Hace unos dias, me encontré con un viejo conocido aunque más bien diría que fue él el que me encontró a mí. Me costó reconocerlo porque estaba muy cambiado, más estropeado y con una barba enorme. Iba con dos más, Antonio y Pepe, los que siempre van juntos porque habían simpatizado entre ellos.
Me dijo que estaba recogido en un albergue que pertenecía a una orden religiosa. Sus amigos no habían tenido tanta suerte y dormían en la calle a la espera de que hubiera sitio también para ellos . Por eso, por la noche, después de cenar los tres en el comedor social, se fumaban un cigarrillo y se despedían hasta el día siguiente.
Aunque yo temblaba por el frío de esa mañana, a él no parecía importarle. Además, se expresaba con una tranquilidad que me resultaba confortante. Le pregunté cuánto hacía que no iba por el pueblo y me dijo que 20 años y que lo echaba de menos.
Recordamos su época de esplendor, cuando era empresario y ganaba dinero a espuertas. Aquel diseño de sofá le había encumbrado porque había ganado diversos premios a la innovación, alguno de ellos en el extranjero. Disfrutaba hablando de sus proyectos cuando coincidíamos en el restaurante y compartíamos mesa. A la que se sumaba alguno de los otros dos socios propietarios.

Pero todo eso se fue al garete. La empresa, el casi centenar de trabajadores, la familia…..todo. Su mujer se enamoró de otro y lo dejó. Cuando se lo dijo a Jorge, se vino abajo, se metió en el mundo de la droga y su vida se derrumbó.
Se separaron el día que su única hija hizo la primera comunión. Habían decidido aguantar hasta ese día para no dar un disgusto a la familia y a la niña. Recuerda que fue horrible, el peor día de su vida. Se gastó en cocaína todo el dinero recaudado en el convite porque ya no le importaba nada, ni nadie. Desde entonces no ha vuelto por su casa, ni ha visto a su hija. Tampoco a su padre. Mantiene contacto solo con su madre que es quién le informa de la marcha de los demás.
Mencionaba de manera especial a su padre porque le ayudó cuanto pudo en los momentos más difíciles aunque él siempre le había defraudado. La comunión fue la gota que colmó el vaso. Hirió su orgullo y desde entonces esperaba para que le pidiera perdón pero Jorge quería hacerlo cuando fuera capaz de demostrarle que había cambiado. Le angustiaba la espera porque sabía que padecía del corazón y no quería que le pasara nada.
Tampoco quería llegar tarde. Le pregunté entonces de qué dependía de que llegara a tiempo y me dijo que cuando esté limpio de drogas y alcohol, como ya estaba a punto de conseguir; de rehacer su vida; tener un trabajo; tener una relación de pareja y vivir así una vida normal, como cualquier otra persona. Como si fuera una persona como yo, a la que él tanto había admirado en sus buenos tiempos.

Su hija no se había quitado el apellido, lo que interpretaba como una buena señal. Siente que aún lo quiere y que sueña con él en la distancia. Conoce el problema de su padre con la droga y está deseando verlo. Pero él no se atreve aún, tiene que mejorar mucho, empezando por su aspecto físico.
Jorge había recaído muchas veces, tenía dias en los que quería tirarlo todo por la borda pero superaba el trance gracias a los hermanos del albergue y a sus dos compañeros de fatigas que se encontraban en un situación similar. Todos le daban buenos consejos; que era una persona positiva; que aportaba cosas; que merecía la pena seguir luchando para estar limpio……
A mí me decía que yo había tenido una vida llevadera; que no había caido en las drogas, que no había defraudado a los míos; que tenía la cabeza bien amueblada; que había logrado jubilarme con éxito en mi trabajo y que había sido una persona solidaria con los demás. Que mi familia me debía de adorar. Pero que ellos eran las ovejas negras porque había desaparecido la red familiar, esa que te sujeta si te caes. Porque poco a poco la confianza va desapareciendo en ellos y esa red se va desgastando hasta que se rompe.
Época atroz. Importante que él mismo sea consciente de dónde entró…. Gracias por hacernos partícipes de tus esperiencias.
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Gracias a ti, Mercedes por leer el relato. Saludos.
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Cuantas situaciones humanas duras en nuestra sociedad. Desde mi punto de vista los patrones se repiten una y otra vez. El factor que más actúa, nos guste o no es el tiempo. ¿A qué lo dedicamos?. Si se dedica al trabajo la familia se acaba resintiendo y ese alejamiento puede ser fatal, si se dedica a la familia el trabajo se resiente y por tanto la economía, con lo cual es un nuevo enemigo. Saber a qué dedicar el tiempo en cada momento es un don o un arte, o una virtud. Mientras la vida pasa y las historias se conforman con escenarios muy diferentes a los que podríamos pretender de inicio.
Todos somos valiosos y todos tenemos grandeza en nuestro interior. Entre todos, también, tendríamos que buscar la forma de que nuestra «red social» fuera muy resistente ante los grandes enemigos que nos dan placer inmediato a costa de recursos, hábitos tóxicos u otras dependencias. Drogas, juego, sexo -compra de …- y otros están a la vuelta de la esquina dispuestos a exprimirnos cuando no podemos más.
Ojalá el tiempo ayude a que el protagonista del relato vea a su padre, y a su hija, y pueda reconstruir esos lazos familiares que tanto le hacen falta.
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Comparto tu reflexión Javier, centrada tanto en el factor tiempo como en la red social. Gracias por leer el relato. Saludos.
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Es una historia triste, pero desgraciadamente ocurren estas cosas. Hay personas que desafortunadamente no saben sobrellevar los fracasos y pasan de tenerlo todo a no valorar lo que tienen. Lo echan todo a perder.
Gracias por el artículo, me ha hecho pensar en todo lo bonito que tengo que me rodea y que por formar parte de mi día a día puedes dejar de valorar.
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Gracias a ti Leyre por leer el relato. Me alegra saber que te ha gustado. Besos.
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Querido amigo Juan Francisco, una triste historia tan real y triste que nos presenta la cruda realidad, y que por desgracia ocurre frecuentemente en muchas familias.
Jorge es una víctima de la vida que muchas veces acaban en la miseria, y son presa de las drogas en las que buscan el olvido de su desgracia, pero que además de no conseguirlo caen más bajo aún, y pierden su medio de vida y lo más importante a la familia y a sus hijos.
Casi todos conocemos algún caso parecido al de Jorge, y es muy difícil salir de ese estado y volver a la vida anterior, pues el daño ocasionado la mayoría de las veces acaba en la morgue de alguna ciudad, alejada de su lugar de origen y en el olvido más triste.
Cada caso es distinto pero muchas veces ocurre que descuidamos a la familia, dedicando a los negocios y aficiones tanto deportivas como de amigos demasiado tiempo, olvidando la importancia de atender a la pareja y a los hijos.
No todos los casos de infidelidades conyugales acaban así afortunadamente, pero el riesgo es grande y puede llegar a tener consecuencias graves, como el caso de Jorge que describes con dolor contenido, ya que se trata de un personaje cercano y conocido.
Con los mejores deseos de curación y vuelta a la reconciliación familiar, para él y todos los que están en esa situación, me gustaría que casos como este dejen de hundir a personas, y romper familias que para mí es lo más importante de la vida.
Un abrazo de tu amigo Fernando.
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Una serena reflexión que comparto, Fernando. Gracias por hacerla. Un abrazo.
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Por eso se reconoce universalmente la importancia de la familia. Como base de una sociedad sana, pues en la familia se transmiten los valores sociales, y como reducto y refugio inexpugnable para el individuo.
Atacar la familia, o simplemente minusvalorar su función, es debilitar a la sociedad y al mismo tiempo desproteger al individuo.
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Me parece muy cierto tu comentario, Antonio. Gracias por hacerlo. Un abrazo.
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Una historia emotiva, que suele ocurrir con frecuencia, un negocio familiar,que no prospera, un despido laboral, una quiebra, rompe todos los esquemas, y si encima, tu esposa se enamora de otro y te abandona, la crisis emocional, puede ser muy grande, conozco un caso de un gran personaje, que desafectado en la vida, se suicidó.
Otros, se suicidaron con la quiebra de sus negocios, y quebraron al no poder pagar la hipoteca, hasta que salíó en el año 2015 La Ley de la Segunda Oportunidad, Ley Europea que impuso al Gobierno de España, se aplicase, incipiente, que ahora, está muy madurada por todos los bufetes jurídicos de España, saliendo de la quiebra, muchas familias, que le son perdonadas por sentencia de Juez, sus deudas con el Banco, que éste no perdona, y si hay algún caso, no lo conozco, que haya merecido la pena ser publicado por los medios mass de comunicación social, prensa, radio y televisión.
En mi caso, tuve una quiebra, que se solucionó por ley de vida, por la herencia de mis padres, pude cancelar la hipoteca, los prestamos personales, y sobre todo, las tarjetas revolving, a excepción de una, que litigué, y que gané, lo mismo, gastos de la hipoteca, con Arriaga Abogados de Madrid, fue un placer, sobre todo más moral que económico.
Ahora, estimado parcial, de acuerdo con la Sentencia que todos los empleados de banca y seguros, pagaron a la Mutualidad en los ejercicios AEAT años 1970-1978, no aplicaron coeficiente de reducción, pudiendo suponer hasta 3.OOO euros, en mi caso, en fase de alegaciones.
Siento don Juan , que tu amigo, se viera abocado con la quiebra de su negocio, y la separación de su mujer, a la bebida y a las drogas, que por este camino, no se consigue nada bueno, hay que buscar una segunda oportunidad, sobre todo, en la fe en Dios, que sí perdona , con fe, nuestros errores o pecados, sintiendo mucho, lo que afectó a tu amigo, espero se recupere con una Segunda Oportunidad, rehaga su vida, su trabajo y su familia. Que Dios le Bendiga, pido en Oración, como
creyente, darle una oportunidad a nuestro prójimo, que es nuestro hermano, y en la medida de nuestras posibilidades ayudarle.
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Creo que has hecho una gran reflexión sobre un drama humano que cada vez se repite más: el abandono de tu pareja, con hijos por en medio. Gracias por hacerla, Juan. Un abrazo.
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Hay profesiones polifacéticas pero que como una moneda tiene dos caras. Cumples lo que de ti se espera y además haces de confesor, confidente, psicólogo, abogado, consejero matrimonial, banquero, amigo, vigilante y alguna cosita más. Solo nos faltó poder hacer los milagros que muchos nos pidieron. Llegamos hasta donde pudimos pero la decisión última siempre es de cada uno. Como bien dijo un amigo «la otra orilla de la droga».
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Creo que hasta algún milagro también llegamos…Gracias Juan por tu comentario. Saludos.
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Querido y admirado Juan, tus reflexiones profundas y agudas siempre aciertan. Lástima que no tengan una repercusión en la opinión pública el eco que merecen. Hubiera deseado que el artículo que aconsejas al Presidente Sánchez que no se presentara a las Elecciones para no ser rehén de Marruecos, no fuera obedecido por el impostor. Por eso nosotros quedamos como rehenes del Gobierno esclavo, no sólo de Marruecos sino de todos los enemigos de España, y el tan pancho, durmiendo a pierna suelta.
Ánimo y adelante. Ya voy por el Tomo IV. Un fuerte abrazo.
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Gracias Porfi por tu comentario y tu paciencia para leerme. También por el IV tomo. Un abrazo.
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