trato y respeto a todos los inmigrantes que legalmente vengan a España con un contrato de trabajo de ida y vuelta como les pasaba a los españoles en los años 1966-1975, a Francia, con motivo de la vendimia, o a Alemania, contratos legales establecidos y pactados país de origen y de destino, y que se sigue haciendo, los autobuses salen los fines de semana desde frente a la residencia geriátrica del Imas al menos en la época que visitaba a mis padres cuando vivían y estaban en la residencia. Los españoles se van con un contrato reglado no van a la aventura como hacen una parte de los inmigrantes, ni vienen en pateras con las mafias y muchos se ahogan en el Mediterráneo, bien está la solidaridad pero no podemos traer a toda Africa , a España, puertas de Europa. Una inmigración de acuerdo a las necesidades de cada país europeo, y me parece , que esto se incumple presunta por el Gobierno de España, de turno, hoy socialista-comunista. Las puertas abiertas, para todos ningún país lo puede asumir, cada uno tendrá su cupo, porque sino, será hambre para todos, con la inmigración ilegal.- Como siempre acertado Elena tus diagnósticos y articulos, así, aprendemos todos. Los retos policiales, se merecen un buen gobierno de España, beneficie la seguridad de todos.

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  4. Lapsus Calami, me refiero a don Juan. Como siempre , acertado en tus diagnósticos e ilustraciones. Gracias. Los retos policiales, de la Europa del futuro (1) La sociedad actual. Muchas gracias.-

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