Ahora que estamos en tiempos de exhumaciones, tenemos una pendiente desde hace décadas y esta si que es necesaria por los peligros que la acechan. Me refiero a los restos de uno de los prohombres mas grandes que ha dado la Historia, no solo la de España sino también la Universal. Comparable -para mí más- a Julio César o Carlomagno. Me refiero a Hernán Cortés y han tenido que ser los norteamericanos los que con su envidiable olfato para los negocios, lo han devuelto a la actualidad. La timidez con la que hemos tratado nuestra Historia hace que, sea prácticamente desconocida y dado el éxito de sus plataformas televisivas han localizado una serie de relatos con los que vamos a conocer bastante algo que debimos aprender en nuestros tiempos escolares.
Consumada la caída del Imperio Azteca, en 1.521 fue establecido el Virreinato de Nueva España, cuyo centro natural sería la monumental Tenochtitlán sobre cuyos cimientos se erigió la actual Ciudad de México. Por el sur limitaba toda América Central ( Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica ) hasta Panamá. Por el norte, incluía a los actuales Estados norteamericanos de California, Texas, Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada y Colorado. Y hacia el oeste, Islas Filipinas y varios archipiélagos. En total la habitaban sobre los 4 millones de personas.
Hernán Cortés de Monroy y Pizarro, falleció en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta, el 2 de diciembre de 1.547, a la edad de 62 años y a causa de una enfermedad pulmonar ( había nacido en Medellín -Badajoz- el 3 de septiembre de 1.485 ). Quiso morir en España, a donde había vuelto después de 24 años de Virreinato y de 36 en Las Indias, para descansar en paz con su gente. Había convertido Nueva España en una tierra próspera y bulliciosa, de agitada vida cultural y comercial, pero las suyas eran ya andanzas de otra época.
Había dispuesto que lo enterraran en México porque era el lugar donde tenía puesto el corazón. Desde que conquistó Tenochtitlán se había afanado en reconstruir la ciudad para hacerla capital de sus tierras y ya en 1.523 tenía el título de ciudad y escudo. Hizo construir hospitales y monasterios; la dotó de una Catedral que, con el tiempo, se ha demostrado como la más hermosa de Hispanoamérica y de una Universidad, cuando sus vecinos del norte se dedicaban a la caza de búfalos para su supervivencia y …. a huir de los sermones de Fray Junípero Serra.
No contento con todo eso, en su testamento legó una buena cantidad de dinero para la construcción de un nuevo hospital, un convento y un Colegio Universitario. El sueño de Cortés era crear una gran nación a imagen de España, con un fuerte componente mestizo y para ello debía formar en la propia tierra mexicana la clase dirigente del futuro.
Cortés falleció seis años después de haber regresado a España y cuando preparaba su vuelta a territorios americanos. Sus restos fueron objeto de varios traslados en virtud de las correspondientes modificaciones testamentarias. En 1.566 y por decisión familiar, su cadáver fue trasladado a la Nueva España y sepultado junto con su madre y una de sus hijas, en la Iglesia de San Francisco de Texcoco, cercana a la capital mexicana.
Tras diversos avatares, su sepultura fue trasladada en 1.629, 1.716, 1.794 y 1.823; tras la Guerra de Independencia mexicana y ante la furia antiespañola que barría el país, un Ministro mexicano bastante lúcido ( Lucas Alemán ) urdió un plan para evitar que los restos cayeran en manos de profanadores y fueran destruidos, al tiempo que hacía creer que los despojos habían sido enviados a Italia.
Los ocultó primero bajo una tarima del Hospital de Jesús donde la leyenda consideraba que Cortés y Moztezuma se vieron por primera vez y 13 años después, tras un muro en la contigua Iglesia de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno.
La ubicación del lecho quedó silenciada y durante años permaneció ocultada hasta que el propio Alemán entregó el Acta de Enterramiento clandestino en la Embajada de España para evitar que su paradero cayera en el olvido. El documento recibió el tratamiento de secreto y nunca salió de la caja fuerte diplomática. Daba igual que el embajador fuese republicano, conservador o liberal.
Así fue hasta que en 1.946, un alto cargo del Gobierno republicano en el exilio, filtró una copia del documento y el 28 de noviembre de aquel año, las reliquias fueron identificadas plenamente.. El hallazgo, tras 123 años de misterio, desató antiguos demonios y hubo quién indicó que, los restos fueran arrojados al mar como opción más suave ya que otros querían llegar más lejos.
Ante estos ataques, salió a la palestra el Presidente -entonces- del Partido Socialista Obrero Español ( PSOE ) y antiguo Ministro republicano, Indalecio Prieto, exiliado en México y conocedor del enigma. En un conmovedor articulo publicado en la prensa de la época, reveló la centenaria historia secreta y pidió reconciliación, afirmando que : México era el único país de América donde no había muerto el rencor originado por la Conquista y Dominación. Matémoslo, sepultémoslo ahora, aprovechando esta magnífica coyuntura.
Sus palabras no tuvieron eco y las autoridades mexicanas prefirieron devolver los restos al lugar al que los había arrojado la Historia. En 1.947 fueron recolocados en un muro de la Iglesia de Jesús Nazareno, a la izquierda del altar y donde allí siguen. Nadie va a visitarla y a los pocos turistas que preguntan por ella, no se les permite ni siquiera hacer fotografías.
La tumba, no se aprecia a simple vista, ni está señalada por ningún letrero. Hay que llegar al fondo del templo y mirar a la izquierda del altar. En el suelo hay una placa que señala el lugar donde descansa el Conquistador y solo dice: Hernán Cortes 1.485 – 1.547. El templo da la impresión de estar abandonado a su suerte y una señora procura que no entre en la ruina total.
Afortunadamente, en la actualidad, una nueva generación de historiadores mexicanos está revisando el pasado oficial desde el rigor documental, huyendo de la propaganda venenosa de dos siglos, llena de odio y rencor hacia España y los españoles. Así, el Conquistador está dejando de ser un mito histórico para convertirse en lo que en realidad fue : un personaje histórico en el que los mexicanos puedan verse a si mismo reflejados y descubran los tramos falseados de su historia. Trampa en la que ha caído hasta el actual Presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, que como buen populista y ante el fracaso de su gestión de Gobierno culpa de todos los males a la herencia española, habiéndose atrevido en el colmo de su ignorancia y perversidad a pedir por escrito que, tanto S.M. El Rey de España, Felipe VI, como el Papa Francisco, se disculpen por la Conquista Española y los supuestos desmanes cometidos.
Asuntos Policiales 
Completísimo, extraordinariamente bueno e ilustrado, con tu permiso, comparto para que otras amistades cuelguen sus comentarios en tu blog de asuntos policiales, a ver si despiertas nuestras autoridades culturales y políticas, porque hay algunos gobernantes, que parecen más bien cretinos, y pretenden una federación de estados españoles republicanos, rompiendo la unidad y legitmida en la Transición y firma de la Constitución Española de 1978, donde cabemos todos, sin desmenbrar la UNIDAD DE ESPAÑA.
RECUPERAR LOS RESTOS DE HERNÁN CORTÉS, es de vital importancia actual.
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Creo que el desconocimiento que tiene la sociedad española de nuestra Historia en general y del Descubrimiento y Conquista de América, es más que lamentable. Nuestros Gobernantes -no solo los actuales, sino también los anteriores- han descuidado esta parcela de manera indigna cuando fue ejemplar en muchos sentidos y sobre todo si la comparamos con lo que fueron los Imperios inglés, francés, alemán, belga u holandés. Esta pasividad hizo que triunfaran las falacias y mentiras de la izquierda, no solo en los procesos independentistas sino en el legado español. Afortunadamente, los historiadores empiezan ya a desmentir -uno por uno- todos los mitos que nos colaron y que aún sobreviven.
Gracias por tu comentario, Juan. Un abrazo.
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Me encanta el articulo, que bien documentado!
Enhorabuena.
Parece mentira que no se valore por algunos todo lo bueno que pudimos aportar : Una civilización completa, con todo lo que conlleva….
Felicidades, me ha gustado mucho.
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Es vergonzoso que habiéndoles tratado como iguales, estas naciones hayan basado su independencia y su historia desde entonces, en la manipulación y falsedad de los hechos. Dejamos 23 Universidades y 18 lugares que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Y lo hicimos tan mal, tan mal, que declararon oficiales en 21 países nuestra Lengua y nuestra Religión y que mantienen hasta ahora. Lo peor de todo es que desde España no se haya reaccionado con contundencia a tanta mentira propagada y nuestra propia Historia no se enseñe desde la época escolar. Triste pero cierto.
Gracias por tu comentario, Leyre. Un beso.
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Hernán Cortés, el apuesto capitán.
Cuando Pizarro comenzaba a gestar su leyenda hacía veinte años que Hernán Cortés, había conquistado Tenochtitlan. Llovia sobre mojado. Cortés fue considerado el mayor héroe en Castilla por sus coetáneos, incluso por encima del militar más prestigioso del periodo, el Gran Capitán. “Fue en tanta estima el nombre solamente de Cortés, así en todas las Indias como en España, como fue nombrado el nombre de Alejandro de Macdonia, y entre los romanos Julió César”, escribió Bernal Díaz del Castillo, autor de “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.
Cortés no era un hombre culto, pero sabía impresionar a la gente a través del verbo. Siendo uno de los encadilados el Emperador Moctezuma, que , en una mezcla de síndrome de Estocolmo y admiración sincera, mantuvo una extraña amistad con el hombre que pretendía derriba su imperio.
Aparece títulos Marqués de Oaxaca, Marqués de Bélgida, y la Condesa de Roche, poblado de Murcia, doña Josefa Velázquez Minaya,su sexto abuelo era Pizarro, y el sexto, Aragón Pizarro, y su parentesco con los “Granada-Venegas”, últimos del reino nazarí de Granada.
Enlazaron Cortés con Pizarro y Moctezuma, todos con la nobleza española, y el mestizaje con la aristocracia de México.
Asi también aparece la fundación Vanegas, distrito San Luis de Potosí, hacienda fundada en México.
Interesante estudiar la genealogía de este gran personaje como tú citas, de los más grandes, merece ser rescatado su historia y remodelar la Iglesia donde se encuentra enterrado.
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Interesante aportación a la figura histórica de este hombre, tan interesante y tan desconocido.
Gracias por tu comentario, Juan. Un abrazo
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Querido amigo Juan Francisco, magnífico artículo sobre Hernán Cortés, y las maldades que se están viviendo a su costa y la de otros aventureros, que dieron cultura y conocimientos en otras lejanas tierras, consiguiendo con el tiempo que progresaran y se pudieran convertir en Naciones prósperas, al otro lado del mundo desconocido hasta que llegaron los descubridores.
Lamentablemente la incultura sobre nuestra la historia, es una constante en nuestros tiempos, y tiene su fácil explicación, ya que una población inculta es muy fácil de manejar, por parte de la clase dirigente, sobre todo por parte del social-comunismo, que tanto poder está consiguiendo en el mundo.
Una cosa que no termino de entender, es que el famoso Instituto Cervantes, que tanto dinero nos cuesta, y que tiene sedes en toda Sudamérica, no trabaje con más empeño en llevar un poco de cultura española por esos lares. No quiero ser mal pensado pero pienso que el enchufismo, tan extendido en nuestras instituciones, también esté instalado en esta y no realicen bien el trabajo que les corresponde.
Aunque afortunadamente no creo que sean la mayoría, cuando preguntan en algunas encuestas por la calle, a jóvenes de ambos sexos, sobre cuestiones de cultura general, la verdad que en muchos de los casos, demuestran los encuestados una falta de conocimientos, que preocupa mucho pensando que estos chicos, el día de mañana serán los que tengan que sacar adelante a España.
Espero que cambie el sistema educativo que tenemos actualmente, y que se enseñe más historia, geografía, literatura y ciencias, con el fin de normalizar las cosas, dejando tanta memoria histórica, y demás materias que no van a mejorar nuestro futuro.
Un abrazo y te felicito por el artículo que está muy bien documentado.
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Al contrario que otros conquistadores, Hernán Cortés no era un iletrado, y fue adaptándose a los acontecimientos y planificando su conquista a medida que avanzaba por el territorio del actual México, que no era abarcado en absoluto por el Imperio Azteca pero en el cual el uso sistemático del terror tenía subyugados a los pueblos colindantes. De eso se aprovechó el muy inteligente Cortés, bien apoyado por sus lugartenientes (Alvarado, Olid, etc.) y con la ayuda de muchos pueblos indígenas que se sintieron liberados. Eso a grandes rasgos, porque la historia, MAL QUE PESE A QUIENES QUIEREN REESCRIBIRLA, es bien conocida gracias a las notas que fue tomando Bernal Díaz del Castillo para escribir su libro. Quien quiera leer más o menos lo mismo, pero en lenguaje más asequible a nuestra mentalidad actual, puede acudir al libro de Laszlo Passuth (“El dios de la lluvia…”), libro que me encantó en su día y que recomiendo a pesar de mi habitual desdén hacia la novela histórica. Es importante señalar que los acontecimientos que vivieron los españoles en su conquista fueron terribles, y el temor, la rabia y la desesperación motivaron su impulsiva respuesta al espectáculo atroz que contemplaron en Tenochtitlán. No se entiende su actuación sin esos aspectos.
Es curioso que en el tratamiento que se da al personaje, muchos americanos incidan en los rasgos de una violencia que en todo caso fue REACTIVA, NO BUSCADA, y sí omitan la que sistemáticamente aplicaban los gobernantes aztecas, a todas luces exacerbada INCLUSO para ellos mismos y los pueblos sometidos.
Que nos apliquen a los españoles una leyenda negrísima de crueldad y ambición no deja de ser chocante: como he puntualizado alguna vez a nacionales de México, no parece que los paisanos de Cortés tengamos esas aficiones, al menos hoy en día, y tampoco parece que ellos sean un dechado de paz. A la vista de las estadísticas al menos.
Por último, que el Gobierno español, en lugar de hacer que otras naciones nos respeten, casi pida perdón por hechos ocurridos hace quinientos años, y mire para otro lado mientras echan por tierra no ya las estatuas de nuestros HÉROES, sino la esencia de nuestra dignidad, es desde luego lamentable. Si otros países no respetan además los restos humanos y materiales de nuestro paso por ellos, lo mínimo que ha de hacer es exigir su REPATRIACIÓN a suelo nacional.
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Buena reflexión histórica y muy fundada. Aquellas naciones iniciaron sus procesos de independencia en la incitación al odio y la envidia de los criollos ricos para sustituir a los españoles. Ninguna tribu de indios -que yo conozca- se alzó contra la Monarquía Española porque respetaron sus usos y tradiciones, además de librarlos de la tiranía, la esclavitud y el canibalismo de aztecas, mayas e incas. Cuando nos expulsaron, los indios lo perdieron todo en aras a un falso igualísmo importado de la Revolución Francesa, siendo perseguidos y exterminados algunos de ellos por sus libertadores. Causa risa ver como el idolatrado Simón Bolívar conquistaba territorio español en América -nunca fueron colonias en el sentido imperialista británico o francés- gritando mil veces que era por su libertad, para a continuación declararse Dictador Perpetuo de los mismos. O a José de San Martín queriendo imponer otra Monarquía a base de príncipes europeos. Todavía perdura esa propaganda -mantenida oportunamente por la izquierda de ambas orillas- que tan buenos réditos políticos y electorales les produce. En cambio, los escolares americanos inician su instrucción con la llegada de Colón. Vaya contradicción : ¿ verdad ?. Menos mal que ya hay más de una corriente histórica americana que a base de rigor y documentos están desmontando todo el tinglado que se ha montado en ya para casi dos siglos de ignominia y venganza a los españoles por llevarles la filosofía griega, el derecho romano, la religión cristiana y la lengua española.
Gracias Víctor por tu comentario. Un abrazo.
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Acabo de escuchar tu post radiofónico sobre la figura de HERNÁN CORTÉS, tienen que darte el «doctorado». Buenísima exposición histórica, no tengo palabras para elogiar la gran contribución que haces para recuperar un merecido homenaje internacional a la figura, obra y legado de Hernán Cortés, para América, México, España, Europa y resto del mundo. Hernán Cortés, como bien dices fue el Padre de Méjico.
Es un orgullo para España y el Mundo, recuperar sus restos, glorificar su gloria que los espabilados norteamericanos, se han dado cuenta, mientras adormece el actual Presidente de Méjico, Sr. Obrador, y el gobierno de España, Sr. Sánchez, y Sr. Pablo Iglesias.
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Muchas gracias por tu comentario, Juan. Un abrazo.
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