DE INFIERNO A INFIERNO

Sandra, de 17 años, era la mayor de seis hermanos. Con una cara agraciada y un cuerpo exuberante. Junto con sus padres ,vivía en una chabola en las afueras de Kaduna, ciudad nigeriana situada en el centro del país, donde la selva da paso a la sabana, a casi mil kilómetros de la capital de la nación, Lagos.

Ayudaba a su madre en las tareas diarias, después de haber dejado a tres de sus hermanos en la destartalada escuela del barrio que atendía una organización religiosa. Por las tardes, veía en la televisión anuncios espectaculares con productos desconocidos, chicos blancos musculosos y guapos y hasta telenovelas sudamericanas … en español. Y por las noches soñaba qué había que hacer para llegar a ese paraíso, a la tierra donde hay de todo y con abundancia y los jóvenes eran muy educados.

Como cada Navidad se encontraba con su amiga Doris, que regresaba de España cada vez más irreconocible y cargada de más oro; repartiendo regalos a toda su familia y sin dejar de sonreir. Gracias a su dinero, sus padres se estaban construyendo una casa, fuera del barrio de chabolas, que a Sandra le parecía un palacio.

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Doris siempre trataba de convercerla para que se decidiera a marcharse y siguiera su ejemplo y viera cómo había triunfado en la vida. Y esta vez se decidió, ya no podía reprimirse más. Sus padres la ayudaron porque era una boca menos que alimentar y todavía no sabían como habían podido contener las rondas de los chicos en busca de pareja.

Antes de emprender el viaje hacia el continente europeo y junto con otras chicas de su edad, fueron sometidas a la práctica de un rito vudú, según el cual todas ellas enloquecerían o morirían si no pagaban la deuda que, a partir de ese momento, contraerían con la organización que se encargaba de su transporte africano.

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El viaje se demoró varios meses hasta reunir el número suficiente de viajeros que lo hiciera rentable. Atravesaron Nigeria, Níger y Libia por el desierto ( cinco mil kilómetros de distancia ) en condiciones insalubres y de extrema dureza, falleciendo varios de ellos en el trayecto. Una vez en Libia, debían de esperar el momento de embarcar hacia Italia.

Durante la espera fue violada en varias ocasiones y también fue testigo de como fueron asesinadas al resistirse compañeras de viaje. Al final, la metieron en una patera con ciento cincuenta personas más, donde no había espacio para más de cuarenta. Como consecuencia de ello, la embarcación naufragó en las proximidades de la costa falleciendo ahogado uno de ellos.

Tras ser interceptados por la marina italiana en su segundo intento, fueron trasladados a un centro de refugiados, donde la organización la vendió a otra que la sacó de allí tras los correspondientes sobornos, para llevarla a un piso de Milán, donde estaría el tiempo necesario hasta prepararle la documentación falsa necesaria para su entrada en España.

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Fue a parar a un club de carretera, donde tenía que pagar su alojamiento a base de tener sexo con el responsable de la organización que la había llevado hasta allí, dejándola embarazada y obligándola a abortar. Y así hasta cuatro veces más. Una noche logró escapar y pedir ayuda a la Policía. Ahí acabó su infierno después de pasar por otro para poder llegar a su destino soñado: España.

NOTA.- Todos los relatos de esta Serie están basados en hechos reales.-

4 comentarios sobre “DE INFIERNO A INFIERNO

  1. Hola a todos. El relato que se expone es relativamente conocido por la opinión pública-ha habido reportajes en la tele bastante buenos, yo he visto alguno y lo puedo corroborar- amplios y monográficos. Pero las putas siguen ahí, y los HIJ@S DE PUTA de las redes, también (he puesto el símbolo @ para reseñar que hay mujeres-«mamies»- en ellas, y no caer en la ridiculez de la actual izquierda española con «hijos e hijas» etc, pervirtiendo el lenguaje de nuestro bello idioma). Y no voy a hablar de los clientes que, por supuesto, completan el ciclo; a esos no sé como llamarles, la verdad: insensatos, inconscientes, irresponsables…?.
    Como caso que me llamó la atención, quiero referir el que vi hace poco en la tele: Cortijos insalubres, caserones aislados en el campo de Almería casi derruidos, «convertidos» en «puticlubs»…a 5 o 10€ el servicio: me quedé de piedra…los clientes eran, en buena parte, españoles, y algunos negros de los invernaderos…los taxistas del pueblo lo sabían, y supongo que la gente del mismo, también. La poli hacía redadas, intentaban acoger y ayudar a las chicas -todas negras, sin hablar casi español- pero ellas se negaban a salir del ambiente…
    En fin, que el mundo es muy malo, que está lleno de «HDP», que el ser humano, ese mono evolucionado por miles de años, no es alguien bueno en sí mismo, como los animales en general, sino mucho peor. La inteligencia no siempre se usa correctamente, aunque también, por supuesto.
    Y Dios, aunque los curas se esfuercen en machacarnos los contrario, sigue «fuera de cobertura».

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  2. Como siempre, leo tus artículos con mucho interés, y desde luego éste último me produce un dolor inmenso, ya que como padre de tres hijas, que afortunadamente han nacido y se han educado en nuestro país, me intento poner en la piel de esos pobres padres, que han tenido la desgracia de nacer allí.

    Y mi pregunta es ¿ qué se puede hacer para evitar éstas cosas?, mientras la política que domina el mundo, esté en manos del poder económico ( Petroleras, Fabricantes de armas, Mafias, Traficantes de drogas, Entidades de blanqueo de dinero, etc.), no creo que se intervenga en éstos países, ellos se dedican a enriquecerse y las personas y los pueblos le importan muy poco.

    Es lamentable y me producen un asco tremendo, los personajillos que deciden en las grandes instituciones, como la ONU,OTAN,Comunidad Europea, etc. etc., que cobran unos sueldazos y que no hacen nada por evitar las grandes atrocidades, que por desgracia abundan en el mundo.

    Seguro que ninguno se pone en la piel de los oprimidos del tercer mundo. Para acceder a esos puestos, deberían pasar antes unos años viviendo en ésos lugares, pero conviviendo con ellos, no en los palacios de las embajadas, de ésa manera tomarían medidas para erradicar éstas injusticias.

    Deseo de todo corazón, que todas ésas chicas recuperen la dignidad que les han arrebatado, y que se frene de una vez el tráfico de personas,con mano dura y justicia sobre los responsables.

    Aunque dudo que se consiga mi deseo, por lo menos que cada día sea menor.

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